La nueva cultura política en México y sus regiones debe ser de participación compartida, con ética y responsabilidad entre partidos, sectores, gobierno y sociedad. Es tiempo de abrir oportunidades para todos haciendo a un lado simulaciones y perversidades que llevan como objetivo la búsqueda del poder para resolver problemas económicos ya sea personales, familiares o de camarillas mafiosas que siguen vigentes. Es tiempo de una nueva cultura política-social, que avance en la democracia, respeto, honestidad y tolerancia. Con procesos electorales que sirvan para competir y no enfrentar a unos y otros como gladiadores del coliseo romano.
A los procesos electorales del 2021 deben llegar hombres y mujeres que se distingan por su honorabilidad, liderazgo, carácter, capacidad y calidad moral, para que dejen de ser floreros del poder. Atrás deben quedar los compadrazgos políticos y las líneas que favorecen a incondicionales. Tan mal andamos en la materia que a través del voto elegimos a servidores públicos carentes de experiencia y conocimiento al puesto que habrán de llegar, y lo peor sin saber ni quiénes son.
México y por consiguiente Sinaloa, requieren de cambios estructurales bajo un marco de transformaciones que conlleven una evolución de tipo político. Presidentes de la República y gobernadores han tomado numerosas medidas para llevar adelante sus propósitos de transformar las instituciones políticas del país. Lamentablemente dichas transformaciones han fracasado ante la incapacidad para lograr la integración de todos los componentes sociales.
Si deseamos avanzar, necesitamos reorientar el rumbo del crecimiento económico mediante políticas de pleno empleo y redistribución del ingreso, con el fin de mejorar el poder adquisitivo de las mayorías. También fortalecer las finanzas públicas con el fin de hacerlas menos dependientes del endeudamiento interno y externo. Debe existir una racionalización del desarrollo industrial así como del uso de los recursos disponibles, a fin de lograr un crecimiento más equilibrado tanto en el aspecto regional como sectorial.
La economía mexicana resintió en 2019 cuatro trimestres consecutivos de caída, algo no sucedido en 26 años, motivado principalmente por una disminución en la industria y el estancamiento de los servicios. Como consecuencia de esta caída se redujo 1.4% el producto interno bruto (PIB), como señal de lo que estamos viviendo en este 2020 por la desaceleración económica mundial, la falta de políticas públicas del gobierno de la 4T, la pandemia del covid-19 y por la violencia que se registra en diferentes regiones del país. Todo esto pinta un panorama obscuro y fuera de la realidad de lo que dice y hace el presidente LÓPEZ OBRADOR.
Lo que enfrenta la sociedad mexicana actual la pone al límite de su paciencia, sacrificio y esfuerzo. Debilita y desgasta también a los gobiernos, por ello hay que estar prevenidos de lo que pueda venir ante el descontento social.
Andamos tan mal, que prácticamente en todos los órdenes de la vida pública los liderazgos están acotados. En el sector privado ya no hay grandes líderes luchadores como en el pasado, la comodidad los arrastró, los corrompió el sistema y van por los negocios que da el sector público. Mientras que los liderazgos sociales y políticos no se ven por ningún lado. El Tratado de libre comercio (TLC) así como llegó, se desvaneció y se transformó en el T-MEC. Por lo que las políticas liberales practicadas en estos nuevos modelos en el mundo, acabaron con liderazgos para ungir poderes gubernamentales.
Esto, entre otras cosas, han provocado resultados electorales contrarios a la lógica política, fomentando el hartazgo social, porque los gobiernos tampoco han podido ejercer liderazgos de control y atender las demandas sociales y económicas que nuevamente están a la orden del día, sobre todo con lo que tiene que ver con las finanzas familiares.
En la política actual ya no hay ideologías, solo intereses grupales. Lo que ha tenido que instituir formas de gobierno basado en ocurrencias o alternancias sucesivas y tal vez esto es lo que ha generado la corrupción en los gobiernos. También seguirán de moda las coaliciones o alianzas como luchas despiadadas por el poder. Todos quieren poder y enriquecerse a costa de presupuestos públicos, mientras que la mayoría de la población sigue viviendo en la pasión, el engaño y la pobreza. En México, para variar, estamos escasos de auténticos líderes y los que hay se pueden convertir en fraude electoral y de gobierno. ¡Aguas!
A Estados Unidos se le tenía por un gran líder mundial por su peso económico, pero hoy su economía da tumbos y padece serios problemas económicos, de salud y sociales. Aquí explica la lucha por el liderazgo mundial entre China-Estados Unidos, y el afán de DONALD TRUMP, por lograr su reelección.
El recrudecimiento de la violencia también tiene sus impactos político y económico. En lo político, porque se asocia con la transición del poder gubernamental en Sinaloa y otros estados del país, como la renovación de diputados federales y locales. También, algunos de los 18 alcaldes de los diferentes municipios de la entidad tendrán la oportunidad de buscar su relección, otros tratarán de llegar al poder legislativo y los demás se irán al olvido.
En el municipio de Ahome, MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, en su afán de transformar la cultura y participación de los ciudadanos, se topó con la pandemia del covid-19, misma que enfrenta en condiciones desiguales ante algunas limitaciones económicas, aun así, sus esfuerzos los encamina a generar conciencia ciudadana pidiendo a la población quedarse en casa. En materia de seguridad pública su administración ha logrado que Ahome ocupe a nivel nacional el sexto lugar con menos percepción de inseguridad, y esto no se logra por decreto, sino con voluntad y esfuerzo.
Hoy la confrontación delictiva es entre algunos grupos y sus gentes, aún no toca a sectores sociales del municipio, y esto hace la diferencia en relación a otros lugares. Por eso se dice que Ahome es un municipio tranquilo para el ciudadano común y corriente. CARLOS RODRIGUEZ PONCE, director general de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, le da otra cara a la corporación y resultados que están a la vista de todos.