Lo que pasa en el país, impacta de una u otra forma a Sinaloa. La disputa política entre dos proyectos de nación le abona a la división y a la confrontación social. La mayoría de la población sigue viviendo en situaciones precarias, de injusticia social y es rehén de intereses políticos por la falta de buena educación y la carencia de satisfactores que ayuden a vivir con dignidad. Las disparidades entre ricos y pobres siguen marcadas por los desequilibrios sociales. Los programas y estrategias de ataque frontal a la pobreza siguen sin dar resultados. Un amplio sector de la población pasará navidad y año nuevo con frío, hambre y sin motivación alguna.
En lo político se ubican dos frentes que luchan entre sí: PRI-PAN-PRD y MORENA. La coalición de los tres partidos mencionados a pesar que en el 2021 logró agrietar al partido en el poder, se debilitará camino al 2024 ante diversas ambiciones personales. Claro ejemplo ALEJANDRO MORENO (PRI) que sigue sin entender que el electorado tiene una percepción negativa de su partido y no convence como dirigente; el PAN, de MARKO CORTEZ, todavía no comprende que es mejor ir solo que mal acompañado; mientras que el PRD, no limpia su imagen, ni con cloro. Es determinante que cada uno de estos partidos acepte que como oposición primero deben fortalecerse en lo interno, impulsar a quienes hacen carrera sirviendo a su comunidad, poner mayor énfasis a las iniciativa política partidista en las cámaras legislativas, ser avanzada ideológica en la modernización del país, y dejar de ser trincheras de odios y confrontaciones en busca del poder.
El otro frente, representado por MORENA y sus aliados, no pueden olvidar que son los partidos en el poder y que los buenos resultados de gobierno generan votos pero también los quitan; que deben promover reformas y adecuaciones a las leyes para mejorar en lo político, económico y social; así como estar comprometidos con el bienestar de la población ¿Lo estarán logrando o solo muestran fuegos artificiales?
A través del tiempo, México ha sorteado múltiples dificultades. Su economía se ha adaptado a las cambiantes condiciones económicas impuestas por los centros internacionales de decisión en materia de comercio y finanzas; también ha sufrido profundas mutaciones económicas y tecnológicas que han transformado, a su vez, las relaciones de dominación mundial.
Hoy, nuestro país sufre las inoperancias internas acumuladas que han conducido a una serie de quebrantos con graves consecuencias como el estancamiento productivo, insuficiencia en infraestructura hospitalaria, el empobrecimiento de grandes grupos y confusión en algunas capas de la sociedad; somos ruta de grandes grupos de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos de Norteamérica, dejando dolor, sangre y violación a los derechos humanos en territorio mexicano; seguimos contaminados por el crimen organizado y con una asignación presupuestal en los gobiernos que no ayuda a calmar el malestar social.
La realidad nos obliga a sacudir la rigidez que ha azolvado el desarrollo político, a evitar la ruptura institucional, a frenar las presiones para evitar que perduren los enclaves tradicionales del pasado donde imperó la impunidad y la corrupción. El compromiso es lograr transparencia en la obra pública, en las adquisiciones de gobierno, regulación y robustecimiento de las estructuras y los procesos de la democracia representativa y de enriquecimiento de los mecanismos de dialogo, concertación y gestión.
Es tiempo de valorar el presente, evitar repetir los errores del pasado y apostar al futuro bajo banderas de cordialidad. Cada uno de nosotros deseamos tener salud, añoramos un mejor nivel de vida, bienestar, seguridad y unión.
De todo corazón deseo que en el nuevo año no existan ataduras reduccionistas al cambio fácilmente posible, ni mesianismo precipitado para imponer posturas demagógicas, deformándolas o frustrándolas. Sinaloa reclama un cambio de fondo, no maquillado. Debemos ser nosotros mismos, aceptarnos con defectos y virtudes, ayudar al prójimo y buscar siempre la superación personal. No debemos olvidar que en esta vida lo único seguro es la muerte. La vida es bella, hay que decirle adiós a los recuerdos amargos que nos impiden seguir avanzando y darle la bienvenida a un nuevo año.
Deseo que las mejores cosas de la vida vengan a nuestro encuentro, que tengan una muy feliz navidad y que este 2022 venga lleno de esperanza, salud, bienestar y armonía familiar. Bendiciones para todos.
Con motivo de las vacaciones decembrinas, esta columna no se publicará por unos días. CFDD retornaremos el lunes 3 de enero del 2022. Gracias por su atención.