México es un país que ha tenido avances democráticos en cuanto a equidad de género, derechos civiles, derechos humanos, etc. Pero también ha habido retrocesos, ya que una parte de la sociedad gusta de convertir en espectáculo las campañas electorales o las ocurrencias de algunos gobiernos; en algunos casos el voto no es reflexionado y mucho menos se llega a comprender los intereses diversos que se ocultan detrás de candidatos a puestos de elección popular y sus partidos. La democratización en México debe ser aparejada con mecanismos de opinión pública cada vez más claros y profesionales. En este momento, ningún partido dispone de un proyecto que haya rebasado las necesidades del país a mediano y largo plazo. Sobran las ocurrencias y la lucha
por el poder es encarnizada, sin tregua y sin árbitro.
El 2024 marca algunas tendencias en materia electoral, mismas que se observan complicadas y hasta amargas: El PRD se encuentra muy drenado por el sectarismo, no ha crecido y menos ha cambiado su forma de “tranzar” para sobrevivir o avanzar; el PAN se muestra incapaz de superar visiones retardadas, y cuando tuvo el poder presidencial enloqueció, derrochó vastos recursos de los ingresos petroleros y le dio por jugar a las guerras; el PRI, por su parte, está convertido en un nido de corrupción, intereses grupales y ambiciones de poder.
Quienes conocen al presidente, LÓPEZ OBRADOR, dicen que es un hombre inflexible, que no hay poder humano que cambie sus decisiones. Por ello, la sucesión presidencial del 2024 de MORENA y aliados se dará bajo las reglas y lineamientos que marque el presidente de la república, y seguramente no se podrá cambiar ni una coma a sus decisiones. La metamorfosis que ha sufrido MORENA y sus dirigentes, no ha sido suficiente para marcar un estilo diferente al PRI, entre ellas la voluntad presidencial de imponer sucesor.
CLAUDIA SHEINBAUM, gobernadora de la ciudad de México, por el momento sigue en caballo de hacienda, pero con el anuncio del Dirigente Nación de MORENA, MARIO DELGADO (quien puso en el juego sucesorio al Secretario de Gobernación ADÁN AUGUSTO LÓPEZ) las cosas cambian, se cuida al bueno, empiezan los calambres políticos y se confunde al grupo en el poder.
MARCELO EBRARD y RICARDO MONREAL, no bajan la guardia. El primero se vende como héroe al lograr atraer al país millones de vacunas para contrarrestar la pandemia del covid-19, pero lo persigue el fantasma del metro de la ciudad de México, aun así, hace pactos y alianzas con personajes de origen sinaloenses que prenden veladoras para que se les haga el milagro de “la candidatura presidencial”; Por otra parte, RICARDO MONREAL (a pesar de que supuestamente no está en el ánimo presidencial) como líder del senado impulsa diversas reformas de alto calado, manda mensajes de cordialidad al presidente y tiene muchos seguidores en Sinaloa.
El 2024, es un año muy importante en la vida democrática del país, y lo que suceda, electoralmente hablando, mucho dependerá de los resultados que obtenga el gobierno de AMLO en materia de salud, educación, seguridad pública, economía, cambio climático, derechos humanos, etc. Sin duda alguna, los cambios o políticas a refrendar pasarán por las urnas electorales y también influirá la transformación de la mentalidad de la sociedad.
Hay una sociedad despierta, pero también dominada, confusa, dividida, donde se cuestiona mucho y se aporta poco. Todo indica que quienes tienen el poder lo quieren mantener a toda costa, con un sistema electoral a su exclusivo arbitrio y con utilizando “el dedazo” casi como una tradición nacional.
Muchos llegan a los puestos públicos sin tener idea del proyecto de gobierno a realizar y en cambio los utilizan para lograr riqueza sexenal. No corren riesgos, no se ven obligados a llevar una vida ejemplar y siempre están dispuestos a bailar al ritmo de la música del momento. Ayer fueron del PRI, por la noche durmieron con el PAN, hoy se dicen de MORENA, mañana quién sabe.
La baraja social se mueve con gran velocidad, los problemas no son aislados ni fragmentarios, se vive entre encuentros y desencuentros, cuando lo que debe imperar es el debate de ideas, la expresión de opiniones, la responsabilidad y la tolerancia sin llegar a la ruptura social. El día de ayer la sociedad dijo SI a la construcción de la planta de Amoniaco en el Puerto de Topolobampo. Por los intereses que este tema representa y las lecturas que deja, abordaremos este tema en una próxima columna.