No cabe duda que el hartazgo social en contra de los abusos de autoridades, crimen organizado y corporaciones policiacas está llegando al límite. Se llegó al punto de no solapar y permitir un abuso más en contra de los ciudadanos de bien. En Estados Unidos la muerte de GEORGE FLOYD, provocó una de las protestas más grandes de los últimos años en la Unión Americana, también sirvió de estandarte para que en nuestro país surgieran gritos de protesta en contra de malos gobiernos, elementos policiacos y delitos cometidos por el crimen organizado.
La Ciudad de México, Veracruz, Jalisco, Chihuahua, Colima y Guerrero entre otras entidades, son prueba de que la sociedad no está dispuesta a permitir una más. La muerte de GEORGE FLOYD también fue el detonante para que el Presidente DONALD TRUMP, firmará una orden ejecutiva para reformar el protocolo policial en su país. Mientras que los mexicanos seguimos pidiendo justicia por tanto levantado, asesinado y enterrado en fosas clandestinas, así como por los abusos de autoridades civiles y policiacas.
Los operativos policiacos ordenados por autoridades municipales para “pedir u obligar” a la sociedad a quedarse en casa, con el fin de evitar nuevos contagios de covid-19, pueden ser la causa de que algunos elementos policiacos carentes de criterio abusen de su autoridad y generen males mayores con ciudadanos que se ven obligados a salir de casa en busca del sustento diario. Son como una chispa en un tambor de gasolina, listos para la explosión.
El covid-19 limitó la recreación y convivencia de la sociedad. En estos momentos de crisis en materia de salud, la recreación pudo haber sido el mejor antídoto a los problemas, sin embargo, no hay más que dos opciones: seguir cuidándonos en casa o activar la economía para que esta avance gradualmente y con ello impactar lo menos posible a lo social.
También la sociedad exige garantía de seguridad ciudadana personal, familiar y colectiva; desde una perspectiva de transformación social y reforma a las instituciones, dentro de un Estado de derecho, con reglas claras, policías mejor preparados y bien pagados, vacunados en contra de la corrupción y alejados de complicidades del crimen organizado. Elementos policiacos que garanticen la seguridad y el orden público. El presidente LÓPEZ OBRADOR, se vio en la necesidad de desmantelar la policía federal, al estar contaminada por la corrupción, abusos de autoridad y penetrada por el crimen organizado. Creó la “Guardia Nacional”, ahora hay que estar atentos a los resultados, mismos que a la fecha no son los deseados.
Se requiere fortalecer la capacidad de los órganos de seguridad local, estatal y federal, no dejando toda la responsabilidad a los ayuntamientos, menos cuando estos no tienen la capacidad económica suficiente para atender los problema. El Estado, por su parte, debe contar con instrumentos eficaces para garantizar la protección de los ciudadanos y el combate frontal a la delincuencia, acabar con la impunidad y detener la acción criminal. El reto de la justicia estará eficazmente afrontado cuando veamos disminuir las diferencias en la distribución de la riqueza, cuando disminuya la violencia, se terminen las fosas clandestinas, los levantones y asesinatos.
Si la sociedad cambia su forma de pensar y actuar, forzosamente tienen que cambiar los gobiernos y los partidos políticos. Para bien o para mal, dependiendo del cristal con que se mire, el gobierno de LÓPEZ OBRADOR cambió el estilo y forma de gobernar. Nosotros como sociedad estamos obligados también a cambiar, y vigilar que los cambios prometidos sean de fondo y no solo de apariencias.
La palabra cambio ha sido muy manoseada por los gobiernos, por los partidos políticos, por los candidatos a puestos de elección popular, pero son pocos los que comprenden el significado de esta palabra. Muchos lo piden, pero están sentados a la espera de que esos cambios los hagan los demás. Hoy los jóvenes ya no leen periódicos, ni revistas, no ven noticieros en la televisión, todo lo ven en las computadoras y celulares; haciendo de las redes sociales su espacio de comunicación, expresión y decisión sobre la problemática que los aqueja. La razón es muy simple, los medios tienen su tiempo para informar, mientras que el internet lo hace al instante.
El gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, tendrá que entender muy bien los tiempos que se viven y que es lo que realmente quieren los sinaloenses; mientras que en Ahome, el alcalde MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, tendrá que ser un buen cirujano político ante la diversidad de problemas por resolver. Además, deberá ponerse mucho “repelente” para evitar golpeteos políticos en su contra. Su abuelo el DR. WILLIAMS GEORGE CHAPMAN, supo hacer historia en Ahome, como médico del Ingenio Azucarero; su padre WILLIAMS ELIAS CHAPMAN, mostró su espíritu emprendedor en el ramo turístico; y en ALFONSO G CALDERÓN, encontró las vivencias que le servirán de guía para la práctica política. En ellos, MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, tiene el mejor ejemplo y la fuerza que le sirva como energía motivadora para avanzar y no claudicar en su forma y estilo de gobernar.