El esplendor y la habilidad política que tuvo el ex gobernador MARIO LÓPEZ VALDEZ, son cualidades que no cualquiera posee. Supo aprovechar circunstancias y superar retos para llegar en tiempo record a la gubernatura, pasando por la presidencia municipal de Ahome, la Secretaría de Desarrollo Social y Senadur de la República.
Al principio de su carrera política el popular MALOVA cuidó nombre y prestigio bajo la imagen del corazón que lo diferenció de los demás. Tristemente ya como gobernador, se convirtió en uno más del montón y su notoriedad se eclipsó al término de su responsabilidad.
Actualmente LÓPEZ VALDEZ, es repudiado por muchos sinaloenses, pero aun así, la nostalgia por la pérdida del poder lo está llevando a moverse políticamente tratando de reagrupar a aquellos personajes con posibilidades reales de lograr la candidatura del PRI por la presidencia municipal de Ahome y las diputaciones que estarán en juego en el 2021.
A MARIO LÓPEZ VALDEZ, le sobra tiempo y dinero para tratar de recuperar el control político de un municipio que gobernó y donde están sus intereses. En Ahome él impuso a dos candidatos de su confianza que lograron ser alcaldes: ARTURO DUARTE Y ALVARO RUELAS, mientras que con ZENEN XOCHIHUA pactó y negoció.
El juego que hoy practica LÓPEZ VALDEZ, consiste en llamar la atención y tratar de ganarse la confianza del alcalde MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO y del Gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, adapta sus métodos para atraerlos hacia sus intereses, que por cierto son muchos, y con ello lograr el control político de una plaza muy codiciada y disputada por el PRI, PAN, PAS, PT y MORENA. Si consigue su objetivo, el ex gobernador dejaría de figurar en segundo plano, retomaría el control de la casa para impulsar nuevos negocios y podría negociar y pactar en otras condiciones.
ALVARO RUELAS ECHAVE, fue derrotado al buscar su relección por la alcaldía de Ahome, pero ya se está oxigenando políticamente en busca de nuevos proyectos como la candidatura a la diputación local y se le ve listo para participar en un teatro de doble cara. Sin embargo, el pasado lo pueden exhibir tal como lo que es y no por lo que pretende aparentar. La cima a donde aspira llegar se puede derrumbar, por lo que sus aspiraciones políticas deben de ser muy bien medidas y controladas.
BERNARDINO ANTELO ESPER, ha sabido brincar de una posición a otra sin importar ideología o color partidista, en poco tiempo ha logrado fortalecerse en lo económico y lo político, realizando un juego con gran pericia, cediendo el mérito al gobernador en turno como lo ha hecho con LÓPEZ VALDEZ y ORDAZ COPPEL, mientras él capitaliza su figura en redes sociales, sin ocultar aspiraciones, sin mantener la calma, esperando llegar a la alcaldía y con ello cumplirle al patrón que lo impulsó, lo orientó y le tiene la mano extendida a una candidatura y un triunfo electoral que piensan que tienen en la mano.
FERNANDA RIVERA, ha entendido que la esencia del poder es la capacidad de mantener la iniciativa. Su aspiración política se puede impulsar utilizando al sector Popular, pero este membrete sigue desarticulado, sin oxígeno, impulso y seguidores. Si logra levantar a un fantasma como es el sector que representa, unificar a diversas corrientes políticas, atraer figuras jóvenes y frescas, se podría decir que tiene dado el primer paso que la lleve a cumplir el objetivo deseado.
En el municipio de Ahome, también hay otros que mueven los hilos del poder y de la tenebra, que pactan alianzas, aportan recursos y van con todo y por todo electoralmente hablando. Son como los pulpos con tentáculos por doquier, todos dispuestos y puestos, juegan diversas cartas a la perfección sin importar con ello que también se juegue al engaño.
En otro paquete se identifica a DOMINGO VAZQUEZ, RAYMUNDO SIMONS CAZAREZ, FELIPE JUAREZ SOTO, DR. JOSÉ BORUNDA y el Diputado Federal IVAN AYALA BOBADILLA, quienes a pesar de que aún no han llegado los tiempos electorales que marca el Instituto Electoral comienzan a generar olas en busca de ser sucesores del Alcalde MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO.
Por otro lado, el tema de la síndica procuradora ANGELINA VALENZUELA BENITES, se convirtió en un circo donde abunda el protagonismo, sobran los payasos y el público comienza a dar señales de enfado; mientras que la obra pública como baches, socavones, drenajes colapsados, caminos en mal estado, etc. son un recordatorio del pasado que dejó una gran huella.
La clase política de Ahome y de otros municipios de la entidad, debe entender que la sociedad cambió y ahora busca en sus futuros gobernantes y servidores públicos no al político tradicional si no a hombres y mujeres que demuestren honestidad, sensibilidad, humildad y congruencia. Servidores públicos que entiendan que el poder es del pueblo y no de ellos. Que no confundan el concepto de “servidores públicos” y comprendan que llegaron para servir al pueblo que gobiernan y no para servirse de él.
El Estado de Sinaloa y los 18 municipios de la entidad pueden asegurar un mejor rumbo, la realidad nos dicta lo que hay que hacer para mejorar. El proceso de cambio ha marchado acorde con nuestra realidad y ajustándose a los intereses políticos del momento, están por llegar los tiempos electorales para determinar el tipo de gobernante que queremos y necesitamos.
Por lo pronto vemos a los exgobernadores de Sinaloa por muy diferentes rumbos: FRANCISCO LABASTIDA OCHOA, impulsando el proyecto de la Planta de Amoniaco en el Puerto de Topolobampo y buscando también un lugar en la historia de Sinaloa; JUAN S. MILLÁN, como los grandes boxeadores se encuentra retirado de la política activa, fuera del rin, dando consejos a quien lo pide, sin contaminarse, sin apasionarse y siendo ejemplo de los más grandes triunfos electorales en Sinaloa; por su parte JESÚS AGUILAR PADILLA, se encuentra alentando aspiraciones futuristas refugiado en la Universidad Autónoma de Occidente.
Los antecedentes aquí descritos, encajan perfectamente en el mensaje presidencial del 1° de diciembre pasado, donde el Presidente AMLO manifestó “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer”. Tenemos un país convertido en una “capirotada política”, donde el pasado no se quiere ir y se lucha por un futuro que no ha llegado, olvidando un presente que al final de cuenta es el que estamos viviendo.