La crisis económica, un pésimo sector salud y la carencia de liderazgos, son lastres que arrastran a la sociedad, exhiben las limitaciones de los gobernantes y muestran que la corrupción es moneda de cambio. El poder legislativo y judicial deben ser verdaderos contrapeso del poder ejecutivo; el ejército mexicano se ha convertido en sector político de MORENA y al mismo tiempo es responsable de la seguridad nacional; los empresarios luchan por abrir la puerta de palacio nacional para trabajar, negociar y cuidar la economía; los partidos políticos, siguen revueltos, al garete y con poco que ofrecer en lo electoral; mientras que el Presidente LOPEZ OBRADOR, juega a los avioncitos, mostrando los lujos del avión presidencial “José María Morelos y Pavón”.
Los gobernadores se disciplinan al gobierno federal, navegan en lo político y muestran temor al poder presidencial. Los expresidentes de la República guardan un silencio temporal, por la cola que arrastran y no desean ser involucrados en demandas judiciales; los dirigentes sindicales caen en el ostracismo y dejan de llamar la atención, para evitar cualquier roce o mala interpretación con el presidente; los miembros del gabinete presidencial evitan contradecir a su jefe, así sea el propio Secretario de Hacienda, de Salud, Seguridad Pública y Gobernación, en caso contrario podrían encontrase con la puerta de salida.
Más de 14 renuncias de funcionarios de medio y alto nivel, entre ellos quien fuera el Secretario de Hacienda CARLOS URZÚA; TONATIUH GUILLEN, Comisionado del Instituto Nacional de Migración ; JAIME ROCHIN, Comisionado Ejecutivo de Atención a Víctimas; GUILLERMO GARCIA ALCOCER, Presidente de la Comisión Reguladora de Energía; JOSEFA GONZÁLEZ BLANCO, titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales; GERMAN MARTINEZ, director del IMSS y quien fuera titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes JAVIER JIMENEZ ESPRIU, etc.
En un país como el nuestro, la separación de poderes sigue siendo letra muerta, la figura presidencial no admite contrapesos y mucho menos desea compartir el poder. A veces improvisando y gobernando al azar, acusando y desacreditando como si palacio nacional fuera mercado popular. México, ha tenido muchos presidentes dinámicos que han vivido etapas de retraimiento, no para reflexionar sobre lo que va ocurriendo, sino para mediatizar, mantener el poder, gastar grandes fortunas en publicidad, justificar fracasos, ocultar la realidad vigente y todo por ser un rey al que no hay que contradecir, solo aplaudir.
Estamos a menos de un año de llegar a la hora de la verdad en lo electoral, un proceso inédito en la historia del país. Hoy más que nunca se ha cuestionado la política presidencial en materia de salud, seguridad pública y economía; los partidos políticos han sido exhibidos y desnudados en sus procesos de selección de candidatos, descalificados por sus pobres propuestas y diversos actos de corrupción. Se gastan inmensas fortunas en campañas electorales, sin auditar y fiscalizar, la guerra sucia de unos y otros no da tregua, hay ausencia de propuestas e incumplimiento a palabra empeñada de candidatos, partidos y gobierno; las sospechas de utilizar dinero sucio en campañas electorales siguen vigentes.
En política es muy común que haya deslealtades ante los desmedidos apetitos financieros en la mayoría de sus miembros. El gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, conocedor de los recovecos del poder y con la experiencia de haber lidiado con gente de todas las corrientes políticas, del sector empresarial y social, no tarda en darse cuenta de las deslealtades que habrá de tener cuando deje el poder.
Por lo pronto, algunos de sus colaboradores que le juraron “amor eterno”, se adelantaron a los tiempos políticos y hacen su juego para lograr estar en las boletas electorales, sin que importe color o ideología partidista.
La presidencia del C.D.E del PRI en Sinaloa, ha sido feudo del gobernador en turno, un ritual no modificado en los últimos años. JESÚS VALDEZ PALAZUELOS, presidente de este partido en la entidad, obtuvo esa posición como premio de consolación por su derrota al buscar la reelección en la alcaldía de Culiacán. Posiblemente logre ser candidato a la gubernatura, pero solo con un milagro lograría ser gobernador, y los milagros están en crisis. Valdez Palazuelos, recorre la entidad con las manos vacías, suburban del año y sin gastar en gasolina.
La facultad de decidir la candidatura al gobierno de Sinaloa, no está en manos del PRI estatal, este solamente es un espejo de lucimiento y formalidad. Es el gobernador quien tiene este poder, pero debe negociar con el CEN de su partido, además de sondear y pactar con los poderes fácticos del Estado en una forma de alcanzar el equilibrio político necesario que ayude a lograr una elección competitiva, con candidatos afines a los intereses del gobernador y de todo aquel dispuesto a aportar sumas millonarias para la campaña electoral. Ahora hay que esperar, si el presidente LÓPEZ OBRADOR, se quedará con los brazos cruzados.
La problemática existente en materia política, económica, social y de salud, así como los actos de corrupción y cuentas reprobadas en diversos organismos públicos, pintan un panorama complicado para un partido que ha tenido el poder por muchos años en Sinaloa. Por ello, no hay que echar las campanas al vuelo gastando en encuestas que generalmente no muestran la realidad y mucho menos se debe correr una aventura política, cuando hay rayas y manchas del pasado difíciles de borrar.