Grandes países como China, Alemania, Estados Unidos, Canadá, etc. se disponen a emprender un cambio profundo en materia política, económica y social, tratando de salir victoriosos de los daños que sigue dejando la pandemia del Covid-19.
Nuestro país no puede aislarse de un mundo globalizado donde la competencia es en todos los sentidos. A pesar de grandes esfuerzos, México sigue teniendo una sociedad desigual (donde el rico es inmensamente rico y el pobre inmensamente pobre), confrontada y en muchos casos manipulada. Por todo esto, es necesario que lleguen al servicio público hombres y mujeres honestos, preparados y dispuestos a servir a un país como el nuestro.
EL presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, dio un paso más allá en política exterior al participar en la IX Cumbre de Líderes de América del Norte desarrollada en Washington. En este encuentro se retomó un diálogo justo y necesario. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, JOE BIDEN y JUSTIN TRUDEAU se comprometieron a avanzar en una alianza regional que permita recuperar la economía, reducir el cambio climático, atender las causas que provoca la migración, enfrentar la trata de personas, tráfico de drogas y acabar con la pandemia.
Es necesario que México se siga promoviendo más allá de sus fronteras con iniciativas que contribuyan a lograr objetivos nacionales y establecer políticas que configuren un entorno más favorable para la nación. El T-MEC es una magnífica oportunidad para mejorar la economía, abrir mercados, ser más competitivos, lograr mejores salarios, democratiza elecciones sindicales y dar saneamiento a la vida pública. En resumen, el T-MEC es un nicho de oportunidades para un país como el nuestro que tiene bastos recursos naturales y mano de obra barata.
Es sumamente importante generar certidumbre y confianza a la inversión extranjera, sin descuidar a los de casa. La mejor ruta es realizar reformas transparentes, que generen confianza al Sistema Financiero Internacional y que se respete la ley en materia de hidrocarburos, generación de electricidad, telecomunicaciones y cuidado al medio ambiente. Hoy más que nunca se debe tener claro el concepto de “nacionalismo”.
En algunos municipios del Norte de Sinaloa, el próximo 28 de noviembre, se realizará una consulta popular para decidir si se construye o no la planta de fertilizantes en el Puerto de Topolobampo. Cabe señalar que este proyecto es avalado por el gobierno Federal, Estatal y del Municipio de Ahome. Habrá que estar pendiente de los resultados de dicha consulta.
El Gobernador, RUBÉN ROCHA MOYA, invitó a la libre participación y celebró que sea en su gobierno donde se realice el primer ejercicio participativo de ese tipo en Sinaloa. Esperemos que dicho experimento democrático no se contamine, que haya libertad de participación y se reflexione el voto.
Es imposible que los resultados de esta consulta dejen satisfechos a todos, ya que hay muy diversas opiniones al respecto y se habla del involucramiento de supuestos intereses político- económicos de dos exgobernadores de Sinaloa. Quienes se oponen a este proyecto defienden su postura y señalan que existen seis amparos que están en revisión en Tribunales Colegiados de Mazatlán y que recientemente, tres de ellos, fueron atraídos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En fin, como en todo gran proyecto de inversión hay fuertes intereses que se ocultan a la sociedad. Este es un conflicto que se dejó crecer, se politizó y se tiene que atender. Es indiscutible que el proyecto de la planta de fertilizantes, con pros y contras, servirá para detonar la economía en el norte de la entidad. Todo parece indicar que los resultados serán favorables a su construcción, ya que el proyecto tiene la anuencia presidencial y poco importa si deja daños ecológicos.
En la actualidad, el desarrollo económico no depende de un único factor. El Estado no es el instrumento de solución de todos los problemas de la economía y la sociedad. Si queremos tener un Estado democráticamente fuerte y una economía eficiente, todos los involucrados deben asumir a plenitud la responsabilidad que les corresponde en un proyecto que debió ser autorizado por las instancias de gobierno correspondientes en concordancia con la sociedad.