Como padres soñamos con heredar un mundo mejor para nuestros hijos y nietos. Sin embargo, parece que luchamos contra molinos de viento. La situación actual que estamos enfrentando en materia de salud, economía y seguridad, parece un laberinto difícil de sortear. Aun así, no debemos perder el ánimo y mucho menos bajar los brazos como sociedad y gobierno. La Nación debe mantenerse en la senda de grandeza y con la unión de todos los mexicanos.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, tristezas, incomprensiones y periodos de crisis emocionales y económicas, mismas que no son eternas. Lo que está pasando no es una fatalidad del destino, sino una oportunidad de cambiar, dejar de ser víctimas y volvernos actores de nuestra propia historia. Es tener la madurez para decir nos equivocamos, pero debemos ser mejores ciudadanos, exigiendo, participando y eligiendo buenos gobernantes.
En materia política, es difícil predecir escenarios electorales para el 2021, en tanto no se tenga mayor certeza de los alcances y consecuencias que tendrá la crisis de salud, economía, corrupción y seguridad pública de aquí al día de la elección. Alguien tendrá que afrontar y pagar las consecuencias de lo que han hecho mal los gobiernos anteriores y el actual.
En materia de salud, la población vive con el temor de contagiarse y perder la vida, como está sucediendo en muchos hogares, lo cual genera un gran pánico y estrés que también está enfermando a las personas. Enfermeras, médicos y sociedad en general poco pueden hacer para detener un virus tan agresivo. A la fecha hay más de 53 mil muertes por coronavirus y más de 485 mil personas infectadas.
El jefe de laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, LAURIE ANN, acusó al Gobierno Federal de no estar llevando una estrategia correcta en la pandemia del covid-19, lo que podría llevar al país a una “verdadera catástrofe humanitaria” porque en pocos meses llegará la temporada de influenza que llevaría a más mortandad y saturación de hospitales.
La caída de la economía y el no reorientar el gasto a una real recuperación, nos está llevando a males mayores. Empresarios, pequeños comerciantes, restauranteros, etc. están dolidos y buscarán a través del voto electoral castigar a los “culpables”. No hay certeza de los alcances y consecuencias que tendrá la crisis actual y cómo nos afectará emocionalmente. Por lo pronto hay que seguirnos cuidando y rezarle a Dios por la salud de todos.
La pandemia también ha generado deterioro en las relaciones de grandes potencias mundiales como China, Rusia y Estados Unidos de Norte América, causando un profundo impacto global que anticipa una crisis sin precedente, que seguramente nos afectará en lo económico. China está superando la crisis al tener la influencia estatal en su economía. Su industria la está apoyando en programa de estímulos dirigidos a evitar un aumento en el desempleo, mientras que la pandemia la tiene bajo control, basado en testeos masivos, confinamientos selectivos y rastreo de datos. Elementos que ayudaron a normalizar la política económica, de salud y mirar hacia adelante.
El Gobierno de Estados Unidos, al igual que el mexicano, anda en campaña electoral a pesar que en sus espaldas van cargando ataúdes seguidos por miles de infectados de covid-19. En tanto que en nuestro país la lucha en contra de la corrupción genera dudas, en torno a si el gobierno de la 4T usará toda la fuerza del Estado para castigar responsables o solo será una estrategia política para exhibir supuestas honras que están prendidas de alfilerillos, a pesar de gritar que son inocentes. Lo que aún les quedaba de honorabilidad a los partidos de oposición a MORENA se derrumba día con día, al surgir nuevos casos de corrupción generadores de escándalos con sabor a cinismo.
En Sinaloa, el covid-19 no ha sido impedimento para que partidos políticos y aspirantes a puestos de elección popular busquen la manera de posesionarse en lo electoral, y todo es válido para lograrlo aunque no sea ético y moral. Regalar pescado, otorgar despensas, ofrecer nuevas leyes en uso obligatorio de tapabocas, pagar encuestas, etc. Sinaloa busca hombres y mujeres con calidad moral no aventureros de la política.
Hay que entender que Sinaloa necesita ser un Estado más independiente, justo y fuerte, pero para lograrlo debe ser cada vez más democrático. En el futuro no vamos inventar la democracia, ni a implementar una concepción política cargada al interés de unos cuantos, mucho menos implementar una concepción política ajena al sentir ciudadano. ¿Quién paga campañas millonarias de candidatos a puestos de elección popular? ¿Sera suficiente el sueldo devengado por gobernadores, alcaldes o diputados para sufragar gastos de campañas políticas o tienen que robar en el gobierno para pagar compromisos y deudas electorales?
A lo largo de nuestra historia hemos conformado una concepción de democracia, justicia y libertad que debemos practicar y mejorar, que sea capaz de recoger valores universales de justicia adaptándolos a nuevos tiempos. Transitando de la intransigencia, intolerancia y la cerrazón al respeto, tolerancia y unidad.
El gobierno del presidente LÓPEZ OBRADOR, está obligado a llevar a México, a un nuevo destino de progreso, sin posturas demagógicas, sin usar la lucha contra la corrupción como bandera política, sin usar recursos públicos como si fueran fondos de caridad y combatiendo la delincuencia organizada con la ley en la mano. Nuestro presidente fue elegido para resolver los problemas del presente y no para que siga anclado y echándole la culpa al pasado.
Por lo pronto a los sinaloenses nos urge un hombre o mujer que tenga valores, no que los simule; que sea honesto a toda prueba y no que lo diga como curándose en salud; que sea humilde, que tenga experiencia y que tenga calidad moral para que nos gobierne para el periodo 2021-2027. ¿Quién se apunta?