No cabe la menor duda que a los mexicanos nos fue como en feria este 2020, por ello el proceso electoral del 2021 dependerá mucho de la situación económica, que por cierto parece que no está como nos la quieren pintar. Quien fuera Secretario de Hacienda durante el primer año de la administración del presidente LÓPEZ OBRADOR, señaló que la deuda se incrementó en 1.5 billones de pesos, que la economía caerá 9.2% y que en el sector informal se quedaron sin trabajo más de diez millones de hombres y mujeres. Además dijo que el 46% de la población no puede adquirir ni la canasta básica.
Lo que viene en materia económica para el 2021 dependerá del comportamiento y confianza a la inversión que ofrezca el gobierno federal, de la paridad peso-dólar, la inflación, inversión extranjera, remesas internacionales y exportaciones. El petróleo es punto y aparte, porque en lugar de dar, nos quita recursos para pagar deuda, sindicato y burocracia. TATIANA CLOUTHIER, como Secretaria de Economía, tendrá que convencer al Presidente de la República, que va por el camino equivocado y si quiere lograr crecimiento económico tendrá que dar golpes de timón, ser generador de confianza y cambiar estrategias con planeación y visión de largo alcance.
En materia de decesos las cosas no pintan mejor, la letalidad del covid-19 ubica a nuestro país en la cuarta posición a nivel mundial. La Secretaría de Salud tiene registrado más de 110 mil personas que han perdido la vida a causa del covid-19 y más de un millón 180 mil contagiados. Nuestra esperanza está cifrada en la vacuna que se ofrece como tablita de salvación, para la cual hay que esperar turno.
El crimen organizado también deja su huella, generando luto y nuevas fosas clandestinas. La Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer que entre enero y octubre de este año se han registrado 24 mil 287 homicidios cometidos por el crimen organizado, lo cual nos dice que también en seguridad pública estamos reprobados. Aunque tampoco los gobiernos anteriores fueron aprobados en esa materia, entre enero de 2007 y noviembre de 2012 se registraron 53 mil 161 narco ejecuciones. Así que es mejor contar, valorar, evaluar y no soltar las campanas al vuelo por triunfos que no existieron.
El covid-19, la economía y la inseguridad pública representan graves problemas para el país, mismos que no pueden tomarse a la ligera y algo se tendrá que hacer si no queremos seguirnos llenando de luto, cinismo y dolor.
El año que está por terminar fue uno de los más impactantes para México. El covid-19 y algunos casos controvertidos en el rubro de seguridad de tal magnitud que incluso inmovilizaron por un tiempo al Presidente de la República ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR como cabeza del poder ejecutivo, tuvieron repercusiones que llegaron al gabinete, a los gobiernos estatales y a muchos de los alcaldes.
Ya casi para finalizar este año las presiones internas y externas han bajado un poco por el tema del proceso electoral del 2021; se hicieron cambios en el gabinete y los viejos problemas se han olvidado momentáneamente (pero seguramente la sociedad los retomará entrando el 2021); el precio de la gasolina en la ciudad de los Mochis no baja de los 19.45 por litro, el diésel está por las nubes; mientras que el precio de la energía eléctrica sigue golpeando la economía de los hogares.
A corto plazo, el 2021 no tiene buenos augurios para los sinaloenses por los estragos que está sufriendo el campo, por el cierre de negocios que causan desempleo, por la reducción del presupuesto y el proceso electoral para la gubernatura, ayuntamientos, diputaciones que en lugar de unir, enfrenta a la sociedad.
El gobierno del Estado y los ayuntamientos están en la recta final sufriendo de fuertes endeudamientos; diversas obras y problemas por resolver, así como presiones sociales que vendrán por nuevas obras, por la sequía, salud, desempleo y seguridad. Lo preocupante es que vienen meses críticos y esto nos obliga a cuidarnos y ser muy responsables.
En materia política, la sociedad está cansada de ser engañada. Ante esto, los partidos políticos deben elegir candidatos que no simulen ser buenos ciudadanos, cuando en realidad son lo contrario. Se habla de honestidad por el simple hecho de que no hay denuncias en contra, pero mantienen niveles de vida que no podrían mantener con salarios ganados honestamente. ¿Este será el México que deseamos tener los mexicanos?