Los mexicanos queremos ser escuchados por nuestros gobernantes, que se atiendan nuestros reclamos y se nos garantice un mejor futuro. Pero así como tenemos derechos los ciudadanos también tenemos obligaciones y es un deber cumplir con ellas. Avanzar por esta ruta de participación nos llevaría a tener una mejor sociedad y gobiernos más justos y responsables.
Detrás de quienes ejercen el poder en sus tres niveles de gobierno siempre habrá legiones de hombres y mujeres que hacen del gobernante un rey, bajo banderas de lisonjas y de frases consagradas al gobernante en turno, que los hacen sentir intocables.
Sinaloa vive tiempos de ilusión sexenal, misma que se repite cada seis años. Para muchos el gobierno del DR. RUBÉN ROCHA MOYA es más de lo mismo en nueva envoltura, otros piensan que es diferente a los demás y confían que logrará transformar a Sinaloa. El gobernador durante su campaña electoral, y a 6 meses de gobierno, ha realizado una serie de planteamientos políticos, económicos y sociales, encaminados a superar la crisis, restablecer el crecimiento económico e iniciar cambios profundos en las estructuras sociales de la entidad.
Estos lineamientos se expresan en el Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027, presentado el día de ayer.
Documento oficial mediante el cual se pretende no solo guiar las acciones del gobierno sino de toda la población sinaloense. El plan sintetiza la filosofía política, económica y social del actual gobierno. Sin embargo, el Sr. Gobernador y su equipo no deben olvidar que para lograr un buen gobierno, se requiere también usar el brazo izquierdo, que les permitirá dialogar, convencer, motivar y sumar. Mientras que el brazo derecho debe ser símbolo de fuerza, carácter, firmeza y seguridad en el rumbo a seguir.
El Plan de Desarrollo, el dialogo, la tolerancia, la democracia, la transparencia, la honestidad y la civilidad política son los mejores instrumentos para lograr un buen gobierno.
Un régimen democrático como el representado por ROCHA MOYA, debe ser encausado por el respeto de los derechos inherentes a la naturaleza humana, escuchando a la disidencia y no solo a quienes forman parte del círculo del poder, con cordialidad y con firmeza a la vez. No se debe olvidar que el bono democrático ganado en las urnas electorales así como llega se va.
Cualquier gobernante en México, sin importar su nivel, debe amar a su país como fruto que les da de comer, y la suerte es una urdimbre tejida con paciencia, humildad y honestidad. No con disputas de Maquiavelo que solo buscan más poder.
RUBÉN ROCHA MOYA, debe tener muy claro que por su edad, cuando terminé su responsabilidad como gobernador también llegará su jubilación política. Y que si realiza acciones de gobierno equivocadas, el que se equivoca es él y no sus secretarios. Y si miente él es el falaz y no sus críticos políticos. Su grandeza será la de un hombre que preparó el camino por largos años para gobernar un Estado complejo, a veces bronco y violento.
Hoy como ayer, en Sinaloa crece el encono político, florece la calumnia, circulan rumores y dichos difamatorios.
No hay límites en la ofensa, se impone el canibalismo y hay ausencia de propuestas. Y como lo dijo en su momento PEROGRUELLO “no hay manera de encontrar a un hombre libre entre hombres sumisos al poder”. Se da la libertad por un ánimo común o la libertad personal languidece y degenera. La libertad es una lumbre que hay que alimentar constantemente de otra manera será fugaz, incipiente y pobre.
Atrás deben quedar gobiernos marcados por el despilfarro, la mentira y la corrupción. Se debe terminar con los rápidos ascensos al poder como pago a la lealtad mal encauzada. En cambio se debe velar por el estado de derecho y la seguridad ciudadana. Es necesario un gobierno que combata la ignorancia, la desigualdad social y busque la paz social. Un gobierno que avance por camino franco, de vanguardia y desde allí mirar el porvenir con ojos de esperanza y de oportunidades.