En México, algunas personas se dicen líderes o representantes de la sociedad por el simple hecho de ostentar un puesto de elección popular, sin embargo, en la mayoría de los casos no logran trascender y con el tiempo se oscurecen y dejan de brillar. Les es difícil entender que para ser líder hay que tener disposición de servir y ser útil a la sociedad y brindar verdaderos resultados en la tarea encomendada. El México de hoy refleja carencia de liderazgos políticos, empresariales y sociales ante un país sediento de justicia, bienestar, visión de futuro, unidad y concordia.
Vivimos tiempos de gran polarización que genera incertidumbre y temor a lo que viene, se impone la mentira, el mercantilismo y la mediocridad. La guerra publicitaria entre 3 frentes o coaliciones que luchan entre sí por la silla presidencial, no da tregua y hay carencia de propuestas mientras se impone la violencia verbal.
El Instituto Nacional Electoral sigue a la deriva, hay confusión, y no existe orden ni control en los gastos de partidos, candidatos y gobiernos. El gobernador, RUBÉN ROCHA MOYA, terminará su responsabilidad al frente del gobierno de Sinaloa el 31 de octubre de 2027, mientras tanto, las calenturas políticas están a la orden del día: la sucesión gubernamental empezó su camino al imponerse la candidatura al senado del cuestionado expresidente del supremo tribunal de justicia y Secretario General de Gobierno, ENRIQUE INZUNZA CÁZAREZ.
A 38 días de la elección constitucional se vive también la guerra de las encuestas, los participantes dicen tener sus propios datos en los que tienen el triunfo asegurado. En muchas de estas encuestas hay serias inconsistencias, y si el día de la elección salen a votar aquellos que generalmente forman parte del abstencionismo pueden ocurrir grandes sorpresas.
JUAN DE DIOS GÁMEZ en Culiacán, GERARDO VARGAS LANDEROS en Ahome y GILDARDO LEYVA en El Fuerte siguen controlando el presupuesto, la estructura y a quienes dejaron de interinos en sus municipios, pero a pesar de ello no pueden cantar victoria. El electorado está bien informado, sabe lo que son y lo que aparentan ser. Por lo pronto, los partidos políticos y la estructura que los apoya van con todo aunque a muchos de ellos les falta capacidad, creatividad, ideas y propuestas que motiven la participación ciudadana. Cada día vemos cómo va disminuyendo la participación del electorado ante algunos candidatos reciclados, trapecistas del poder o con una gran cola que no pueden esconder.