La lectura que nos han dejado los gobiernos neoliberales en México a partir de MIGUEL DE LA MADRID, pasando por los gobiernos de VICENTE FOX, FELIPE CALDERÓN, para rematar con la administración corrupta de ENRIQUE PEÑA NIETO, es que llegaron al poder para proteger los intereses de los grupos que los impulsaron y protegieron. En cada uno de ellos hubo resultados positivos, pero también muchos puntos negativos que eclipsaron sus administraciones. En este caminar, la sociedad supo aguantar y sortear dificultades de salud, crisis económica, violencia, inflación, devaluaciones, impunidad y saqueos públicos de grandes sumas millonarias que fueron a dar a cuentas personales de los grupos y familia de cada uno de ellos.
En los últimos años, la clase política invadió al sector privado y nacieron prósperos ganaderos, agricultores, industriales, comerciantes, mineros, hoteleros, horticultores, acuicultores y constructores de obra pública. Por su parte, algunos miembros del sector privado incursionaron en política como diputados, senadores, gobernadores, alcaldes o regidores. En pocas palabras, la política, la administración pública y la actividad empresarial se contaminaron, y lo que es peor, en muchas ocasiones han recibido recursos de la delincuencia organizada, para el pago de campañas políticas. Todo esto se volvió un círculo vicioso, donde se perdieron las formas, los contrapesos políticos e imperó la doble moral.
La elección constitucional del 6 de junio del año entrante, nuevamente pondrá a prueba a partidos políticos, gobierno y candidatos, pero también al electorado, mismo que tendrá la oportunidad de elegir a su próximo gobernador, diputado federal, diputado local, alcalde y regidores. El voto es el instrumento de poder que tiene la sociedad para decidir quién se queda y quien se va. A partir de entonces, sociedad, partidos políticos y gobierno, tendrán la oportunidad de generar conciencia de la magnitud de problemas a enfrentar y resolver. Los avances y progreso del país y sus regiones constituyen un reto de todos y no de unos cuantos, así que a ponernos las pilas y dejar de culpar a los demás.
El presidente LÓPEZ OBRADOR, está escribiendo su propia historia, y al final de su responsabilidad será juzgado por el pueblo mexicano, por ello no hay que echar las campanas al vuelo, quedan cuatro años de administración y de aquí al 2024 pueden pasar muchas cosas, debemos apostarle a México y no a intereses personales, sin otorgar al gobierno de la 4T un cheque en blanco y al portador.
El proceso electoral venidero enfrentará dos visiones radicalmente diferentes del hombre, de la sociedad, de la economía, del modo de hacer política y de gobernar. Viejos partidos PRI, PAN, PRD, buscan curarse en salud y evadir responsabilidades del pasado. La sociedad les otorgó su voto y confianza para que gobernaran con honestidad, sin embargo, no entendieron los contenidos sociales de la democracia, se mancharon las manos, les ganó la soberbia y hoy imploran el voto y la confianza de una sociedad que ya cambió.
MORENA concentra actualmente 338 diputados federales, de los cuales 320 conformaron la coalición “juntos haremos historia” con 254 integrantes de MORENA, 40 del PT y 26 del Partido Encuentro Social, 13 aliados del Partido verde Y 5 ex perredista que se declararon independientes y cargados al rebaño. Bancada dispuesta a acatar la voluntad presidencial.
El año entrante MORENA y aliados van con todo, tope donde tope, señalando corrupción y lastres de partidos de oposición. El PRI, tiene temor de perder 8 de las gubernaturas que están bajo su control, entre ellas Sinaloa; el PRD, se juega su última carta con el Estado de Michoacán; el PAN, tratará de mantener su dominio en Baja California Sur, Nayarit, Querétaro y Chihuahua, por el momento sus números no dan para más. Mientras que el presidente LÓPEZ OBRADOR, quiere la mayoría a su favor en el Congreso de la Unión. 94 millones, 800 mil ciudadanos y ciudadanas inscritos en el padrón electoral podrán decidir entre retornar al pasado, quedarse anclados en el presente o apostar al futuro.
Encuestas electorales van y vienen, el circo político entró en operación, vienen discursos y promesas de solución a todos nuestros males, el covid-19, sigue siendo tema de moda, la violencia no se va, los programas sociales siguen sin auditar y MORENA no sabe el número de afiliados que tiene, quienes son y donde están.
En México los políticos se pusieron el antifaz morenista, para confundir y ser tomados en cuenta para puestos de elección popular. Al final, todos tienen su origen en el viejo PRI, partido único en sus años de juventud, que encumbró a hombres y mujeres. Muchos de ellos traicionaron los postulados del tricolor, llámense exgobernadores, líderes partidistas, legisladores, dirigentes sindicales, Presidentes y Secretarios de Estado, ahora reniegan del PRI y lo abandonan.
Nuevamente retornan los videos de sumas millonarias repartidas en sobornos, denuncias públicas y judiciales. Un show de complicidades, deslealtades, adquisición de millonarias propiedades y otros hechos que quitan los ropajes de falsas honestidades y que sirven también como instrumento para derrumbar proyectos políticos, acallar y sujetar a todo aquel que estorbe el proyecto de la 4T, operado por el Fiscal General de la República ALEJANDRO GERTZ MANERO y la Unidad de Inteligencia Financiera que comanda SANTIAGO NIETO. Así que aguas con todo aquel salpicado por la corrupción que busque un puesto de elección popular.