Las ideologías políticas deberían ser un juego ético de ideales, principios morales y doctrinales que involucren a símbolos y movimientos sociales. Lamentablemente, en nuestro país, las ideologías políticas se perdieron en los últimos años.
Las doctrinas ejercidas al interior de los partidos políticos brillan por su ausencia y la actividad política se convirtió en lucrativo negocio familiar y de grupos carentes de moral, poniéndose de moda el trapecio político donde se brinca de un partido a otro, se conforman coaliciones políticas entre derecha e izquierda y se dan pactos entre supuestos liberales y conservadores. Y no con la finalidad de lograr buenos gobiernos, sino para obtener el poder que beneficia a unos cuantos.
Todo esto es contradictorio a lo que dicen y ofrecen en campaña. En tanto que los gobiernos emanados de las coaliciones, chocan, se confrontan y las estrategias políticas confunden al ciudadano. En México, el subdesarrollado político ha permitido malos gobiernos, donde los que llegan al poder se dedican a dividir en lugar de sumar, hacen lucrativos negocios al amparo del poder prevaleciendo la impunidad y la democracia poco avanza.
Especialistas en la materia manifiestan que “la ideología política más coherente para organizar a la sociedad es cuando la sociedad tiene voz y voto dentro de las decisiones políticas y administrativas de los gobiernos, no privando de ningún derecho a la población y poniendo a esta como eje central”. En la práctica sucede lo contrario, se imponen candidatos y se deja que el presidente de la república o los gobernadores se conviertan en los grandes electores y la sociedad solo aporta su voto muchas veces sin reflexionarlo.
En Sinaloa, la izquierda anda desorientada, dividida y sin saber que hacer; la derecha perdió su ideología y no tiene cartas rentables en lo electoral; mientras que el partido “disque del centro” se convirtió en un lucrativo negocio de nuevas generaciones, quienes sin sudar la camiseta llegan a los cargos públicos para lucrar y robar. Las causas sociales que enarbolaron viejos dirigentes campesinos, obreros y sociales quedaron en el olvido. ¿Dónde están PABLO MORENO, JESÚS ENRIQUE HERNÁNDEZ CHÁVEZ, JESÚS MANUEL VIEDAS, ROBERTO SOLTERO, JAVIER LUNA, ROBERTO PEREZ JACOBO, SAMUEL ESCOBOSA, MARIO NIEBLAS y tantos otros que lucharon con firmeza ideológica por el tricolor?
Todo esto ha generado que se erosione la confianza ciudadana en los partidos políticos y en muchos funcionarios. El desarrollo económico se estancó, la pobreza aumentó, la inseguridad pública toma pase de lista; la lucha por el poder es también generadora de guerra sucia que ahuyenta de las urnas al elector y la política de austeridad en partidos políticos se dice, pero no se practica.
El Gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, hace un llamado inteligente y respetuoso al sector político de la entidad y a instituciones como el INE, recalcando que las campañas tienen que costar menos, pues todos estamos muy ajustados y tenemos que ser conscientes de que no hay dinero. Como dice el refrán popular “al buen entendedor pocas palabras”.
Lo que no es congruente es que los actuales Diputados Federales que buscarán su relección, lo hagan sin solicitar licencia y disfruten de sus jugosos sueldos y otros apoyos económicos que pagan sus representados. ¿Será esto justo para una sociedad sacrificada en materia económica, sufrida en salud y castigada en lo político?
El presupuesto de ingresos del Estado de Sinaloa presentado al Congreso Legislativo, se estima por el orden de 56 mil 12 millones de pesos, de los cuales 49.5 mil corresponden a recursos federales y 6 mil 526 millones son producto de la recaudación estatal. Una reducción del 2% con relación al aprobado para el presente año. Por ello el gobernador ORDAZ COPPEL y legisladores, junto con autoridades municipales y sectores de la sociedad deben encausar el presupuesto de egresos 2021 en áreas y programas estratégicos y prioritarios.
No es congruente que se construyan teatros, centros de usos múltiples, se modernicen o construyan estadios, se usen aviones y helicópteros cuando se puede viajar en líneas comerciales. Es como decir “gobierno rico y pueblo pobre”. Muchos ciudadanos no tienen trabajo, carecen de recursos para comprar medicamentos e insumos básicos, mientras que otros dejan sus casas para huir de la violencia como está sucediendo en municipios como Choix, Badiraguato y otros.
En materia Industrial, Sinaloa requiere claridad, estabilidad, confianza a la inversión privada, acuerdos claros y mecanismos de evaluación rigurosos para mantener la coherencia y capacidad transformadora de una política industrial exitosa y no simulada. De no ser así, seguiremos escuchando el mismo guion como promesa electoral y proyectos de gobierno que no se cumplen.
No hay crecimiento estable y duradero sin un sector rural fuerte. Es necesario que en Sinaloa se aproveche mejor el potencial agropecuario y aporten al productor del campo ingresos y dignidad. Mientras que el turismo como sector prioritario por su dinámica, capacidad de absorción de mano de obra y por sus características de actividad atomizada, tiene que cuidarse como “la gallina de los huevos de oro”.
En Sinaloa, como otras entidades del país, han existido problemas, desorden en la planeación presupuestal y se invirtieron sumas millonarias en obras majestuosas como símbolo de frivolidad. Quien llegue a la gubernatura de Sinaloa tendrá que entender que todo ha cambiado, hasta la forma de gobernar.