En los años setentas, los impactos del presidencialismo todopoderoso reflejaban sin pudor el control absoluto que tenía el presidente de la república en turno sobre el partido oficial, corporaciones oficiales y privadas. Lo que importaba era estar siempre con el ganador (al igual que en la actualidad). En cada cambio de gobierno en mucha gente existe la vaga impresión de haber despertado de un sueño para enfrentar una realidad que antes se había soslayado. No todo lo que se dice es verdad y tampoco se cumple al 100% lo que se promete en las campañas políticas. Es como un círculo vicioso que se repite cada seis años de gobierno.
El Presidente LUIS ECHEVERRÍA, al cruzarse la banda presidencial, se propuso acelerar cambios y reformas que reactivaran el crecimiento económico. Pero a la larga, la forma como enfrentó estas nuevas necesidades resultaron funesta para él y para el pueblo que gobernó. La ceremonia donde protestó al cargo presidencial fue testigo de “ruptura y continuidad”, el expresidente DÍAZ ORDAZ, que presenciaba lo que ocurría, no daba crédito a la metamorfosis de su sucesor.
Desde un principio, ECHEVERRÍA enarboló como modelo a LÁZARO CÁRDENAS y para mitigar la nostalgia de los tiempos pasados (ropa, artesanías indígenas, etc.) dispuso que en las comidas y celebraciones presidenciales se sirvieran aguas de chía, horchata o Jamaica. ECHEVERRÍA nunca paraba de hablar y de emitir ostentosas carcajadas, le gustaba tener mucho público y con frecuencia citaba desde temprano un numeroso grupo de funcionarios públicos, además realizaba frecuentes recorridos por el país y maratónicas conferencias de prensa.
Como es usual en el régimen mexicano, desde un principio se empezó a especular quienes podrían ser los sucesores del presidente ECHEVERRÍA una vez que concluyera su mandato. Entonces abrió la puerta grande del poder a su viejo amigo JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, quien entonces fungía como subsecretario de Patrimonio. Primero lo llevó a encabezar la CFE y posteriormente a la Secretaria de Hacienda de donde brincó a la candidatura presidencial.
ECHEVERRÍA tuvo que soportar un ambiente adverso con las cúpulas empresariales tras el secuestro y asesinato del empresario regiomontano EUGENIO GARZA SADA, por un comando de la Liga 23 de Septiembre. El grupo Monterrey, acusaba al presidente de propiciar la división en el sector privado y el odio entre las clases sociales.
A petición presidencial se modificó La Constitución de Sonora para que CARLOS ARMANDO BIEBRICH, pudiera ser gobernador de dicho Estado. ECHEVERRÍA le tenía tanto aprecio, que en dos años de gobierno estatal lo visitó en 7 ocasiones. Sin embargo, BIEBRICH fue perdiendo el aprecio y confianza del presidente a causa de que estableció estupendas relaciones con el empresariado y ricos agricultores, porque enfrentó a AUGUSTO GÓMEZ VILLANUEVA y jugó las contras en la sucesión presidencial al apoyar al Secretario de Gobernación MARIO MOYA PALENCIA.
BIEBRICH cayó del gobierno y fue sustituido por ALEJANDRO CARRILLO MARCOR. El fin del sexenio presidencial estaba a la vista y con él una avalancha de problemas políticos que convergían en la elección presidencial y el cambio de gobierno. El panorama había cambiado en gran medida, nuevas fuerzas pugnaban por abrirse camino y había intentos serios por crear organizaciones políticas que representaran una verdadera opción al régimen, mientras la situación económica de empresarios y sociedad empeoraba y el país era un desastre entre devaluaciones, inflación y fuga de capitales.
El presidente ECHEVERRÍA no pudo resistir la tentación de tratar de reelegirse. Ya que el “sufragio efectivo y no reelección” era como cheque al portador, el dogma de la no reelección parecía inexpugnable, y desde MIGUEL ALEMAN ningún presidente se había atrevido a pretender perpetuarse otro periodo. ECHEVERRÍA mandó emisarios a auscultar entre diversos grupos de poder, y de esa forma preparar la posibilidad de la reelección. Sin embargo, intentó alcanzar la Secretaría General de la ONU, apoyado por su fiel escudero PORFIRIO MUÑOZ LEDO. El resultado final es historia del conocimiento de todos.
Al término de su responsabilidad ECHEVERRÍA quiso manipular a su sucesor, para crear un Maximato, sin embargo, JLP no quiso compartir el poder y lo envió de embajador plenipotenciario a las Islas Fiyi, localizada en Oceanía, cerca de Australia. En pocas palabras lo mandó al exilio político y no a “La Chingada” como otros que lo han anunciado. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
REVOLTURA POLÍTICA Y SOCIAL
Solo faltan diez días para que termine la luna de miel entre los alcaldes electos de Sinaloa y la sociedad que habrán de gobernar. El sueño de resolver un sinfín de necesidades terminará ante la carencia de un buen presupuesto económico y la falta de apoyos federales. El presidente de la república es muy claro tocante a las obligaciones de los tres niveles de gobierno, no resolverá problemas de pavimento, recolección de basura y otros. Además, los milagros no existen.