En los últimos años el mundo ha evolucionado en forma acelerada, las costumbres de la sociedad están cambiando, se pierden las tradiciones y lo viejo se vuelve obsoleto. México no es ajeno a estas transformaciones: El INE, está bajo presión gubernamental obligado a sacar avante la revocación de mandato; el poder legislativo valora tres propuestas de reformas constitucionales que mandó el presidente AMLO la Reforma Eléctrica, la Electoral y lo concerniente a la guardia nacional; Por otro lado el alza de los precios de fin de año presiona al poder adquisitivo y anticipa una gran desaceleración económica; el Covid-19 está en niveles alarmantes y todo esto podría ocasionar que en nuestro país aumente la pobreza.
45 años han pasado desde que LUIS ECHEVERRÍA dejó el poder presidencial, durante ese tiempo se fortalecieron las instituciones, y en la actualidad, la labor renovadora que ha realizado el presidente AMLO nos deja un marco jurídico propio para la participación y la organización social, lo que ayuda a fortalecer el ejercicio democrático. Sin embargo, los cambios que reclama la sociedad no dependen solo de la figura presidencial, el cambio es de todos y en ello va gobierno, partidos, empresarios, medios de comunicación y sociedad en general.
El PRI fue un partido que tuvo un gran auge en los años 60, su militancia era más por costumbre que por ideología, pero contribuyó a la gobernabilidad del país y algunos de sus programas de gobierno fueron muy positivos. Sin embargo, los buenos resultados de gobierno fueron devorados por la corrupción, la impunidad y las traiciones. Ahora este partido está sumergido en las deslealtades, pues como dice un conocido refrán “siempre hay que estar con el ganador”.
El PAN perdió su atractivo electoral y sus liderazgos no prenden; en el PRD las pocas figuras existentes quedaron como guardianes de un viejo edificio que refleja pobreza económica e ideológica; en el PAS, su líder moral parece estar desojando una margarita para decidir si sigue al frente de la Secretaría de Salud o retorna a la lucha como figura relevante de su partido; mientras que SERGIO TORRES, del MC, pierde espacios publicitarios, ahorra combustible y saliva para épocas electorales.
En México, a pesar de los grandes avances en materia electoral, la falta de democracia interna en los partidos políticos exhibe ambiciones de poder. La selección de candidatos a puestos de elección popular sigue atada a viejas costumbres. El dedo mágico de dirigentes, gobernadores y la mafia que disfrutaron del poder son los que deciden candidaturas. Lo que no deja de ser un contrasentido, es que todos los partidos ya sean verdes, morenos, azules, naranjas, etc. una vez instalados en el gobierno les da por administrar la democracia, esa que no practican.
En Sinaloa se viven momentos de futurismo político para el 2024. El PRI, prácticamente ya echó a andar su vieja maquinaria y se prepara para renovar su dirigencia estatal a sabiendas que los tiempos y las circunstancias político-económicas no le ayudan toda vez que carece de alcaldías, gubernaturas y la presidencia de la república. A lo anterior hay que agregar el cambio de dirigencia de la liga de comunidades agrarias en manos del interino MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ MIRANDA, donde al voto verde ya pinta de “moreno”; además la sección 53 del SNTE, aun en manos de FERNANDO SANDOVAL, mide tiempos y circunstancias para lanzar convocatoria ante el temor de perder el control político que le ha brindado a DANIEL AMADOR y allegados poder político y económico; sin olvidar que ya empezó la lucha por el control de las sindicaturas imperando el dedo de los alcaldes en turno.
Tal parece que este 2022 las presiones y “desbandadas” van a estar fuertes en Sinaloa. Las críticas y denostaciones están muy arraigadas en ciertos sectores. Los tiempos gubernamentales y electorales, así como las condiciones económicas, sociales y de salud que enfrenta la población difícilmente le otorgarán tregua al gobernador, quien sigue tejiendo una red de reconciliación política por todo el Estado, pero requiere más apoyo de sus colaboradores.
Los secretarios JAIME MONTES (agricultura) y JAVIER GAXIOLA COPPEL (Economía), tienen la tarea de colocar la producción de frijol y maíz con los mejores precios de comercialización posible. Esta tarea es fundamental para Sinaloa.