Como sociedad y gobierno estamos obligados a fortalecernos para sacar adelante a un país en crisis como el nuestro. En cada uno de nosotros está la decisión y la potencia transformadora que nos impulsará para mejorar y no cometer los mismos errores del pasado. No podemos detenernos, no es momento de lamentarse ni buscar culpables, el futuro y la grandeza de México está en nuestras manos.
Tenemos una visión clara y articulada de los grandes problemas que se han acumulado en México por la falta de atención, la corrupción, la violencia, la desigualdad social y ahora los sumados por la pandemia del covid-19. Estos problemas han bloqueado la economía, la productividad y en muchos sentidos han obstaculizado la democracia, dañando profundamente a nuestro país.
Por supuesto que en México tenemos muchas cosas positivas, pero son muy preocupantes los hechos negativos que generan grandes barreras en materia económica, política y social, y que dificultan la armonía y el bienestar familiar; mientras que la mayoría de los partidos políticos luchan por los intereses de sus dirigentes y no por los de su militancia; y lo que es peor, la justicia se ha convertido en un circo donde impera el protagonismo y las venganzas políticas.
Se lanzan “fuegos artificiales” bañados de publicidad para alardear el incremento al salario mínimo, cuando la inflación está por el orden del 7.2% afectando los precios al consumidor y el incremento de la gasolina nos llega como regalo de reyes. Tal vez por el hecho de que somos tan “aguantadores” se impone la insolencia, la corrupción, la ineptitud, la inseguridad, la ignorancia y la mentira, todo esto sigue vigente a pesar de que se diga lo contrario.
En marzo se realizará la consulta para la revocación de mandato que alborotará el cotorreo político y alentará la sucesión presidencial. En junio se tienen elecciones para elegir a 6 gobernadores en los Estados de Hidalgo, Tamaulipas, Durango, Oaxaca, Aguascalientes y Quintana Roo, cuyos resultados pintarán rumbo al 2024. Además, siguen vigentes las propuestas del presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, de sacar avante las reformas energética, electoral y fiscal, que también contarán, y mucho, en la contienda electoral del 2024.
En Sinaloa se padece la cuesta de enero con inflación, decremento económico, desempleo, fosas clandestinas y la pandemia del Covid-19 con Ómicron a la cabeza. Los problemas en el sector agrícola son los mismos de cada temporada de cosechas (la de frijol inicia a finales de este mes y la de maíz en abril y mayo). Los productores están preocupados por los altos costos de los insumos y por los precios en la comercialización de sus productos. Si no se logran buenos precios, se pueden generar conflictos sociales e incremento en los índices de inseguridad.
Los alcaldes de Mazatlán LUIS GUILLERMO BENITEZ; Culiacán, JESÚS ESTRADA FERREIRO; Guasave, MARTÍN AHUMADA y GERARDO VARGAS LANDEROS de Ahome, todos de filiación morenista, luchan a brazo partido y sin contabilizar los heridos que van dejando en los campos de batalla por lograr la candidatura al Senado de la República. Los dos primeros se muestran rebeldes a las indicaciones e ideas del gobernador ROCHA MOYA; mientras que el alcalde de Guasave sigue sin poder controlar las ambiciones de poder político y económico de algunos de sus regidores y síndico procurador.
En Ahome, es tanta la calentura política, que algunos funcionarios se sienten más papistas que el papa, pintan patrullas del color del partido en el poder, se impone la publicidad y tratan de repetir la historia política del 2010. Sin embargo, hay que recordar que la obscuridad del pasado tarde o temprano alcanza, no tiene color y puede derrumbar grandes proyectos políticos, sobre todo cuando estos se construyen en terrenos pantanosos o basados en el engaño.
En su expresión dogmática, todos los alcaldes de Sinaloa se vendieron, electoralmente hablando, como diferentes a quienes los antecedieron en el mando municipal. Pero sus ambiciones, su protagonismo y el mareo de poder los pueden llevar a un callejón sin salida ante la falta de solución a los grandes problemas municipales. Nunca hay que olvidar que “en la política los amigos son de mentiritas y los enemigos son de verdad”. Bienvenido el 2022, recibamos con esperanza un año que seguramente será muy complejo.