En toda la geografía sinaloense se escuchan voces de aliento y decisión para fortalecer la base social, ratificando principios y abanderando postulados de quienes buscan gobernar la entidad, así como administrar ayuntamientos. También hay desaliento, luto y frustración por lo que se vive y no se puede ocultar.
Como ingrediente principal los partidos políticos, candidatos y sociedad requieren cohesión, disciplina y tolerancia. Gobernar en los tiempos actuales es muy complicado, ya que existen fuertes contrastes en lo económico, político y social. El covid-19 vino a darnos el tiro de gracia al perderse la convivencia social, el empleo, la educación es a distancia y la política requiere de mucha habilidad, congruencia y voluntad de servicio a los demás.
Se acabaron los buenos tiempos donde los candidato a la gubernatura de Sinaloa eran por si solos un imán electoral que arrastraba a los demás candidatos de su partido en diputaciones y alcaldías. Si RUBÉN ROCHA MOYA y MORENA desean lograr el triunfo por la gubernatura, tendrán que sacrificar a muchos de los que se dicen “puros” y dueños de su partido, principalmente aquellos que no son rentables en lo electoral y que no tienen los tamaños para gobernar.
Muchos gobiernos y partidos políticos sucumben una y otra vez a las presiones de personas y sectores que se venden como defensores de luchas sociales, en lugar de que primero ofrezcan su contribución y se pongan en la balanza del escrutinio social.
ROCHA MOYA requiere que el resto de los candidatos de su partido le ayuden con votos, que sean impulsores del proyecto de la 4T y factores de unidad. También es necesario que no traigan cola que les pisen, como es el caso de SALGADO MACEDONIO en el Estado de Guerrero, quien pese a las acusaciones de cinco mujeres por abuso sexual, registró su candidatura al gobierno de dicho Estado, generando un gran repudio social.
RUBEN ROCHA MOYA, necesita tener lealtad, unidad, participación y disciplina al interior de MORENA. Muchos de los hoy pretensos a diversas candidaturas, tienen tiempo para encausar sus proyectos, aportarle a la unidad y seguir sumados al proyecto del presidente LÓPEZ OBRADOR. De lo contrario todos perderán y se quedarán con las manos vacías.
ROCHA MOYA tiene experiencia en el servicio público, los años le han dado la madurez para saber lo que busca y quiere para Sinaloa, pero tiene que demostrar y convencer a la sociedad que tiene la mano izquierda para dialoga y sobar; y la derecha para demostrar que no es débil de carácter, que tiene el liderazgo que reclama la entidad y que no aceptará el chantaje como medida de presión para beneficiar a unos cuantos.
MARIO ZAMORA GASTELUM, es ya candidato de la coalición “va por Sinaloa”, tiene juventud y es muy hábil para los números, sabe de administración pública y no desconoce que el toro que quiere montar es muy bronco. En el pasado, su partido el PRI, construyó un arreglo corporativo y clientelista que le sirvió por muchos años para resolver las pugnas por el poder político y garantizar paz y estabilidad. Sin embargo, en la actualidad, ese arreglo ya no funciona.
La bonanza petrolera que surgió en los años setenta, floreció y fortaleció el clientelismo, porque los gobiernos como Sinaloa tuvieron más recursos para financiar gastos, sin tener que aumentar impuestos. Provocando una cultura de exigir recursos públicos para el gasto corriente, para vivir del presupuesto, corromper sindicatos y partidos políticos.
Bajo este concepto se estableció “que vivir fuera del presupuesto público es el peor error” en lugar de propiciar el esfuerzo para financiar el ahorro con desarrollo. Por eso, muchos sinaloenses siguen enamorados de los milagros transformadores del dinero público cuando en realidad solo genera adicción, corrupción y conformismo.
MARIO ZAMORA sabe que los recortes presupuestales aplicados por la federación y avalados por el Congreso de la Unión, limitan la acción del gobierno que busca presidir. Sabe también, que de ganar esta elección, deberá encabezar un gobierno más eficaz y responsable. Ordenando las finanzas públicas y transparentando el gasto con mucha responsabilidad y honestidad.
Quien llegue a gobernar Sinaloa, sea ROCHA MOYA, ZAMORA GASTELUM, SERGIO TORRES o MELESIO CUEN OJEDA, deberá entender que el neoliberalismo económico impulsado por el ex presidente CARLOS SALINAS, se convirtió en sinónimo de corrupción, abuso y desigualdad, porque se implementó sin antes desmontar las estructuras de intereses políticos y económicos que siguen vigentes y haciendo daño al Estado.
La democracia que se vive en la actualidad debe propiciar elecciones limpias, sin aceptar condiciones de poderes fácticos. Debe ser también aportar propuestas de desarrollo y de respeto entre los participantes para generar una mayor participación electoral. Atrás debe quedar la impunidad política que premia los abusos de poder, la corrupción clientelista, burocrática, sindical y empresarial que vive al amparo del poder. ¿Será esto posible?