Sinaloa es una entidad con alto potencial agropecuario, turístico y financiero, pero adolece de desarrollo en otras actividades que generan valor agregado. Se han aplicado infinidad de proyectos sin resultado alguno y ya es momento de que se haga algo al respecto. Es necesario dejar de pensar que los programas sociales de bienestar de la 4T lo resolverán todo. Tampoco es momento para polarizaciones políticas provocadas por la medición de fuerzas ante la inminente sucesión presidencial. Hay mucho por hacer en beneficio de este bello Estado.
En Sinaloa el nivel de justicia y de seguridad es materia reprobada, algo nuevo, viable y efectivo se tiene que hacer para quitarle el estigma de Estado violento. La construcción millonaria de cuarteles militares, la creación de la guardia nacional, el convertir a la Procuraduría General de Justicia en Fiscalía General del Estado, no ha resuelto el problema de la inseguridad, aun cuando se diga lo contrario. La libre circulación de convoyes de gente armada por diversos municipios, habla de las complicidades entre malos y buenos.
La justicia y la seguridad deben de enmarcarse en la realidad prevaleciente y sin cortes comerciales. La justicia debe de desterrar la impunidad y hacer eficientes los órganos de administración y procuración de justicia. Debe devolverle fortaleza y credibilidad a los órganos policiacos para que dejen de parecer empleados del crimen organizado y se termine con la impunidad, el influyentísimo y con los pactos no escritos entre gobernantes y chicos malos.
Los jefes policiacos deben de garantizar honestidad, eficacia y eficiencia; deben también conocer la situación política, económica y social que se vive en Sinaloa; los proyectos del gobernador y tener voz de mando y mucho sentido común para resolver los conflictos existentes. De otra manera, Sinaloa y su gobierno seguirán bajo las reglas que marque El Ejército, La Marina y “otros” que imponen sus reglas, pagan campañas políticas y cogobiernan.
Los buenos resultados de gobierno, la honestidad y la humildad logran que la sociedad se involucre y concilian los intereses en pugna. El gobierno de RUBÉN ROCHA MOYA debe demostrar que está haciendo las cosas bien. La ciudadanía espera resultados, no buenas intenciones.
No debemos olvidar que la sucesión presidencial está cada vez más cerca y no hay bola de cristal que muestre hacia donde se inclinará el dedo presidencial o el trato que dará a Sinaloa el nuevo inquilino de palacio nacional. Tampoco hay indicios de cómo quedará configurada La Cámara de Senadores y de Diputados así como los problemas que se puedan presentar con las finanzas federales, estatales y municipales ante la caída de los ingresos fiscales y petroleros. Se alborota el gallinero, surgen pasiones y cada quien le apuesta a su favorito.
En otra frecuencia, pareciera que muchos de nuestros servidores públicos desean que la sociedad siga castrada y sumisa al poder para ellos seguir transitando por diversas ideologías políticas, robando, mintiendo o traicionando. “Ojo” para ocupar un puesto de elección popular no es necesario tener experiencia o estar capacitado para el cargo a desempeñar, mucho menos tener algún título profesional o algún liderazgo empresarial o social. Finalmente siempre gana la simulación, el engaño, el reparto de dinero o las amenazas que llegan por conducto del crimen organizado.
Por lo pronto, algunos alcaldes que aspiran a ascender en la escalera del poder o por lo menos conservar su posición como EDGAR GONZÁLEZ de Mazatlán; JUAN DE DIOS GÁMEZ de Culiacán y GERARDO VARGAS LANDEROS de Ahome, siguen vendiendo espejitos de popularidad pagando encuestas que los posicionan como los mejores y más honestos gobiernos del país.
REVOLTURA POLÍTICA
En la reciente visita de CLAUDIA SHEIBAUM al puerto de Mazatlán, imperó el acarreo y la simulación: el líder moral de la sección 53 del SNTE, DANIEL AMADOR, realizó pase de lista y aportó su contingente; FELIPE GARZÓN, expresidente municipal de Concordia, vistió sus mejores galas; indiscutiblemente inquietó la presencia de RENATO OCAMPO, exsecretario ejecutivo del SESP, quien por su cercanía con CLAUDIA y JESÚS MARÍA TARRIBA (su pareja sentimental), lo convierten en un fuerte tirador por la candidatura a la alcaldía de Mazatlán. . . El proyecto de construcción de la planta de fertilizantes en el puerto de Topolobampo (grupo GPO) se oxigenó al contratar al despacho que representa JAVIER LOZANO GRACIA, quien fungió como Procurador general de la República en el periodo que gobernó ERNESTO ZEDILLO. Ellos conocen mañas e influencias en jueces y magistrados.