En Sinaloa la lucha por la gubernatura es a 12 rounds, y apenas estamos en el primero. En ellos contará resistencia, estrategia, recursos económicos, equipo, organización y hasta las mañas. Así que todos los candidatos tendrán que cuidarse de los golpes bajos que mande el contrincante. Por el momento no se puede hacer alarde de triunfo, cuando ciertos “elementos” se guardan para el final de la competencia. Mientras hay mucho en que pensar, escribir y aportar.
México tiene una de las peores distribuciones del ingreso y una gran cantidad de pobres. En ambos casos, hablamos de una cuestión estructural que ha existido por muchas décadas, y que incluso ha crecido como parte de esquemas de desarrollo que no fueron pensados de manera incluyente. En los próximos años, México pasará de ser un país de niños a ser un país de jóvenes. Para el año 2030, casi el 70% de los mexicanos estarán en una edad productiva que demandará empleo, seguridad y servicios. Así pues, es necesario que se generen más de un millón de empleos formales por año.
Quien gane la gubernatura de Sinaloa el próximo 6 de junio, tendrá una gran tarea y para ello necesitará de un esquema de desarrollo que ponga por delante la confianza de su gobierno, siendo facilitador a la inversión privada, brindando seguridad pública al ciudadano y creando la infraestructura necesaria como atractivo a la inversión, donde la corrupción no tenga cabida, tampoco la arbitrariedad, el abuso y la injusticia.
El antídoto para estos males es la aplicación de reglas claras: no compadrazgos, no mordidas, no comisiones y aplicación de la ley. En ello también deberán sumarse los nuevos alcaldes y los legisladores tanto locales como federales, quienes tendrán como reto fundamental implementar el Estado de Derecho para alcanzar el desarrollo que reclama Sinaloa.
Pasando la elección del 6 de junio, el primer problema que tienen que solucionar es el político (ya que andan como perros y gatos). Es necesario lograr la unidad y participación de todos para poder construir una política industrial sustentable y perfeccionar los esquemas de desarrollo social. Atrás deberá quedar la soberbia, la indolencia y la intolerancia. Una vez hecho ello, Sinaloa estará en la verdadera senda del desarrollo.
Las últimas sucesiones gubernamentales en Sinaloa han sido crecientemente conflictivas en el terreno político o económico, cada elección es diferente a las demás, pero lo que no cambia es la guerra sucia entre unos y otros. Campañas negras que dominan los procesos electorales a través de videos, fotos o leyendas despectivas en redes sociales, invadiendo vidas privadas, haciendo señalamientos de supuestos actos de corrupción, intolerancia ante opiniones diversas, falsedades en la información y guerras de spot publicitarios que pueden provocar el voto del miedo o el alejamiento del ciudadano de las urnas electorales.
En esta elección los chapulines de la política (que brincan de un partido a otro) y “el agandalle” de las candidaturas a puestos de elección popular, están de moda como si el tiempo no transcurriera y la sociedad estuviera estancada en los años setentas. Hoy como nunca en Sinaloa se observa un ambiente político pesado y complicado.
Aunque En MORENA se diga que se han curado las heridas de los que quedaron fuera del reparto de candidaturas y que hay unidad en torno al candidato RUBÉN ROCHA MOYA, la percepción y algunas expresiones denotan que no se han digerido los corajes y frustración de muchos de ellos; en la Coalición conformada por el PRI-PAN-PRD, también quedaron afectadas muchas corrientes que trabajaron en sus imágenes y crearon compromisos económicos y políticos que parece se fueron por la borda y hoy flotan en salvavidas de simulación.
Otros partidos políticos como MC, RSP, VERDES, PT, PES, FUERZA POR MEXICO o PAS, siguen sin poderse recuperar del dedazo procedente del centro del país y de intereses locales. No se dan cuenta que el problema toral está en el electorado libre de compromisos partidistas y de grupos, y que es más alto el índice de electores libres que el llamado voto duro de todos los partidos juntos. La rebelión de los electores en la actualidad no es fácil de parar o manipular.
Por ello señores(as) Candidatos(as) para ganar la elección hay que trabajar mucho y donde se debe. Nada por encima y menos con autoengaños. El cuidado debe ser doble porque ni siquiera las encuestas reflejan el verdadero sentir ciudadano. La gente cada día está mejor informada, sabe interpretar mensajes y eventos, al grado de que engañan a los propios encuestadores.