Cada seis años en México se presenta un fenómeno llamado “ilusión sexenal”, donde muchos mexicanos piensan que por el simple hecho de cambiar de gobierno la situación mejorará, pero la realidad es que como sociedad hacemos muy poco para que eso suceda.
La medalla BELISARIO DOMÍNGUEZ, es el máximo galardón que otorga el Senado de la República para reconocer a hombres y mujeres que se han distinguido en la ciencia o como servidores de la patria. Este año fue entregado a EFIGENIA MARTÍNEZ, por su aportación diplomática, política y social.
La entrega de esta medalla debería ser ejemplo de paz, armonía y participación. Sin embargo, esta vez causó una gran controversia por la decisión del presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, de no asistir a la entrega del máximo galardón, “”disque para evitar confrontaciones con senadoras del PAN (especialmente con LILLY TÉLLEZ) y evitar que le falten al respeto a la investidura presidencial.
¿Qué pasa en nuestro país? ¿Por qué la polarización, el odio y la confrontación? acaso no será suficiente lo que pasa en materia de inseguridad, los daños que sigue dejando el covid-19, la pérdida de empleos, la inflación, la caída de la economía, la corrupción y otros. No hay que olvidar que quien ostenta el poder presidencial es un ser humano que come, viste, se enferma y también comete errores como la NO asistencia al Senado de la República. A partir de 1968, con el presidente GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, inició la decadencia de la figura presidencial, se cayó el mito del todopoderoso Tlatoani, se derrumbó la moral de cada uno de ellos, se les perdió el respeto y hoy cualquier ciudadano se pone al tú por tú con el presidente de la república en turno. Se le retiene, se le injuria, y lo que es más delicado, el presidente contesta agresiones verbales y se escuda diciendo que “su pecho no es bodega” ¿Qué sigue y a donde nos llevará todo esto?
El presidente Echeverría recibió una pedrada en la frente durante una visita a la UNAM, devaluó el peso y se devaluó como mandatario. Hoy vive secuestrado en su residencia arrastrando remordimientos de conciencia. JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, gobernó el país con alta dosis de frivolidad y nepotismo; como expresidente se fue a vivir a La Colina del Perro (como se le bautizó en su tiempo) y es recordado por la gran corrupción que se vivió durante su gestión. MIGUEL DE LA MADRID, como gobernante mató el nacionalismo revolucionario que tanto pregonó en su campaña como candidato presidencial y su recuerdo lo mata el olvido.
CARLOS SALINAS DE GORTARI, es el expresidente más repudiado de los últimos tiempos, pero aun así, la corta memoria y el cinismo del mexicano le sigue atrayendo reflectores políticos como hombre de gran poder económico. ERNESTO ZEDILLO, sin buscarla llegó a palacio nacional, flotó como gobernante y entregó el gobierno sin pena ni gloria. VICENTE FOX heredó una crisis institucional, revueltas sociales y explosión del crimen organizado. Su despedida en 2006 quedó marcada por la trifulca organizada por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, candidato presidencial del PRD, quien denunció fraude en la elección presidencial que favoreció a FELIPE CALDERÓN.
VICENTE FOX y FELIPE CALDERÓN como expresidentes, son caricaturas políticas del momento; ENRIQUE PEÑA NIETO, está cuidando las formas para no alterar el ánimo del presidente LÓPEZ OBRADOR, quien como verdugo de La Santa Inquisición, podría mandarlo al patíbulo o dejarlo al escrutinio público (como está sucediendo) para ser devorado por la jauría social.
REVOLTURA POLÍTICA Y SOCIAL
En el municipio de Ahome el alcalde electo, GERARDO VARGAS LANDEROS, saca sus fichas e inicia el juego del ajedrez político. El rey del tablero refleja capacidad económica y mental, poniendo en práctica estrategia futurista. Las damas involucradas en este juego son opacadas; los alfiles no pintan, los caballos son domesticados, las torres se caen y los peones son silenciados. Ahora solo falta esperar el jaque mate del partido, el cual reflejará perdedores y ganadores de un juego que inició el 6 de junio y que tiene como meta el 2024 y el 2027. Cabe mencionar que el rumbo por venir puede ser de corte social, económico, educativo, político o transformador. Solo el tiempo nos dirá quienes son los perdedores y quienes los ganadores.