Los grandes compromisos que ofreció en su campaña electoral el hoy presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, fueron combatir las desigualdades sociales, acabar con la corrupción, educación de calidad y crecimiento económico. Promesas que están a la espera de ser cumplidas.
La realidad es cruda y sabemos que la solución de estos problemas es un asunto que reclama tiempo, estrategia y planeación. Como pinta la realidad de México, los problemas se están polarizando y no auguran nada bueno. Se incrementa el odio entre mexicanos, un odio y frustración por las desigualdades sociales que se arrastran desde la conquista y que en la actualidad siguen vigentes.
¿Qué pasará cuando no puedan encausarse las inconformidades del presente?, ¿Quién será el valiente que pueda dominar el malestar social, si no hay cumplimiento en la justicia ofrecida por el hoy presidente?, ¿Qué pasará si no se acaba la impunidad y sigue imperando la corrupción y la violencia? El presidente manifestó que el covid-19 “nos cayó como anillo al dedo”, le caería a él, porque a la mayoría de los mexicanos los lastimó y les cambió la vida.
La economía por venir no pinta nada bien para el gobierno y los hogares mexicanos. Tenemos que afrontar dificultades que algunas veces pasaron nuestros padres y abuelos. Existirán opiniones diferentes y son bienvenidas, pero cuando se discute la forma y el estilo de gobernar del Presidente LÓPEZ OBRADOR, como en toda democracia y libertad de expresión, siempre hay argumentos de defensa que repetirán ¿tú dónde estabas y por qué callabas en los gobiernos del PRIAN? Ante estas excusas tan comunes, la mejor respuesta es la indiferencia para no caer en la agresión verbal y evitar con ello perder la ecuanimidad.
Una transformación profunda como la que ofrece el presidente de la República, no se logra incendiando al país. La paz no se consigue gritando, tampoco callando, pero si participando y aportando ideas con responsabilidad y respeto a los demás. Tampoco es válido comprar conciencias en lo electoral, mandando a la hoguera al de enfrente, sin que importe si es inocente o culpable. Quién la deba que la pague, para eso están los órganos de justicia. Por el bien de todos es momento de terminar con los deprimentes “espectáculos” que nos brinda la política y que solamente nos dividen, y lo peor de todo es que pagamos por ello y muchas veces hasta aplaudimos como en los circos romanos.
No cabe duda que la información y la formación de la opinión ciudadana son condición esenciales en el cabal ejercicio de la democracia. No podríamos aspirar a una vida más responsable, consiente y participativa sin el concurso de una sociedad continuamente informada, capaz de generar consenso y orientar la acción de gobierno. Como en cualquier familia hay de todo, pero la sociedad es la responsable de juzgar con responsabilidad quien es quien en el oficio.
Por ello, en México, los medios de comunicación son corresponsables del buen desarrollo del proceso democrático por venir. Como medios de información debemos ejercer plenamente y con responsabilidad la libertad de expresión. Sobre esta base tenemos que avanzar hacia una mejor relación entre medios y ciudadanos. Relación que debe sustentarse en el respeto y en el ejercicio crítico, objetivo y sin cruzar la raya entre la vida pública y privada, con reglas claras para la protección de nuestras vidas y la dignidad de los ciudadanos.
Es momentos de analizarnos y preguntarnos ¿Qué hemos hecho y dejado de hacer? Nos toca a todos hacer propuestas contundentes y evitar el linchamiento que busca ejercer el poder cuando se hacen denuncias públicas que exhiben a quienes gobiernan. Es hora de que en México se supere la subcultura del rumor, la desconfianza, el chantaje o la incredulidad. Es momento de fomentar una nueva cultura política en el ciudadano y la mejor forma es convencerlo con hechos.
Lamentablemente las circunstancias no ayudan a lograr un ambiente de cordialidad y respeto, al existir una confrontación directa del Presidente de la República con diversos sectores de la sociedad, principalmente con aquellos que no están en el ánimo presidencial. Unos dicen ignorar al presidente, pero aun así exhiben a colaboradores, familiares y amigos por supuestos actos de corrupción, de caer en contradicciones y negar la realidad del país. El Presidente los confronta abiertamente utilizando palabras de una de las canciones de su paisano Chico Che “¿Quién pompó?” ¿Cómo podrían producir sus programas y que fuentes de financiamiento tienen CARLOS LORET y BROZO?
No cabe duda que en política se pierden las formas cuando el Presidente se confronta directamente con periodistas, políticos y empresarios. Con ello AMLO los jala a un terreno bien conocido por él “la confrontación directa”. Solo que no toma en cuenta que esa no es su función, mucho menos ponerse al tú por tú con cualquiera que piensa diferente a él.
REVOLTURA POLÍTICA
En su visita a Sinaloa, el Diputado MARIO DELGADO, buscaba lograr apoyos políticos y convencer a simpatizantes de MORENA, en pro de la presidencia Nacional del partido en el poder, sirvió también para muestrear a precandidatos por la sucesión gubernamental. Un platillo que parece ya estar cocido y en espera de los tiempos que marque la ley, para dar a conocer al abanderado de MORENA. . . El Gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, prepara su quinto informe de gobierno, así como las estrategias de cierre de año, limitado en lo económico y a la espera de los jaloneos que vendrán de las administraciones municipales para solucionar los pagos de nómina y aguinaldos de fin de año.