De acuerdo a la vox populi, en política siempre hay que estar con el ganador, nunca con el perdedor, y esto se comprueba con lo que se vive en el día a día, lo que se lee en las redes sociales, columnas y demás. En política si quieres avanzar tienes que tragar “de todo” sin hacer gestos.
El gobernador electo, RUBÉN ROCHA MOYA, inteligentemente juega al ajedrez político a sabiendas que hay dos jugadores en un tablero de 32 piezas, donde cada pieza se mueve diferente. El objetivo del juego es hacer jaque mate, es decir, amenazar al rey del oponente con la captura hasta que sea inevitable.
RUBÉN ROCHA MOYA, para ganar el juego (al final de su administración) tendrá que jugar con mucha inteligencia, neutralizar calenturas tempraneras por el Senado de la República y el gobierno en el 2027, con movimientos básicos de sus piezas, utilizando su experiencia y midiendo tiempos para no ser rebasado por algunos que se creen reyes y que dicen fueron los salvadores de la 4T en el pasado proceso electoral.
Aquellos que formarán parte del gobierno del Estado a partir del día primero de noviembre, deberán ser personas de conductas intachables y capaces de hacer frente a las presiones y necesidades existentes. En el juego gubernamental 2021-2027 habrá dos reyes: “El gobernador y el presidente de la república”. También habrá torres, caballos, alfiles, damas y peones, cada uno de ellos con diferente nivel, pero que por regla deben ser leales y proteger al rey.
Gobernar no es nada fácil, requiere conocimiento, voluntad política, control y mucha concertación, sin lugar a dudas todo eso lo posee el gobernador electo ROCHA MOYA. Los funcionarios de primer nivel que lo acompañen “llueve, truene o relampaguee” tendrán que sacar adelante a su jefe, el gobernador, y deberán responder por lo que este haga o deje de hacer. Los retos a partir del primero de noviembre deben ser una coordinación y vinculación total entre colaboradores de primera línea, dejando a un lado protagonismos o calenturas políticas adelantadas.
El próximo Secretario de Gobierno, ENRIQUE INZUNZA CÁZARES, debe tener la confianza, tiempo y margen de maniobra para diseñar los programas estratégicos de apoyo al ejecutivo estatal. Sin olvidar, que la presidencia del Tribunal de Justicia es diferente a su nueva responsabilidad, al convertirse en el punto de atracción de diversos problemas de tipo social, políticos y económicos.
Administración y Finanzas, debe ser el puente oportuno de suministro de los recursos necesarios para la administración pública y que los programas no se detengan, así como apoyar y asesorar a los municipios para que salgan adelante en materia financiera.
La Dirección de Gobierno y el responsable de la Secretaría de Seguridad Pública deben integrarse en equipo para hacer frente a la disímbola problemática política y social existente, además deben conocer la integración y problemática de la sociedad sinaloense; la tipología del delito y el aspecto político de partidos y organizaciones en relación a sus posturas y demandas, estrategia y fuerza política.
La Coordinación de asesores debe dar seguimiento a la situación política, económica y social del Estado, también debe realizar un diagnóstico de lo que representa el cambio e ir implementando la agenda de riesgos para lo programado y lo que vaya saliendo, así como cuidar el discurso del gobernador.
Otra línea importante que tiene que ver con el éxito del próximo gobierno es la política y su estrategia de concertación ciudadana; cuidar la relación de los partidos políticos tanto los coaligados con el triunfo como los de oposición. En pocas palabras hay mucho que hacer.
La transformación de Sinaloa que se ofreció en la campaña electoral, no se dará sola, es necesario construirla, y para ello se requiere preparación, disposición, coordinación, templanza y tiempo, así como un equipo capacitado y dispuesto a sacar adelante la tarea encomendada. Solo el tiempo nos dirá si se cumplió lo prometido o nos quedarán a deber.
Las cuentas públicas que deje QUIRINO ORDAZ COPPEL, tendrán que ser dictaminadas y aprobadas por el Congreso del Estado, y si estas resultan negativas será también un problema para el gobierno de RUBÉN ROCHA MOYA, quien tendrá que decidir si se da borrón y cuenta nueva (como ha sucedido en otras administraciones) o se aplica la justicia. En fin, hay mucho que analizar, valorar e informar.