El arca de Noé es un versículo de la Biblia, donde se narra como Noe construyó una embarcación a petición de Dios, para que en ella se mantuvieran a salvo él, su familia y una pareja de animales de cada especie, ante el diluvio que se esperaba. La Embarcación fue construida sin timón, con mucha fe, amor y paciencia.
La biblia dice que fueron 40 días, con sus respectivas noches, lo que duro el Diluvio. Con el anterior fragmento no busco tocar temas religiosos, de los cuales soy muy respetuoso, más bien pongo este pasaje bíblico como un ejemplo de trabajo en equipo, fe y perseverancia, pero sobre todo busco que reflexionemos y nos preguntemos ¿Qué papel jugamos como sociedad? ¿Qué tenemos que hacer para que exista orden, respeto y justicia Social? Seamos consciente de que el diluvio que estamos enfrentando (inseguridad, corrupción, pobreza, drogadicción, falta de valores, etc.) son problemas cuya solución nos compete a todos y no solamente al gobierno.
México ha sabido superar embates de la naturaleza, ha enfrentado agresiones e invasiones de países extranjeros, superó la pérdida de gran parte de su territorio, ha luchado en pro de la democracia, ha levantado los brazos por muchos triunfos como la expropiación petrolera. Pero en la actualidad México sufre por las madres que buscan a sus hijos, por los abusos de poder, por los actos de corrupción y por la sangre que deja a su paso el crimen organizado.
Es difícil transformar a un país como el nuestro donde impera la discordia, la pobreza, la violencia y el mercantilismo. Hay ausencia de contrapesos, no se respeta la ley y lo que dice la constitución se pasa por “el arco del triunfo”. Es una vergüenza la supuesta separación de poderes, donde no existe el respeto y se pierden las formas. El Diputado IGNACIO MIER, Coordinador de MORENA en la Cámara de Diputados, es un fiel intérprete de los políticos del pasado y se encuentra haciendo méritos para lograr la candidatura de MORENA al Gobierno de Puebla (2024); mientras que en el Senado de la República, RICARDO MONREAL, levanta los brazos en señal de triunfo al lograr el perdón presidencial, pero difícilmente se podrá convertir en el líder que reclama el país.
El poder legislativo, navega en las aguas de la docilidad presidencial Y el poder Judicial, que también es campo de corrupción, parece campo minado al estar bombardeado por el Presidente AMLO, MORENA y aliados. Hay que recalcar que México, a pesar de sus problemas, ha vivido en paz y estabilidad por muchos años. Sin embargo, partidos y organizaciones políticas se han convertido en refugio de oportunistas del poder, deciden candidaturas a puestos de elección popular y difícilmente pasarían una prueba de detección de mentiras.
La constitución de 1917, se parcha, se ajusta o se modifica de acuerdo a los designios que marca el inquilino de palacio nacional. Los Secretarios y representantes de organismos autónomos y descentralizados son como figuras decorativas que disfrutan de grandes presupuestos, no respetan la transparencia y les importa poco la ley. Los Gobernadores son gerentes con fachada democrática, que dan la espalda a la autonomía de sus Estados y que deberían regirse por su propia constitución; mientras que los alcaldes, último peldaño de la vieja escalera del poder, representan en muchos casos los intereses que dan la espalda a la sociedad.
México, sigue siendo dominado por las minorías económicas y políticas. Como país, carece de orden, de rumbo y de un capitán que interponga sus intereses personales por los de la nación. Además, Predomina una sociedad muchas veces indolente, conformista, cínica o convenenciera. Tal vez en muchos de nosotros sigan los traumas que se han heredado de generación en generación, ante las humillaciones sufridas por nuestros conquistadores, lo que, entre otras cosas ha impedido que levantemos la cabeza con orgullo y dignidad como lo hizo CUAHUTEMOC, como último emperador Azteca.
Cuando entenderá la clase gobernante que los cambios que la sociedad demanda se deben de impulsar mediante el derecho, pues no hay cambio democrático al margen de la constitución y las leyes. En medida en que gobierno, sociedad, instituciones, partidos, organizaciones sociales, grupos e individuos, ciñan su comportamiento a lo que permiten y promueven nuestras leyes, en esa medida se estará en condiciones de lograr esa transformación tan cantada y anunciada por el gobierno y partido en el poder.