La silla presidencial representa autoridad y poder, pero también genera algunos malestares como mareos de poder, ambiciones, cambios de ánimo y por ende muchas de las decisiones que se toman a su amparo no son las mejores pues se llegan a creer un Dios.
De LÓPEZ MATEOS a LÓPEZ OBRADOR hemos ido tumbo tras tumbo, hasta pareciera que la silla presidencial posee algún misterioso encanto que aloca a quienes hacen uso de ella y que Palacio Nacional fuera el recinto de los dioses.
El primero de diciembre de 2018, ante la mirada atónita del país, LÓPEZ OBRADOR se transformó y de un día para otro apareció en escena, elocuente, vivaz, extrovertido, sonriente, caminando con mayor seguridad e inició su gobierno marcado por la esperanza de bienestar. Resumir su gobierno entre blanco y negro nos llevaría muchas páginas debido a las mil complicaciones que implica gobernar. Sacar al país del bache en que se encuentra no es nada fácil, sobre todo cuando se impone la intolerancia y se pierde el equilibrio emocional.
A 7 meses de haber iniciado su cuarto año de administración, AMLO pierde energía y desmerece su popularidad. Los reflectores políticos se inclinan en seguir a personajes que tienen posibilidades reales a la candidatura presidencial y ganar la elección. En esa ruta están: CLAUDIA SHEINBAUM, MARCELO EBRARD y ADÁN AUGUSTO LÓPEZ.
Como antecedente recordemos que ADOLFO LÓPEZ MATEOS privado del equilibrio emocional que tanto necesitaba, nombró heredero a GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, quien fue etiquetado como cruel y colérico. Este a su vez designó como su sucesor a LUIS ECHEVERRÍA, quien en los momentos más críticos de su vida de gobernante, fue señalado como asesino de estudiantes.
ECHEVERRÍA, quien viajó por todo el mundo; enriqueció el pensamiento universal con la Carta de Derechos y Deberes a la declaración de principios de las Naciones Unidas y estrechó la mano de grandes líderes mundiales como MAO TSE TUNG, nos dejó como heredero en la silla presidencial a su amigo de juventud JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, mismo que a mitad de su administración perdió el rumbo, le ganó la frivolidad, el nepotismo, cesó a sus más íntimos amigos como JORGE DÍAZ SERRANO en PEMEX, a JESÚS REYES HEROLES en Gobernación y amarró a un gánster a su administración en la persona de ARTURO DURAZO, como responsable de la seguridad de la ciudad de México. Transformados sus caprichos en actos de gobierno designó como heredero del poder a
MIGUEL DE LA MADRID.
MIGUEL DE LA MADRID ofreció orden y disciplina. Sin embargo, no abatió la inflación y rindió homenaje a la corrupción. Su dedo apuntó a CARLOS SALINAS, quien a su vez siguió el ritual de sus antecesores designando a LUIS DONALDO COLOSIO, pero este no pudo llegar a la silla presidencial y su lugar fue ocupado por ERNESTO ZEDILLO. Una historia que como guion cinematográfico se repite cada seis años y que ahora le toca seguir al presidente AMLO “Jugar a la silla encantada”.
Después de los resultados de la Revocación de Mandato y el rechazo a las iniciativas de reforma eléctrica y electoral, las decisiones futuras que pueda tomar el presidente AMLO para cobrar venganza política son difíciles de descifrar: Si hay elecciones dependerá de quienes sean los candidatos de MORENA y la oposición; también será determinante el papel que jueguen los empresarios, el gobierno de Estados Unidos y el sentir de una sociedad agraviada por la inseguridad pública, lastimada económicamente y cansada de las promesas incumplidas.
Un presidente simula y engaña, pero en esa medida también es engañado y burlado. Corre el riesgo de entregar el poder a quien podría ser su cómplice o su enemigo. Mil historias circulan al amparo del poder presidencial que solo el tiempo contestará. ¿Qué impacto tendrá todo esto en el gobierno de RUBÉN ROCHA MOYA? Principalmente cuando en Sinaloa ya se sufren calenturas políticas y se trabaja en la aún lejana sucesión gubernamental de 2027. ¡Felicidades a todos los niños!! De todo corazón deseo que crezcan en un mundo diferente, libre de violencia, lleno de armonía, progreso y bienestar.