La sociedad actual ha padecido situaciones de alarde de fuerza que rebasan lo tolerable. La falta de orden, entre otras cosas, impide una relación de confianza recíproca entre sociedad y gobierno, lo que genera una descomposición social cada vez mayor. Roto el clima de la moralidad social, no se puede esperar nada bueno, por lo que es necesario que el gobierno en sus tres niveles se ajuste a lo que dice la ley y a lo que la sociedad añora, para lograr una verdadera paz social donde se practiquen los valores. Faltan buenos ejemplos que orienten a las personas a luchar por superar sus carencias y por alcanzar una democratización que los lleve a exigir conductas más éticas y morales a los funcionarios públicos, a los dirigentes partidistas y a las autoridades de universidades públicas y privadas, etc. en busca de nuevos paradigmas.
La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) desde su fundación, pasando por su autonomía, ha sido un gran orgullo para el pueblo sinaloense. En su largo caminar, ha sufrido heridas que le han dejado cicatrices muy profundas que por el bien de todos no se deben olvidar. La UAS, al igual que otras universidades, tiene la encomienda de fortalecer su cubertura y sobre todo elevar la calidad de la enseñanza. Los nuevos tiempos reclaman esfuerzos extraordinarios que permitan elevar la calidad de sus egresados y mantenerse libre de contaminación política alguna. No se confundan, el Artículo 3° Constitucional es principio y fin de toda acción educativa.
Los partidos políticos, sin que importe color o ideología, deben estar alejados de los centros educativos, los gobiernos deben arbitrar estos intereses, poner orden, ser promotores de la equidad y factor de unidad. Muchas personas le apuestan y alientan la confrontación UAS-ROCHA-CUÉN, pero este es un problema que se quedará en “dimes y diretes” toda vez que a ninguna de las partes en conflicto les conviene que crezca la rivalidad existente. En pocas palabras, mientras no se decida la candidatura presidencial no pasará nada en la UAS. A esto hay que sumarle, que por lo pronto, el presidente LÓPEZ OBRADOR y MORENA necesitan de los tres pues aún no hay nada seguro en lo electoral. En este sentido, el Secretario de Gobernación, ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, puso orden temporal. Así que, señoras y señores, hay que evitar las confusiones pues seguramente se seguirá alentando un problema que tarde o temprano caerá por si solo y pondrá a cada quien en su lugar.
COORDINACIÓN EN LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO
En el Municipio de Mazatlán se respira Gobernabilidad y Coordinación en los tres niveles de gobierno, y gracias a ello se impulsa el cambio que reclama Sinaloa. La Gobernabilidad establece el orden constitucional necesario para que se cristalicen proyectos como La Casa del Migrante puesta en marcha por el gobernador RUBÉN ROCHA MOYA, el alcalde EDGAR GÓNZALEZ y autoridades Federales. Estos apoyos federales ayudan a los gobiernos municipales a cumplir con las obras y servicios que reclama la sociedad.
Con su arribo a la alcaldía, EDGAR GONZÁLEZ ZATARAIN se sacó “la rifa del tigre” por las condiciones en que recibió las arcas municipales. Sin embargo, esto también fue una gran oportunidad para demostrar su capacidad y trascender, al poner orden, transparentar el gasto público, gobernar con austeridad y no perder el piso como servidor público.
Con su trabajo como aval, EDGAR GONZÁLEZ tiene la oportunidad de estar en las boletas electorales del 2024, siempre y cuando siga contando con el respaldo del gobernador RUBÉN ROCHA MOYA, quien en su última visita al puerto de Mazatlán, anunció grandes inversiones que habrán de impulsarse con el apoyo de los tres órdenes de gobierno, para acortar distancia entre los que viven en colonias populares y los que radican sobre el Malecón y la Zona Dorada de Mazatlán.
Este fin de semana, el presidente AMLO visitará el sur del Estado, lo que será una gran oportunidad para que el alcalde mazatleco solicite al presidente recursos económicos que permitan fortalecer el sistema de alcantarillado y aguas residuales del puerto. . . JAVIER LUNA BELTRÁN, nuevamente se pone en circulación como servidor público, al ser designado por El Congreso del Estado como su representante estatal ante el TLCAES.