No hace mucho, las casillas electorales se integraban con los primeros cinco ciudadanos que llegaban a votar, generando con ello toda clase de suspicacias e inconformidades. Los organismos electorales en el país no incluían partidos políticos; no existía el Registro Nacional de Electores; no había prerrogativas ni seguridad para las organizaciones políticas. Los partidos con ideologías radicales estaban prohibidos por la ley, su acción no era política, era delito.
A La Cámara de Diputados se incorporaron los primeros legisladores de partidos minoritarios que en la actualidad ya no tienen razón de ser, así como senadores y regidores que arriban bajo esta figura. Por ello, el presidente AMLO se ha propuesto sacar avante la reforma electoral, sin embargo, las formas que está utilizando no son las adecuadas y van dejando muchos heridos.
La democracia electoral mexicana es, como en el resto del mundo, un proceso inacabado, en evolución, con perspectivas abiertas por la voluntad de las mayorías y con capacidad para adaptarse al cambio que su propia acción genera. El presidente ha propuesto a La Cámara de Diputados modificaciones a la reforma electoral que tienen como objetivo desaparecer al Instituto Federal Electoral. ¿Cuál será el futuro del INE?, ¿Habrá más democracia y se evitará que el crimen organizado, los partidos políticos o los gobernantes en turno impongan las reglas? La elección presidencial del 2024 será la madre de todas las elecciones que se han tenido en México y
FRANCISCO I MADERO, o quien lo pueda imitar, brillará por su ausencia.
Nuestras instituciones democráticas requieren ser recreadas a diario por ciudadanos, grupos y sectores. La práctica política crea las instituciones y de igual manera puede transformarlas. La labor realizada en tres años de administración del presidente AMLO tiene rasgos positivos pero también negativos. Lo que importa es como terminará y las condiciones en que dejará el país.
Las conferencias de prensa “las mañaneras” deber ser una oportunidad para marcar rumbos de buen gobierno, hablar de lo que pasa en el país, hacer propuestas y no para desacreditar a la oposición; el equipo que rodea al presidente debe tener voz y ser coraza para proteger la figura presidencial, no solo ser figuras decorativas.
La institución presidencial ha marcado distancia entre grupos de gran poder político y económico del pasado. Aun así, la división de poderes sigue siendo letra muerta. El poder legislativo a pesar de haber ampliado su representación y aumentado su función libra una gran batalla en su interior por reformas como la Energética, Política-Electoral y la Guardia Nacional, así como por los resultados del presupuesto de egresos 2022. Imperando el mayoriteo y sin cabildear con la sociedad que es donde están los verdaderos impactos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación requiere medidas congruentes para reflejar ante la sociedad su autonomía e imparcialidad y con ello retomar su carácter de tribunal constitucional. Por su parte, los medios de comunicación realizan su trabajo a pesar de que muchos han recibido amenazas, y otros siguen sin entender que se viven tiempos y circunstancias distintas y se la pasan alabando al gobernante en turno o exigiendo mochadas.
LÓPEZ OBRADOR sigue trabajando tenazmente para perfeccionar el Estado de derecho y para promover un proceso de renovación nacional que le de viabilidad económica poniendo en primera fila a los pobres, lograr una transformación social y crear condiciones que favorezcan una mayor justicia social. La renovación nacional constituye un avance incuestionable en nuestra vida democrática y en lo que sigue tiene mucho que ver la sociedad.
La democracia es la condición necesaria para enfrentar los múltiples retos de la nación, mejorando las instituciones y no destruyendo como pretende el presidente AMLO con organismos como el INE. Se tiene un régimen político estable y eficaz: estable porque cuenta con la legitimidad y aceptación consensual de los mexicanos; eficaz porque con fallas o no, ha sabido realizar sus propias transformaciones en paz y mediante derecho; porque ha sabido dirimir controversias y superar conflictos con el acuerdo mayoritario de los mexicanos; además siempre ha sabido renovarse sin caer en el resquebrajamiento institucional. En Sinaloa hay mucho por hacer. La elección de Junio pasado dejó muchas lecturas. Algunos municipios del Estado fueron ganados por amenazas del crimen organizado, se impuso el terror y perdió la democracia.