Para hablar de la Dirigencia Sindical del SNTE 53, faltaría tiempo y espacio. Pero entrar al tema del Fideicomiso del SIAT y de Unidad de Servicios Estatales (USE) sería bastante tenebroso. Se dice, después de tantas especulaciones, que este fideicomiso es el dueño del edificio que alberga a la USE, pero las interrogantes se arrastran desde la desincorporación del terreno del Proyecto Urbano Tres Ríos hasta la actualidad: ¿cómo llegó está propiedad a manos de sus actuales dueños?, ¿dónde quedó el dinero de las rentas?, ¿quién autorizó dicha inversión? Este tema tiene material suficiente para escribir un libro dedicado a la impunidad, al abuso de poder y a la corrupción. Entre más información surgen las dudas aumentan, la especulación florece y los actos de corrupción afloran con mayor intensidad.
La sociedad generalmente callamos y solapamos los escándalos en los gobiernos, convirtiéndonos en cómplices. Esta vez no es la excepción, impera “el valemadrismo”, se imponen los altos intereses políticos y económicos, y los desaseos del gremio sindical sacuden a un sector responsable de formar a las nuevas generaciones. Un simple testimonio del registro público de la propiedad, notarial o una auditoria a fideicomisos como el SIAT e ISSSTESIN revelarían los secretos de millones de recursos económicos que en realidad son propiedad de los maestros y
maestras y que han desaparecido como por arte de magia. EL SNTE en sus inicios representó el ideal de una organización sindical fuerte y respetada que buscaba la unidad y el bienestar de sus agremiados. Actualmente los amigables corderos (líderes magisteriales) que sirvieron a gobernantes del pasado, se han convertido en feroces lobos que no están dispuestos a ceder sus espacios de poder y mucho menos someterse al yugo del gobernante en turno. Por lo pronto el gobernador, RUBÉN ROCHA MOYA, sigue firme en su postura de auditar
el fideicomiso que ampara la propiedad de USE tope donde tope, tratando de sentar en el banquillo de los acusados a quienes pudieran estar involucrados en un millonario fraude que afecta a maestros y al Estado. Esto provoca que el conflicto alborote el avispero donde pueden salir raspados ex gobernadores y ex dirigentes magisteriales o simplemente quedar como un show mediático más.
La lucha por el control de la dirigencia de la Sección 53 del SNTE en Sinaloa, ha provocado que se confronten abiertamente el líder sindical JOSÉ FERNANDO SANDOVAL y el gobernador ROCHA MOYA, quien trató de exhibir a un sindicato que arrastra signos de impunidad, pero posiblemente no calculó la dimensión de enfrentarse con un sector intocable en las administraciones pasadas. Es indudable que RUBÉN ROCHA MOYA es un hombre que ha generado altas expectativas de gobierno, con una gran experiencia y comprometido a generar cambios de fondo. Sin embargo, políticamente refleja que sigue nadando solo y sin equipo de protección en un océano donde abundan los tiburones, pudiendo ser rebasado por personajes que miran el 2024 como un escalón para lograr la aún lejana gubernatura del 2027.
Por su parte, GRACIELA DOMINGUEZ como Secretaria de Educación, se encuentra sentada en una lija que desgasta su autoridad y como fuente de interlocución magisterial; el gobernador se juega parte de su capital político al enfrentar a un sector dominado por su líder moral DANIEL AMADOR, quien tiempo atrás también enfrentó los intereses de ELBA ESTHER GORDILLO. Han transcurrido más de cien días del gobierno del DR. RUBEN ROCHA MOYA, pero este tiempo no es suficiente para culpar a su administración por la erosión de las estructuras institucionales del Estado. Sin embargo, el gobernador y equipo de colaboradores está obligado a resolver viejos problemas que se arrastran por complicidades. No se puede avanzar al futuro sin resolver problemas pasados que ahogan el presente. Cien días que pintan a un gobierno con avances, retrocesos y confrontaciones políticas.
El Gobernador debe echar mano de su capacidad y experiencia como rector de la UAS y su paso por la administración pública para llevar a Sinaloa hacia un mejor destino. La ley es clara y no
admite demoras.
En Sinaloa los resultados de gobiernos pasados han sido aparentemente “espectaculares”, pero con pobres resultados, mucha impunidad y con grandes deudas que se heredan de un gobierno a otro. No hay rendición de cuentas y se tiene como cómplices a La Auditoria Superior del Estado, al Congreso Legislativo y al Poder Judicial.
Sinaloa requiere de un gobierno fuerte, firme y enérgico; pero no autoritario ni atropellador de ciudadanos. Un gobierno eficaz y con capacidad de mando suficiente para coordinar las tareas de un Estado que busca un mejor rumbo económico, seguridad y paz social.