El Estado de Sinaloa está marcado por tres zonas en lo Económico, Político y Social. El Sur del Estado tiene el peso del turismo, la industria pesquera y la agresividad empresarial. Las fiestas de carnaval en el puerto de Mazatlán son de corte internacional y que decir de empresas como Mazatún, Café el Marino, su rica Cerveza Pacífico, restaurantes como el Panamá, sus mariscos, discotecas, malecón, el Teatro Ángela Peralta, el mercado municipal y los grandes hoteles que son bañados por la brisa del mar, entre muchas cosas más, como ventanas al exterior.
Lamentablemente en este municipio también existen sectores de gran marginación social, calles sin pavimentar, drenajes insuficientes, trazos viales mal realizados, inseguridad pública, alcoholismo y drogadicción. En lo político ha sido gobernado por diversos partidos y a pesar de ello, muchos de sus alcaldes no han tenido la capacidad necesaria para administrar este bello y grandioso municipio, de donde es originario el gobernador del Estado QUIRINO ORDAZ COPPEL.
Hace 10 años, durante el gobierno del Presidente Felipe Calderón, autoridades federales anunciaron el nacimiento de un nuevo complejo turístico en el Municipio de Escuinapa, sobre las costas del pacifico mexicano llamado el “CIP Playa Espíritu”. Proyecto integralmente planeado y sustentable, que superaría en magnitud a Cancún, levantándose en una superficie de 2 mil 381 hectáreas que fueron propiedad del exgobernador ANTONIO TOLEDO CORRO. Hasta abril del 2018, el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa reportaba una inversión federal en infraestructura por el orden de 3 mil 300 millones de pesos. Este Proyecto tenía contemplado una inversión de 12 mil millones de pesos y la generación de 220 mil empleos, pero fue cancelado por el gobierno del presidente LÓPEZ OBRADOR.
La Siembra y producción de mango, cocoteros, chile, pesca, ganadería en pequeña escala, fabricación de muebles, siembras de temporal, entre otras actividades, no son suficientes para disminuir la pobreza de regiones del sur de Sinaloa, principalmente en municipios como Escuinapa, Rosario, Concordia, San Ignacio y Cósala. Generando violencia, desplazamiento de zonas rurales a la ciudad, creando nuevos cinturones de miseria y olvido.
La culminación de las presas Santa María y Picachos, dos grandes proyectos hidráulicos añorados y gestionados desde hace años, generarán beneficios sociales y económicos a los pobladores de los municipios de Rosario y Escuinapa, al irrigar miles de hectáreas en sus dos ciclos agrícolas. Al municipio de Mazatlán le garantizaría también el abasto de agua por los 365 días del año, dinamizando con ello al sur del Estado.
La Zona Centro de Sinaloa, la más productiva, exigente e influyente por ser sede de los mayores liderazgos políticos, empresariales y sociales, tiene un mejor nivel de vida, al coincidir industria, comercio, agricultura y Turismo. Lamentablemente en la zona centro existen grupos y sectores que demandan vivienda, drenaje, agua potable, alumbrado público, calles pavimentadas, empleo y seguridad pública, que no han tenido solución, además, en los últimos días retumbaron tambores de guerra que se escucharon a nivel internacional.
La zona norte con Ahome, El Fuerte, Choix, Guasave y Sinaloa Municipio, se distingue por su potencial Agrícola, ganadero, pesquero, minero y modernas vías de comunicación. Pero en algunos de sus municipios hay carencia de liderazgos y en otros, el tiempo los ha deteriorado.
A pesar de su rico potencial, la zona norte de la entidad no ha podido despegar en su economía, por algunos empresarios conformistas que son buenos para pedir y malos para dar. Empresarios que deben entender que la modernización económica exige que este sector cumpla con su función social y que combine adecuadamente los recursos productivos, en un juego de economía y bienestar social que permita que todos ganen.
Los municipios del Norte de Sinaloa, tienen mucho que aportar, pero requieren de proyectos económicos que se fortalezcan con la visión y decisión del empresariado nacional de invertir a largo plazo. Una nueva cultura empresarial, que avance de acuerdo a las necesidades y nuevos tiempos. Atrás deben quedar esquemas de protección, de especulación gubernamental y de paternalismo mal encausado. Los retos internos y externos de la modernidad económica y productiva, no se podrán consolidar sin la participación comprometida de los empresarios. En Ahome, la Planta de Amoniaco promete una millonaria inversión y la generación de muchos empleos, pero también es discordante con posturas que chocan entre sí. En el proyecto existen de por medio muchos intereses económicos y políticos de peso y de mucho$ pesos.
No hay crecimiento económico sin la participación de grupos sociales, como tampoco hay desarrollo justo y equilibrado sin la dirección y orientación del Estado y reglamento del municipio. No se debe hacer política de estas realidades, mucho menos trincheras de venganzas. Existen desordenes heredados que hay que recomponer en lo político, económico y social como indisciplina en el gasto público, imprecisión en las responsabilidades y en los medios, una economía especulativa, desorden con la ilusión neo populista o la claudicación neoliberal. Una culpa que es de todos y todos estamos obligados a resolver.
Sinaloa está gestando un nuevo alumbramiento electoral para el 2021, el cual tendrá la responsabilidad de llevar las riendas de la entidad por seis años. Independientemente de quien será el elegido, el gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, aún tiene tiempo de tejer estrategias, de coordinar esfuerzos y con el impulso de la sociedad seguir tocando puertas federales para lograr mayores apoyos al campo, presupuesto suficiente para terminar la carretera que conectaría a Choix con Chihuahua, etc. Es necesario contar con el apoyo de la federación para lograr el desarrollo que Sinaloa merece.