Millones de mexicanos nos hemos acostumbrado al paternalismo que nos brindan los gobiernos. Por otra parte, nos guste o no, los partidos políticos seguirán subsistiendo a pesar de que muchas de las dirigencias partidistas (del pasado y presente) han traicionado las ideologías que les dieron vida y sustento. PRI, PAN, PRD, MORENA, MC, VERDE, PT, etc. Deben aceptar que han sido rebasados y han perdido su capacidad de representar a la sociedad y mantener su confianza.
“El plan B” en materia de reforma electoral del presidente LÓPEZ OBRADOR ha generado opiniones encontradas, principalmente al afectar la estructura institucional del INE limitando su función de sancionar a los funcionarios públicos que utilicen su cargo para promover su imagen, hacer campaña, etc. En pocas palabras, MORENA y “las corcholatas” del presidente AMLO se sirvieron con la cuchara grande al burlarse de las instituciones y sentirse los dueños del poder ¿Cuál será la diferencia entre el sistema político que nos gobernó y el actual que se dice diferente?
Sería interesante que los partidos políticos comenzaran a madurar y corregir sus errores. Sin embargo, todo parece indicar que el PRI difícilmente volverá a sus años de gloria pues presenta signos de orfandad, abandono y traiciones; el PAN sigue en busca de la honorabilidad perdida ante el descredito que les causó GENARO GARCIA LUNA; en el PRD, JESÚS ZAMBRANO debería jubilarse para darle paso al cambio generacional; el PT de ALBERTO ANAYA, a pesar de ser de izquierda, se comporta como si fuera de derecha; Movimiento Ciudadano, concesionado a DANTE DELGADO, ha transitado por el gobierno de Veracruz, por la Embajada de México en Italia y el Senado de la República, hace sus cuentas y busca conquistar la chica del 2024; el Verde Ecologista parece que perdió color y se muestra marchitado; mientras que MARIO DELGADO, dirigente de MORENA, perdió el rumbo al permitir que en su partido “se mienta se robe y se traicione”.
Todo esto y mucho más, obliga a la modernización de la política mexicana con un cambio democrático y una actitud más crítica de la población, que obligue a la discusión y que haga que el gobierno en sus tres niveles reflexione y presente más opciones en cuanto a programas, planes y acciones con transparencia y rendición de cuentas.
La democracia abrirá las vías capilares de la sociedad en el momento en que pueda acabar con los pequeños feudos de poder, cuando rompa el espinazo de alcaldes que se dicen iluminados y que disponen del presupuesto público como si fueran empresas privadas. La democracia puede acabar con los contubernios entre gobernante y poderes fácticos. La democracia hará más efectiva la vigilancia de las funciones del gobierno y más efectiva la denuncia pública contra abusos y corrupción.
Esto permitiría que empresas, publicas y privadas accedieran a la vida económica de Sinaloa; que pequeños y medianos productores sintieran que vale la pena enfrentar los riesgos, para tratar de vencer las barreras estructurales existentes, además de que se podría incrementar la recaudación fiscal al ver que los recursos públicos se gastan en beneficio de la población y no se van a la bolsa de funcionarios públicos corruptos.
En Sinaloa, el gobernador RUBÉN ROCHA MOYA tiene la oportunidad de seguir abriendo los poros de la democracia impulsando la participación social, vigilando el buen desempeño de los alcaldes y a la vez exigiéndoles que no vendan “espejitos” transformadores ni publicidad engañosa, debe poner orden en aquellos funcionarios que ya están soñando con la gubernatura del 2027.
ROCHA MOYA tiene un bono democrático de aproximadamente 624 mil votos, el cual tiene que cuidar y ser personero del Estado. En el pasado reciente, los sinaloenses padecieron alardes de fuerza que rebasaron lo moral, ético y humano. Hoy se tiene una nueva oportunidad de afianzar el binomio Gobierno-Sociedad, generando confianza y promoviendo el trabajo en equipo, con el fin de alcanzar un mejor Sinaloa. Nada mejor que empezar con un buen ejemplo a nivel gubernamental.