Decía SALVADOR NOVO que “en México la Historia se mide por un sistema métrico sexenal y por presidentes”. En ese sentido cada presidente que asume su responsabilidad como tal, imprime un estilo distinto. Pero a medida que la sociedad sea más responsable y conocedora de sus derechos y obligaciones, con mejor nivel de educación y bienestar familiar, los gobiernos en sus tres niveles serán menos radicales, menos extremistas y estaremos en menor riesgo de dar bandazos en lo económico, lo político y lo social.
El Estado mexicano, fue el que creó y forjó la Revolución, el discurso revolucionario pasó de moda, desgastado y convertido en cenizas. Nos arrastró el Neoliberalismo por más de treinta años y hoy somos llevados por un proyecto de gobierno denominado 4T.
El presidencialismo en México es un símbolo al que se le fue perdiendo respeto, ligado a una rúbrica y una práctica donde ha predominado el rollo, la grilla, la mentira, el escándalo y derroches de recursos públicos sin poder lograr el bienestar de la sociedad y la tranquilad añorada. Esto, entre otras causas, le abonó para que la figura presidencial se convirtiera algunas veces en tiras cómicas y sin calidad moral para opinar como sucede con expresidentes como: CARLOS SALINAS, identificado como el demonio y corruptor; VICENTE FOX, CALDERÓN y ENRIQUE PEÑA NIETO, quien retrocedió a los años de adolecente, mientras que Calderón le juega al político y Fox está convertido en un payaso, denigrando aún más la figura presidencial.
En 1968, se inició una década de movimientos sociales, jóvenes con ideales comunistas o de otro tipo le dieron forma y dirección al movimiento del 68, mismo que terminó en una masacre estudiantil en Tlatelolco. En esa época había símbolos que se respetaban y cuidaban como era el Presidente de la República, el Ejercito Mexicano y la Virgen de Guadalupe. Con una prensa manipulada y controlada, existían grandes redes de complicidades dentro de la política gubernamental. En esa época, el debate giraba en torno a la conducción económica del país y sobre la izquierda mexicana. El entonces presidente DIAZ ORDAZ, le entregó el poder a LUIS ECHEVERRIA, quien supo atraer y contaminar a la izquierda, corrompió a la juventud de esa época y puso fin al problema de las guerrillas, dándole auge al populismo creando fideicomisos, empresas del Estado y grandes apoyos a las universidades.
Los gobiernos subsecuentes intentaron a su modo captar, ignorar o sintetizar lo que sucedía en el país, abriendo la economía con el Tratado de Libre Comercio (TLC) en el periodo salinista, pero también surgió una sociedad cargada al espectáculo y dispuesta a convertir los eventos de gobierno y las campañas políticas en grandes fiestas populares, sobresaliendo el acarreo, las tortas, las matracas y el chantaje con los programas de solidaridad a pesar de los engaños en promesas políticas pintadas de nacionalismo, donde todo era aplaudir. Era una sociedad viva en partes, dominada en otras, resignada, confundida, aguantadora y corta de memoria, pero también soñadora.
Los cambios ocurridos en 1988, con el desprendimiento de la corriente democrática del PRI, que derivó en la creación del PRD, permitieron crear conciencia ciudadana, el presidencialismo con figura de monarquía y ropajes republicanas se comenzó a derrumbar, pero aun así, la clase política no se acostumbró al debate, la tolerancia, la pluralidad y mucho menos a ser generadora de justicia y democracia.
Por todo esto, el presidente LÓPEZ OBRADOR, no debe hacer alarde de triunfos efímeros, mucho menos encender fuegos artificiales y gritar ser el vencedor, cuando aún le queda un largo trecho por caminar. El liberalismo social debe ser aquel que resuelva procesos electorales con limpieza y apegados a la ley, dar libertades políticas plenas, cumplir lo prometido y dejar de andar en campaña electoral para ponerse a gobernar con responsabilidad.
LOS MENCIONADOS PARA CANDIDATURAS AL GOBIERNO
En el 2021, México tendrá elecciones intermedias federales, pero también algunas entidades federativas como Sinaloa renovarán gubernaturas, específicamente en esta entidad también estarán en disputa las 18 alcaldías y el Congreso Legislativo.
Este año también será crucial para el presidente ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien someterá a consulta su revocación de mandato, donde el objetivo es que MORENA continúe siendo mayoría en la Cámara de Diputados y buscar apropiarse de 13 gubernaturas, alcaldías y congresos locales que estarán en juego bajo los efectos que genera el nombre y la figura de AMLO.
En días pasados el gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, manifestó que falta mucha película para llegar al 2021 y que todavía no es tiempo para pensar en candidaturas o en las próximas elecciones por venir, recalcó que hay que actuar con serenidad, ya que serán los partidos quienes designarán a sus candidatos. Fue muy claro al decir que “la elección es en el 2021 y apenas estamos en septiembre del 2019”. Reconoció además, estar enterado que hay algunos personajes interesados en sucederlo, pero insistió en que lo hacen de manera apresurada.
Tiene razón el gobernador en tratar de calmar los ánimos y aceleres para sucederlo, ya que faltan cerca de dos años, y en su momento el IFE iniciará con el desarrollo de los puntos que tienen que ver con los registros de representantes de partidos políticos, actualización y expedición de credenciales de elector, y posteriormente expedir la convocatoria para los registros de candidatos. Para entonces, los partidos políticos ya habrán desahogado los procesos internos para sacar candidatos que lucharán por obtener el puesto más codiciado en el Estado “La Gubernatura”. Pero esos tiempos no han llegado.
Los pretensos o mencionados son el Senador RUBEN ROCHA MOYA, la Sen. IMELDA CASTRO, JESÚS VIZCARRA CALDERÓN y JAIME MONTES; Así como los Alcaldes de Ahome, MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO; Culiacán, JESUS ESTRADA FERREIRO; Mazatlán, GUILLERMO BENITEZ; MERARY VILLEGAS, AARON IRIZAR, JESUS VALDEZ, Sen. MARIO ZAMORA, SERGIO TORRES, GERARDO VARGAS y HECTOR MELESIO CUEN, más los que nombres que se acumulen en los próximos días. Cada uno de ellos Tendrán que medir tiempos como lo dijo el gobernador, valorar circunstancias, las posibilidades reales, contar con apoyos de poder económico, político y social, pero también ser garantía de triunfo y tener el carácter que se requiere para gobernar un gran Estado como Sinaloa.
En esta lucha hay muchos intereses en juego, que afectarán o beneficiaran a los grupos de poder político y económico. Donde en algunos casos el objetivo no es ganar, sino estar en la jugada para negociar y tranzar.
Mientras que en la ciudad y en el campo se escuchan gritos exigiendo solución a necesidades diversas aun no resueltas. El gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, requiere tranquilidad política para gobernar, paciencia para equilibrar y unidad para gestionar apoyos de la federación.