El municipio de Ahome representa un gran orgullo para sus moradores. El primero de mayo de 1935 se publicó el decreto que disponía el cambio de cabecera de lo que hoy es la villa de Ahome a La Ciudad de los Mochis. Desde su fundación este municipio ha vivido diversos acontecimientos que han marcado su historia.
Por su ingenio azucarero, su desarrollo urbano, planeación, obras hidráulicas, su valle agrícola, su obra educativa y el arribo de muchas personas que llegaron de otros puntos del país y del extranjero para establecer diversos negocios, La Ciudad de los Mochis fue ejemplo a seguir en el noroeste del país entre los años 50-70. Ha tenido como alcaldes a grandes hombres de la talla de ROSENDO G. CASTRO, FRANCISCO CEBALLOS, ALFONSO G. CALDERÓN, CANUTO IBARRA, ERNESTO ORTEGÓN CERVERA, etc.
En los últimos años, la mayoría de sus gobernantes ha utilizado la presidencia municipal de Ahome, para resolver sus necesidades económicas y la de amigos, socios y compadres. Es muy común que de las arcas municipales salgan sumas millonarias para pagar apoyos electorales, que se incrementen los costos de la obra pública, que se reciban “mochadas” por concesionar el servicio de la basura y que la JAPAMA sea una “mina de oro” a que hay que explotar. Mientras que las calles de la ciudad de los Mochis se encuentran llenas de socavones, baches y drenajes colapsados, que solo se parchan sin que exista una solución definitiva, convirtiéndose en un problema que se hereda de una administración a otra.
La fuerza obrera que inició con los trabajadores de lo que fue la United Sugar Company, desapareció con el desmantelamiento del Ingenio Azucarero, sus terrenos terminaron fraccionados, se le dio vida a lucrativos negocios de agencias automotrices, casino, restaurantes, centros comerciales, etc. mientras que los predios aun baldíos se encuentran en manos de ex servidores públicos y otros que están en activo, mismos que se distinguen por sus grandes manchas de corrupción. Lo que fueron las chimeneas del Ingenio ahora son mudos testigos de la destrucción de la colonia Americana que de un día para otro desapareció.
El parque Sinaloa (data del año 1929) que se ha distinguido por la variedad de plantas y especies que posee y que fueron traídas de diferentes partes del mundo por su fundador, BENJAMIN JOHNSTON, también sufrió daños en su patrimonio con la construcción en sus terrenos de un fraccionamiento, una torre, centros comerciales, casinos, etc. y todo por la apatía de su sociedad y la corrupción de sus gobernantes.
El Cerro de la Memoria, referente histórico y emblema de la ciudad de Los Mochis, fue llenado de antenas y ha sido deforestado afectando la flora y fauna local, por lo que ha dejado de ser el orgullo de los pobladores de esta bella y esplendorosa ciudad.
El Estadio de beisbol EMILIO IBARRA ALMADA, orgullo regional y casa de Los Cañeros de los Mochis, por disposición del cabildo de la presente administración se aprobó que para efectos “comerciales” lleve también otro nombre ¿Sería para eso la reunión de MALOVA y JOAQUIN VEGA ACUÑA, mismos que tiempo atrás no se tragaban?
La tarea de cualquier autoridad justa y responsable es trabajar y planear el futuro de grandes ciudades como Los Mochis, Guasave, Salvador Alvarado, Culiacán y Mazatlán, para que estas sean más independientes, justas, fuertes y brinden calidad en sus servicios con un crecimiento ordenado; salvaguardando zonas protegidas y ecosistemas vitales para el futuro. Los gobernantes deben llegar a su cargo buscando el bienestar social y no el personal.
En otro tema, Sinaloa ha perdido una ficha en el gabinete presidencial, la renuncia de TATIANA CLOUTHIER a la Secretaría de Economía y su adiós al gabinete presidencial dejan muchas lecturas sobre lo que pasa en la administración del presidente AMLO. El apellido CLOUTHIER inspira respeto y democracia, y quizá por ello TATIANA fue usada como carnada electoral en el 2018. Con su renuncia y otros hechos como los correos expuestos por el grupo cibernético Guacamaya, los enjarres transformadores comienzan agrietarse, se desnudan realidades y muchos son balconeados y exhibidos.