Latinoamérica atraviesa por grandes cambios y transformaciones en su mayoría provocados por inconformidad social, política y económica. Venezuela se encuentra al límite de su resistencia ante violaciones democráticas, carencia de satisfactores de uso común, alimento, inflación, violación a los derechos humanos, etc.
En Argentina, el peronismo retornó al poder con el triunfo electoral de ALBERTO FERNANDEZ; en Bolivia, EVO MORALES, se reeligió con un triunfo muy cuestionado que ha provocado movilizaciones masivas; Ecuador también le aporta al descontento popular, por el incremento a los combustibles, que se suma a diversos agravios del pasado.
En Chile, están de moda las marchas para denunciar lo que los manifestantes llaman “desigualdad social y económica”, que combinada con los resultados electorales del año pasado, anuncian un cambio radical en formas y estilos de gobernar, como sucedió en Brasil con la victoria de JAIR BALSONERO, mismo que impulsa un gobierno con tendencias a la derecha.
En Nicaragua, años atrás la izquierda derrocó a la derecha, cayó ANASTASIO SOMOSA y DANIEL ORTEGA se impuso al frente del gobierno y no lo ha querido soltar, a pesar de la inconformidad de sus gobernados. Por su parte Cuba, es un ejemplo de lo que no debe pasar en ningún país.
Guatemala, Haití, El Salvador y Nicaragua son países exportadores de pobreza, mientras que México y Estados Unidos, están convertidos en receptores de ellos, gastando sumas millonarias para contener la migración causada por la pobreza, violencia y gobiernos inestables, poniendo muros humanos y metálicos.
México dio un viraje en lo político y ahora se encausó a la izquierda, mientras que el partido disque del centro (PRI) flota y se acomoda en los brazos del presidente, perdiendo color, gubernaturas e ideología. Por su parte la derecha quiere seguir jalando todo a su favor y no perder privilegios logrados en los gobiernos de SALINAS, FOX y CALDERÓN.
Nuestros vecinos del Norte (Estados Unidos de Norteamérica) también se dividen y confrontan. La cámara de representantes aprueba reglas en el proceso de juicio político en contra del presidente DONALD TRUMP, quien será el tercer presidente de esta nación sometido a un proceso de este tipo, que queramos o no, nos dejará algo de rebote.
En nuestro país siguen punteando los buenos propósitos. La izquierda en el poder parece que llegó agraviada, pues algunas veces se le observa con odio y alta dosis de rencor, en contra de un sistema político que supuestamente les dio la espalda, los humilló, los marginó y los persiguió. También está en contra de empresarios que han acumulado grandes fortunas al amparo del poder.
Estamos viviendo una lucha de pobres contra ricos, liberales contra conservadores, pasado contra presente. Estilos de gobierno que transforman, sacuden conciencias, lastiman, manipulan acciones y ofrecen soluciones. Sin embargo, la sociedad también tiene su límite y espera una mejor calidad de vida con paz, armonía y tranquilidad. También busca un país donde exista la distribución equitativa de los recursos y presupuestos gubernamentales, con libre flujo de información, un entorno empresarial sólido y nacionalista, alto nivel de capital humano, respeto a los derechos, bajos niveles de corrupción y buena relación con nuestros vecinos.
La paz que se exige debe estar sustentada en el respeto, tolerancia y soportada por la ley, de lo contrario, la estrategia presidencial difícilmente alcanzará el objetivo deseado y puede llevar al país a nuevas luchas por el descontento social, ante un árbitro que tomó partido y que divide en lugar de unir.
NEOLIBERALISMO Y POPULISMO
Cuando se gestaba la firma del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, los países dominantes en el mundo desarrollaron a su máxima expresión el neoliberalismo y lo impusieron al resto del mundo. En esa época, CARLOS SALINAS DE GORTARI era el Presidente de México, y quiso ser destacado impulsor del neoliberalismo, cumpliendo cabalmente con las condiciones expuestas: aceptar la globalización, controlar el gasto público, privatizar las empresas que manejaba el Estado, impulsar la transición democrática y quitar el sentido corporativo político del PRI.
Fue así que con la firma del TLC, México debutó en la globalización con desventajas muy marcadas para el país. Se dio una restricción brutal del gasto público; se privatizaron las empresas públicas, con excepción de PEMEX y la CFE, por la fuerte oposición de los mexicanos y de no haber sido así también se van.
La transición democrática se hizo Fast-Track con la concertación de las gubernaturas de Baja California y Guanajuato al PAN, después se cedieron otros Estados con el apoyo del gobierno federal. Esto provocó la reacción de priistas nacionalistas que abandonaron al PRI y dieron nacimiento al PRD, mismo que ganó posiciones importantes dándose una alternancia no deseada, porque la izquierda se volvió una piedra en el zapato de SALINAS DE GORTARI y de su sucesor ERNESTO ZEDILLO.
PEMEX y CFE, si bien no se privatizaron, complicaron los procesos de administración y le dieron un vuelco al sindicalismo generando gran corrupción de sus dirigentes, así como empresas endeudas, saqueadas y convertidas en nido de corrupción. Mención aparte merece el hecho de que CARLOS SALINAS, obligó a que el PRI reformara su declaración de principios y estatutos, dando paso a la desincorporación de los sectores campesino, obrero y popular, perdiendo este partido su esencia de poder político electoral y hoy paga las consecuencias de esas decisiones. El neoliberalismo que impulsó CARLOS SALINAS DE GORTARI, dejó mal sabor de boca, no por los objetivos que le dieron forma, sino por su mala aplicación.
Ahora viajamos en el tren de la 4T, a la espera de la ratificación de firma del T-MEC, con temas no fáciles de resolver como la reforma laboral, ambiental y el sector farmacéutico. Preguntándonos ¿Habrá riesgo en la economía?, ¿Qué pasará en materia de inseguridad pública?, ¿Funcionará el combate a la pobreza y la lucha contra la corrupción?, ¿Qué pasará con una sociedad dividida, insatisfecha y en muchos casos intolerante, apasionada y mal educada? En fin, hay más dudas que respuestas. Pero deseamos que suceda lo mejor para una Nación que debe mantenerse en la senda de la grandeza, el crecimiento económico y el respeto internacional.