Relacionar la historia con el presente nos permite entender muchas cosas. Desde siempre, la política ha implicado complicidades y pactos difíciles de entender. En la actividad política existen cosas buenas que deben continuar, pero también hay cosas que nos llenan de vergüenza.
En muchos de nosotros existe sensibilidad, experiencia y sobre todo vivencias, que pueden ser útiles para entender situaciones parecidas, nunca iguales, de lo que pasa en un país lleno de contrastes como el nuestro. La polarización existente, la lucha por el poder, entre otras cosas, reflejan la subcultura del mexicano y la falta de orden. La población sigue siendo rehén de intereses político-económicos, donde unos cuantos deciden el rumbo que debe tomar el país, mientras la mayoría solo vota y se convierte en un simple espectador.
Al Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, le interesa jugar y representar el papel o los papeles que él cree van a beneficiar al país y en consecuencia se desempeña en tales términos con una tenacidad y una actividad poco común. Es un gran improvisador y organizador que sabe llegar a las bases sociales, no por casualidad llegó a palacio nacional.
Como activista político se formó en la acción, quizá por sus dotes de organizador de mítines y marchas hay quienes lo perciben como provocador, sin talento intelectual o de planeación. Sin embargo, hay que reconocer que AMLO es un hombre poderoso que disfruta el poder que tiene, además no hay que olvidar que en sus manos está el destino del país. Para sus seguidores, el presidente LÓPEZ OBRADOR es un modelo a seguir, a pesar de que muchos mexicanos no están convencidos de su manera de gobernar por sus posturas contradictorias y por ser factor de división en la población.
Los Partidos de oposición que buscan ir en coalición electoral rumbo al 2024 (PRI, PAN y PRD) no han podido delinear un programa de acción adecuado a los nuevos tiempos. En el pasado supieron hacerse del poder, pero no pudieron lograr la paz anhelada; tampoco pudieron generar mejor infraestructura en materia de salud, educación, bienestar ciudadano, drenaje sanitario, agua potable, electrificación, pavimentos y que no decir de carreteras de cuotas que fueron concesionadas al sector privado, mismas que son malas y costosas. En este baile, como en los demás, hay de todo, al igual que sucede en el sector privado, en los sindicatos, universidades públicas, en el clero, etc.
La democracia, cuando es débil, puede sucumbir, tal como sucede en Venezuela, Nicaragua, Cuba y Perú, en este último país el presidente, PEDRO CASTILLO, ordenó disolver el Congreso y decretar un gobierno de excepción.
México escribe también su historia y la lucha por el poder no da tregua. En vísperas de los procesos electorales por venir, la oposición al gobierno decidió que el INE no desaparece y frenó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de La Reforma Electoral propuesta por el presidente AMLO, ante el temor de que la democracia quede sepultada.
El poder legislativo debe de ser un poder autónomo tal como lo marca la Constitución y no estar integrado por legisladores que votan leyes que buscan beneficiar a los dirigentes de partidos políticos o que reciben consignas del gobernante en turno de forma irresponsable. ALEJANDRO MORENO dirigente del PRI, MARKO CORTEZ del PAN, JESÚS ZAMBRANO del PRD, DANTE DELGADO de MC, así como MARIO DELGADO de MORENA, no tienen el respaldo de la sociedad ni la calidad moral para decidir el destino del país en materia legislativa. Todos ellos muestran la irracionalidad de posturas trasnochadoras y de sobrevivencia política que les permiten brincar de un puesto a otro.
El Senado de la República debe impulsar un proceso de cambio en materia de política exterior como parte fundamental de un renovado federalismo, debe también convertirse en una expresión eficaz de la soberanía de los Estados y ser voz del pacto federal mediante procesos de consulta y atención a las entidades federativas. Los y las senadoras deben desterrar la subcultura política y debatir con respeto, nivel y educación.
En la esencia de la democracia está la unidad nacional y las propuestas que ayuden a salir del estancamiento económico, del clima de violencia existente y mejorar los sistemas de salud y educación. El precio a pagar es alto, pero vale la pena el esfuerzo ¿Quién se apunta?