En México se viven tiempos difíciles. La pandemia del covid-19 sacude a la sociedad y pone a prueba los gobiernos; la violencia generada por el narcotráfico nos está llevando al cinismo y a la complicidad; la pobreza es carnada electoral; no hay conciencia en temas de ecología, medio ambiente, cambio climático y lo que es la palabra solidaridad se mide con billetes de alta denominación. En nuestra sociedad se impone el mercantilismo, se pierden los valores y “el valemadrismo” avanza como estandarte de triunfos efímeros. Aun así gritamos y festejamos un aniversario más de nuestra independencia.
En materia política se nos habla de mejorar y mantener la unidad, cuando en la práctica vamos en sentido contrario, devorándonos unos con otros. La buena política esta huérfana y se carece de liderazgos que dejen huella. Sinaloa se ha distinguido por la forma, estilo y personalidad de sus gobernantes. A cada uno de ellos los juzgó la historia, mientras que otro prepara maletas para asumir una embajada.
LEOPOLDO SÁNCHEZ CÉLIZ, chocó con el Presidente Nacional del PRI CARLOS MADRAZO, por su intento de democratizar al partido. Esto también lo llevó a confrontarse con el Presidente de la República GUSTAVO DÍAZ ORDAZ. ALFREDO VALDEZ MONTOYA, vivió los últimos meses de su mandato despreciado y abandonado por el gobierno federal al chocar políticamente con uno de los presidentes más impredecible de los últimos tiempos, LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ, quien por cierto cumplió 100 años de edad y se encuentra recluido en su residencia, traicionado y abandonado por amigos y familia.
ALFONSO G CALDERÓN, gobernó durante la presidencia de LUIS ECHEVERRÍA y JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, durante su gestión supo integrar un equipo de gobierno capaz y plural, él decía que había integrado una cobija con todos los colores y sabores. Desde el arranque de su sexenio hubo celos y reclamos que originaron golpes bajos entre sus colaboradores, enfrentando además a ricos empresarios, agricultores y políticos de gran calado. A mitad de su administración CALDERÓN realizó un gobierno más equilibrado y de concertación con la sociedad. Apoyó y conformó una generación de jóvenes funcionarios que dieron buenos resultados y que lograron trascender en lo político a nivel local y nacional. Fue un hombre de mil batallas.
Al término de su mandato constitucional, ALFONSO G CALDERÓN, participó como representante del sector obrero en la campaña presidencial de MIGUEL DE LA MADRID, y al triunfo de este, ocupó la Subsecretaria de Pesca. Al día de su muerte CALDERÓN fungía como Secretario Adjunto de su central obrera (CTM) al lado de uno de los hombres más poderosos del país, FIDEL VELAZQUEZ. A partir de entonces el PRI se desfondó y sigue al garete.
En el Municipio de Ahome, MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, descendiente de personajes que dejaron un gran legado en la región en materia social, económica, cultura, de salud y educación. Mismos que sirvieron de guía para que CHAPMAN MORENO, supiera lo que tenía que hacer en tiempos de huracanes, inundaciones, pandemia, grillas de mercado y campañas negras en su contra. A pesar de todo esto, salió victorioso y logró una Diputación Federal. Como alcalde supo impulsar programas sociales, fue respaldado por una recaudación histórica y participación ciudadana en la aplicación del gasto público. Además de generar una renovada comunicación política entre gobernante y gobernados. El sello de la casa fueron los programas de salud que son
ejemplo Nacional.
BILLY CHAPMAN, alentó la educación orientada a la democracia como anhelo más hondo de las colectividades, sector donde aún se encuentran niños y jóvenes deseosos de superación, desorientados por la falta de valores y carentes de medios económicos para terminar sus estudios. MANUEL GUILLERMO CHAPMAN, aprendió y practica la política social de su mentor ALFONSO G CALDERÓN, tratando de alejarse de grillas y politiquería. Hoy como legislador, hace política legislativa a lado de hombres como IGNACIO MIER, GERARDO NOROÑA, PABLO GÓMEZ y otros. Actualmente La razón nos obliga a considerar una formula diferente: quienes desean sinceramente la paz, el progreso, la democracia, la libertad y mejores gobiernos deben consagrarse a preparar la receta que contiene educación, civismo, cultura, valores y un justo equilibrio humano. Una frase de Wordsworth lo resume todo, “el niño es el padre del hombre”.