En México es muy común que la mayoría de los dirigentes de los partidos de oposición al gobierno critiquen sin mirarse la cola y hablen de honestidad cuando viven en la opulencia con una fortuna difícil de explicar. También abundan los gobernantes que transforman sus caprichos en actos de gobierno y políticos sin experiencia ni preparación que ocupan cargos públicos y deciden el futuro de millones de personas. Por ello los mexicanos vivimos entre sueños, caídas y esperanzas frustradas.
El panorama sucesorio del 2024 no cambia en lo nacional pero si enriquece la coyuntura estatal e impacta en lo político y económico. No es una regla escrita pero los poderes fácticos existen y juegan en la ruleta política, no con candidatos propios, pero si influyen “apoyando” prospectos y luego a candidatos.
Los grupos empresariales tienen sus propios intereses y preocupaciones, y a través de representantes muy experimentados en negociaciones políticas meten su “cuchara”. Los medios de comunicación también juegan un importante papel en la difusión de imágenes, proyectos y aspiraciones de los pretensos, principalmente al gobierno del Estado, en esta ocasión sería por el Senado de la República como posible paso a la gubernatura del 2027.
Los grupos religiosos discretamente hacen sentir sus opiniones, no hacen mucho ruido pero pesan; “los grupos políticos” encabezados por exgobernadores, son los que más se mueven ante el temor de caer en el ostracismo. Finalmente tenemos la fuerza política del narcotráfico, no se ven pero se sienten a la hora de las definiciones. En Sinaloa ya está probada su participación con inteligencia, con fuerza y a veces inclinando la balanza. Son los últimos en opinar pero van a la segura. Tal vez por ello el gobierno de la 4T prefiere abrazos y no balazos.
El Senador MARIO ZAMORA, le puso el cascabel al gato al pedir elecciones libres del crimen organizado, sin levantones y amenazas ¿será un mensaje directo para las autoridades del municipio de Ahome de donde es originario o llevará varios destinatarios? A 16 meses de que se den las nominaciones de candidatos a la presidencia de la república, senadurías, diputaciones y alcaldías, seguramente vamos a presenciar muchas situaciones que pueden cambiar circunstancias de aquellos que se sienten con más posibilidades de conquistar
candidaturas. Mucho tendrá que ver el tipo de relación que mantengan con el presidente de la república, con los Gobernadores y hasta con los grupos fácticos de poder que pueden obstaculizarles o facilitarles el camino a las diversas candidaturas. Así que aspirantes y suspirantes a prepararse porque el camino es largo y complicado. Por lo pronto hay mucho que hacer y que pensar para accionar.
México es un país único y difícil de comparar. Fue saqueado durante tres siglos de la colonia; fue puesto a prueba en su lucha de independencia; sufrió invasiones de potencias extranjeras; ha sido testigo de los desaseos de sus gobernantes; transitó por las leyes de Reforma; sacrificó a muchos de sus hijos durante la revolución mexicana; vivió sueños y promesas incumplidas de prosperidad con la expropiación petrolera.
Hoy nuestra nación añora el bienestar prometido, pero para ello requiere pluralidad política, resolver el tema de la pobreza, acabar con la desigualdad social, fortalecer sus instituciones, acabar con la impunidad, con la corrupción y brindar seguridad. La tarea de cualquier gobierno justo y responsable es poner por delante los intereses de las mayorías sin pisotear a las minorías. Su fuerza está en la comprensión de los problemas económicos de los más pobres y marginados, no en su ocultamiento o sirviéndose de ello para manipular y engañar.
Sinaloa es considerado el granero de México, es reconocido mundialmente por su gastronomía, por su cultura, su música de banda. Cuenta con ricos valles agrícolas, excelentes obras hidráulicas, es un buen destino turismo, posee bellas playas, ricos litorales pesqueros, etc. Sin embargo, requiere un mejor destino en cuanto a progreso, desarrollo y bienestar. ¿Dónde están los líderes empresariales, líderes agrícolas, dirigentes partidistas, exgobernadores, y expresidentes municipales que fueron apasionados y mordaces en sus discursos y que se rasgaban las vestiduras cuando estuvieron en el poder? ¿Será que se extinguió la llama de participación al quedar fuera del reparto de poder? ¿Dónde están los diputados locales del PRI SERGIO MARIO ARREDONDO y RICARDO MADRID o acaso son figuras decorativas que representan solo los intereses de algunos exgobernadores?