En el juego de la política se participa y no hay garantía de triunfo. De perder se retiran los supuestos amigos, llega la frustración y hay que comenzar de nuevo. Mientras que el ganador grita de euforia, es aclamado y anuncia que va por todo y con todo, perdiendo el piso, la humildad y hasta la realidad de lo que pasa a su alrededor. La política es un fenómeno lleno de señales que a veces se toman equivocadamente y las consecuencias tienen un alto costo político que tarde o temprano se tiene que pagar.
Los resultados electorales en los Estados de Coahuila e Hidalgo, donde el PRI obtuvo la victoria, tiene varias lecturas que se deben analizar y valorar. En la reciente elección la sociedad mandó nuevos mensajes con dedicatoria a MORENA, pero también imperó el subdesarrollo político.
En Coahuila imperan los cacicazgos políticos de los hermanos HUMBERTO Y RUBEN MOREIRA, ex gobernadores que arrastran señalamientos de corrupción en su contra, son acusados de tener ligas con el narcotráfico y de existir en contra de ellos una justicia simulada. En lo electoral el PRI siempre ha tenido el control de los 7 municipios más importantes de este Estado y no los quiere soltar. Por ello la pesadilla de los Moreira no termina y darán mucho de qué hablar.
En el Estado de Hidalgo, feudo político de los ex gobernadores JESÚS MURILLO KARAM y MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG, también fueron salpicados por supuestos hechos de corrupción, enriquecimiento inexplicable, lavado de dinero y por el caso de Ayotzinapa. Ambos tienen a su servicio al gobernador OMAR FAYAD, quien está obligado a cuidar y defender la plaza para el grupo que por muchos años ha tenido el poder en esta entidad. Los resultados electorales en ambos Estados no pintan gran cosa, a pesar de representar una bocanada de oxígeno para un partido que no fácilmente se podrá quitar las manchas de corrupción, impunidad y abusos de poder.
El proceso electoral del año entrante no solo se juegan 21 mil 368 cargos, entre ellos 15 gubernaturas, 500 diputaciones federales, sino que se marcará la primera mitad del mandato presidencial de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR. En esta elección gobierno y partidos políticos echarán toda la carne al asador. Los partidos de oposición al presidente, buscarán el poder, minar la fuerza presidencial y arrebatarle anticipadamente el control de la sucesión presidencial; mientras que el gobierno de la 4T, buscará la mayoría en el Congreso Legislativo para sacar avante leyes y reformas que oxigenarían al gobierno, dando fortaleza y gobernabilidad para lo que viene.
Los partidos políticos siguen ofertando muchos rostros conocidos y pocas propuestas novedosas, como si el país siguiera siendo el mismo de los años setentas. MORENA carga inexperiencia, le falta crecer, organizarse, estructurarse, tener más humildad y madurar. El PAN, no suelta los fantasmas del pasado, lo persigue la sombra de VICENTE FOX, FELIPE CALDERÓN, GENARO GARCIA LUNA y se esconden en una bodega que fue propiedad de RICARDO ANAYA. Por su parte, el PRI busca retornar al poder montándose en el cinismo y la falta de memoria de muchos ciudadanos.
México sigue padeciendo actos de corrupción, el tablero político nos indica que andamos mal y la salida del túnel se mira distante. Son 11 partidos nacionales y otros tantos locales que disputarán y dividirán el voto, sin dar garantías de resultados de buen gobierno. Mientras que nuevos escándalos de corrupción y narcotráfico en las esferas públicas nos llenan de vergüenza a nivel nacional e internacional.
Por otra parte, las cámaras de Diputados y Senadores aprobaron la extinción de 109 fideicomisos con la justificante de que fueron instrumentos de corrupción. El polémico tema ha generado numerosas protestas a favor y en contra. La opacidad para dar claridad a la función que realizaba cada uno de ellos requiere transparencia y convencimiento social. Ahora hay que esperar auditorias, culpables y denuncias penales. De lo contrario estaríamos hablando de abusos de poder y de gobierno que administran un país como si fuera “El rancho la chingada”.
Sinaloa no está fuera de lo que sucede a nivel nacional, siguen circulando nombres que buscan gobernar al Estado, se toman trincheras partidistas, se habla de cambios y transformaciones, se critica y se alaba a los gobiernos. JESÚS VIZCARRA CALDERÓN, era quien más causaba nerviosismo en los mencionados por la gubernatura, pero ya pueden estar tranquilos, toda vez que acaba de anunciar que él no buscará ninguna candidatura, a pesar de ser un fuerte empresario líder en la producción de carne y ejemplo en programas de salud.
SERGIO TORRES, se perfila por Movimiento Ciudadano, Y RUBEN ROCHA MOYA sigue como puntero por MORENA, seguido por IMELDA CASTRO. favorecida por la igualdad de género, lo que empodera a la Senadora. Mientras que MARIO ZAMORA muestra desespero por la inseguridad de no tener la candidatura en la bolsa. JUAN ALFONSO MEJIA, GONZALO GÓMEZ FLORES y SERGIO MARIO ARREDONDO, siguen dentro del juego sucesorio, pero aún no hay nada para nadie.