En Sinaloa y gran parte del país los buenos liderazgos se han ido perdiendo, otros que tenían una gran vocación de servicio se han divorciado de la política ante su falta de congruencia y valores. El poder político muy atractivo, ayuda a dominar territorios, acumula riquezas y hace cambiar a las personas. Muchos de los que participan actualmente en el servicio público siguen viviendo del pasado, pisando su propia sombra y cuidándose de ella para que no les estorbe. Mientras que algunos dirigentes de organizaciones políticas se pierden en la soberbia y en los negocios personales.
El sector empresarial cuenta con un gran número de hombres y mujeres en su mayoría ausentes de luchas democráticas y de justicia social. El guion a seguir es quedar bien con el alcalde, gobernador o presidente en turno, ya que son ellos quienes reparten el pastel. Hoy, al igual que en el pasado, las luchas por el poder político y “las tajadas” de los ingresos que dejan los negocios con las esferas del gobierno están en el corazón de las decisiones gubernamentales. Esta ha sido la norma y seguirá siendo por muchos años más, a pesar de que se
diga que las cosas han cambiado. Vivimos tiempos de mucho partidismo con fórmulas fragmentarias de dirección excluyente e incluso satanizadoras como si con ello nos condenaran inexorablemente a un nuevo callejón sin salida.
El futuro de México se encuentra en manos de las nuevas generaciones que se encuentran en las cámaras empresariales, organismos sociales, universidades, en áreas de la cultura, investigación, en el hogar, en los tres niveles de gobierno, etc. Los dirigentes de partidos políticos si desean trascender tendrán que cambiar de piel y de mañas.
El sector agrícola debe entender que un dirigente no se hace de la noche a la mañana, mucho menos con banderas de servilismo. Las dirigencias de Los módulos de riego deben terminar con los viejos vicios y dejar de pensar que repartiendo cerveza y comida controlan a sus miembros. Las cámaras empresariales deben reflejar transparencia y servicio a favor de sus agremiados y de la propia sociedad, y dejar de ser trincheras políticas o negocios turbios de sus dirigentes con los gobiernos.
En una sociedad como la nuestra, pedimos cambios sin cambiar, solicitamos justicia sin ser justos, no aceptamos la razón de los demás y queremos opinar en todo. Nuestros guías siguen sin escuchar la voz de la sociedad, sus necesidades, aspiraciones y reclamos. En fin, son muchas las lecturas que hay para lograr esos liderazgos que tanto anhela la sociedad en lo político, social y económico.
Sera muy interesante ver lo que pasará en los próximos meses cuando los partidos políticos designen a sus abanderados que habrán de competir como candidatos a puestos de elección popular. Seguramente sus decisiones se basarán en rentabilidad electoral, liderazgo social, experiencia y honestidad. Atrás deben quedar los compadrazgos, compromisos políticos y desaseos electorales, de otra manera seguirá el ritual de designar incondicionales y marionetas del poder.
En Sinaloa ya inició el juego sucesorio del presidente AMLO y también se han acrecentado las luchas por las candidaturas al senado, diputaciones y alcaldías. FELICIANO CASTRO, ENRIQUE INZUNZA, LUIS GUILLERMO BENÍTEZ, GRACIELA DOMÍNGUEZ y TERESA GUERRA (por aquello de la equidad de género) ¿Serán líderes con la calidad moral suficiente para buscar con toda legitimidad una candidatura al senado? Es posible que IMELDA CASTRO busque su relección, al igual que MARIO ZAMORA, quien por cierto en los últimos días demostró que no es rehén de los intereses de QUIRINO ORDAZ y ALEJANDRO MORENO. MARIO Supo caminar al filo de la navaja, demostró congruencia y madurez política con el tema de la militarización del país.
También nos preguntamos si los diputados locales del PRI, MORENA y PAS tendrán los méritos suficientes y el aval de la sociedad para buscar su relección como es el caso de JUANA MINERVA VÁZQUEZ; ISMAEL GUERRERO, ELIZABETH CHIA, CECILIA COVARRUBIAS, FELICIANO VALLE, FELICITAS POMPA, MARCO CESAR ALMARAL, ERNESTINA NEGRETE, ALFONSO IBARRA, VIRIDIANA CAMACHO, RICARDO MADRID, CINTHIA LANGARICA, entre otros más, mismos que pareciera que prestan su nombre, maquilan en lo legislativo y le quedan a deber a la sociedad.