Con el inicio del mes de la patria se discuten temas de la independencia nacional, de gobiernos neoliberales y transformadores, del proyecto de ley de prisión preventiva generalizada, de partidos políticos y coaliciones, cuestiones de la democracia con reivindicaciones y acciones propias de una sociedad en constante movimiento, etc. Pero también sirve para olvidar temporalmente problemas económicos, de inseguridad, salud, socavones, drenajes colapsados, etc. En este transitar unos dicen que son los buenos y otros los malos, hay abusos de autoridad o de extrema debilidad de las instituciones, así como la ausencia de principios de legalidad, entre otras cosas más.
Son tantos los agravios y problemas que arrastra la sociedad, que no sabemos cuál será el futuro que enfrentarán las nuevas generaciones. El sistema político que nos gobierna, a pesar de ir montado en la 4T, es viejo y obsoleto. Y que decir de “los de enfrente” que en su mayoría son mañosos, codiciosos y corruptos.
Un alto porcentaje de la sociedad está enfocada en la crítica destructiva, otros aplauden sin ton ni son, mientras que miles se dedican a ver pasar el tiempo. También existe una minoría que se reparte el poder, queriéndose perpetuar en él pero sin dar solución a los graves problemas que nos agobian: la supuesta verdad de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapan sigue siendo una Hidra de mil cabezas al ser detenido quien fuera Procurador de la PGR, JESÚS MURILLO KARAM, señalado de ser cómplice de un crimen que embarró al Estado.
El sistema educativo mexicano con más de 2 millones de maestros, más de 30 millones de estudiantes y más de 255 mil escuelas, sigue a la espera de hombres de la talla de JAIME TORRES BODET, JUSTO SIERRA o JOSÉ VASCONCELOS.
En materia de seguridad pública, a casi 4 años de administración del presidente AMLO, se reportan más de 121,655 homicidios y feminicidios. La liberación de ROSARIO ROBLES, dio la nota de ocho columnas, generó morbo y posiblemente se hizo justicia, pero no resuelve el tema de la corrupción.
“Las corcholatas” del presidente AMLO juegan con las reglas que les marcan desde Palacio Nacional, donde el destapador es crucial para asegurar la candidatura de CLAUDIA, ADÁN AUGUSTO, MARCELO o cualquier otro de MORENA. En fin, es tan mediocre nuestro desarrollo político que hasta ELBA ESTHER GORDILLO levantó el brazo y dijo aquí estoy.
El tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, sigue acalambrando la inversión externa en nuestro país, por la incertidumbre en materia energética, por los monopolios existentes, por la inseguridad pública que aleja la inversión y la desconfianza en nuestras leyes. Además se suma la indolencia de un gobierno que sigue sin entender que vivimos un mundo globalizado. Así podríamos seguir enumerando un sinfín de problemas y necesidades que hacen de nuestro México un país en subdesarrollo.
La amarga realidad es cruda y sin comerciales. El fracaso de los gobiernos neoliberales y transformadores pareciera ir de la mano o en sentido contrario ¿Dónde están y cómo viven los expresidentes SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA NIETO? ¿Dónde están los exgobernadores acusados de corrupción, lavado de dinero y ligas con el crimen organizado? ¿Quién ha respondido por promesas de campaña no cumplidas? ¿Qué han hecho los partidos políticos para acabar con los viejos vicios que los aquejan?
El presidente LÓPEZ OBRADOR llega hoy a su cuarto informe de gobierno con algunas promesas de campaña cumplidas y otras que solo han quedado en el discurso; con un crecimiento económico de los más bajos en los últimos años que anuncia recesión; un país dividido y confrontado en lo político; con más dudas que respuestas tocante al T-MEC donde la voluntad de Estados Unidos se impone y marca las reglas a seguir; con un avión presidencial que no se rifó ni se vendió y con los precios de las gasolina más altos que nunca.
Es momento de que sociedad y gobierno, apartados de toda tentación malsana o ventajosa y libre también de liderazgos iluminados, cierren fila para avanzar con rumbo al renacimiento y modernidad de la nación, partiendo de los valores indiscutibles de nuestra historia y de nuevos consensos, algunos de ellos todavía en gestación y otros a la espera de atención ¿Qué esperamos para accionar, exigir y asumir responsabilidades mutuas?