Los gobiernos que ha tenido nuestro país a lo largo de su historia, enfrentaron grandes retos a los que no supieron responder: la seguridad pública es un lastre que se ha heredado de una administración a otra; se ha prometido mayor prosperidad y bienestar que sigue a la espera de justicia social; la lucha contra la corrupción solo es una bandera electoral más y la unidad nacional se convirtió en una profunda grieta que mantiene a México dividido, como si ello fuese la solución a tantos agravios que vienen de la conquista, de la independencia, de la reforma y la revolución.
Hemos tenido gobernantes muy alejados de su raíz popular y cada vez menos capaces, eficientes y honestos. Además, muchos de ellos y sus equipos han sido increíblemente ineptos y corruptos, han saqueado impunemente al país e impusieron los intereses de familiares, amigos y compadres; también han hecho mal uso de grandes presupuestos económicos y han endeudado al país en forma irresponsable.
Por otra parte, los ingresos que deja el petróleo son insuficientes para que el sistema siga funcionando y los recursos internos no alcanzan para resolver el sinfín de necesidades que se tienen en materia de salud, educación, carreteras, agua potable, drenaje, vivienda, etc.
En la actualidad, la sociedad civil tiene una vocación irresistible a la prosperidad y a la libertad. Todos sus estratos están en plena expansión y demandan modernidad política, económica, justicia, confianza y legalidad. Con los resultados electorales de junio pasado se comenzó a disolver una organización política antigua, cara y obsoleta (PRI-PAN-PRD y otros). Con ello inicia una recomposición del poder y de la riqueza existente en el país. “Estamos viviendo cambios en lo social, político y económico, mismos que tendrá que encauzar la primera mujer que gobernará a México”.
CLAUDIA SHEINBAUM, será “entronizada” el 1 de Octubre con muchas luces de esperanza pero a la vez con sombríos presagios de que gobernará bajo la sombra de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBADOR, ¿Qué le espera a México? No debemos olvidar que ella fue abanderada de AMLO por muchos años, y hoy, como heredera de una gran estructura de poder, debe imponer su estilo propio de gobernar con mucha inteligencia, fortaleza y decisión para demostrar que los mexicanos no se equivocaron al elegirla. Se dice que la Presidenta electa es nacionalista y que tiene vocación democrática, habrá que estar pendientes.
En Sinaloa, el gobernador RUBÉN ROCHA MOYA debe cambiar el paso, aprovechar las oportunidades que se le presentan y gobernar bajo signos de unidad, ética, innovación y sobre todo saber priorizar y encauzar las acciones que el estado necesita. Para el relevo sexenal aún falta tiempo, y en ese tiempo pueden pasar muchas cosas.