Con el inicio formal de las campañas electorales se abre el abanico de la esperanza social y al mismo tiempo el de las inconformidades. Esta en puerta una elección que nuevamente pondrá a prueba a las instituciones electorales mexicanas, a la democracia, al gobierno y a la sociedad. Abundarán los observadores extranjeros maravillados de vivir a la mexicana, con tanta riqueza, tantos frutos y a la vez con una lacerante pobreza donde el común denominador es la violencia y la falta de orden.
La mayoría de los mexicanos están a la espera de un milagro, de un mecenas reivindicador, justo y responsable. ¿Será CLAUDIA o XÓCHITL? mujeres vistas con curiosidad, escepticismo y muy en el fondo con la esperanza de un mejor mañana. La ciudadanía está cansada de tantas injusticias, abusos de poder, impunidad y corrupción. Ya no quieren escuchar falsas promesas, solo esperan buenos resultados. Ambas candidatas dicen estar dispuestas a sacrificarse por un país que se encuentra en crisis política, económica y social. Esperemos que así sea.
Por lo pronto no quisiéramos hacer juicios temerarios, pero no hay ser humano capacitado para reformar todo un sistema de vida, costumbres y tradiciones en un sexenio, sin caer en graves errores. Quien asuma el mando del timón sexenal no tendrá una tarea fácil, la situación del país es complicada y tener en sus manos el destino de toda una nación no es un juego.
CLAUDIA, XÓCHITL Y ALVAREZ MAYNEZ, deben cuidar sus expresiones, valorar sus promesas, y mantenerse alejados de “los besamanos” que abundan en las campañas electorales, urgidos de patentizar su adhesión a cualquiera de los dos proyectos de nación que se dicen diferentes a pesar de provenir de las mismas raíces: “el viejo PRI”. Pasada la elección, quien resulte ganador, deberá elegir al mejor equipo de trabajo para que lo acompañe en esta difícil tarea de gobernar a México por la senda del bienestar.
Gobernar no es nada fácil, tampoco lo es unificar el criterio de la ciudadanía y sobrellevar a los detractores. Hasta ahora ningún gobernante ha ganado el 100% de las simpatías de sus gobernados. Muchos consideran al presidente AMLO como un gladiador que lucha contra los poderosos, sin darse cuenta que él tiene el poder a su servicio; Otros tantos se muestran aliviados porque solo le quedan 7 meses de gobierno y partir de entonces le sacarán “los trapitos al sol; ya nadie estará sobre él para señalar su vida personal y como expresidente, no se debe enredar en promesas y mucho menos ofrecer “abrazos en lugar de balazos”, por salud debe respetar y guardar distancia de su relevo.
El reloj electoral avanza, el tiempo no se detiene y la sociedad debe estar preparada y dispuesta para reflexionar sobre el futuro de México. En sus manos tendrá la gran responsabilidad de elegir a los mejores hombres o mujeres que estarán al frente del país. Hay que tomar las mejores decisiones y dirigir toda la energía, tiempo y experiencia a favor de un país que anhela mejores tiempos.