CLAUDIA SHEIBAUM obtuvo el premio mayor después de una consulta amañada, llena de dudas e inconformidades abalada por los gobernadores de MORENA, al igual que los viejos tiempos del PRI y fue nombrada Coordinadora Nacional de Defensa de La 4T; por el otro lado XOCHITL GALVEZ, se dice lista para solicitar licencia en el Senado en el mes de noviembre y representar al Frente Amplio por México. Si no sucede otra cosa, alguna de las dos cruzará en su pecho la banda presidencial para gobernar el país en el sexenio 2024-2030.
Quien gane la elección constitucional de junio de 2024, no solo enfrentará lo incompleto, lo insuficiente, lo desviado, un clima de inseguridad, falta de unidad, problemas económicos, sino también un sinfín de problemas acumulados.
Será imperativo que el ganador descarte el espejismo de las promesas demagógicas y busque un sustento duradero en una economía sana y fuerte. Debe evitar que la deuda externa se convierta en factor inhibitorio del crecimiento y de la generación de empleos, asegurar que el poder adquisitivo se incremente gradualmente y que haya una mayor generación de empleos.
Actualmente el sector público está más abocado a la construcción de obras faraónicas que devoran miles de millones de pesos en sus presupuestos cuando hay prioridades en materia de educación, salud, agua potable, drenaje, seguridad etc.
Los nuevos programas de gobierno deben estar bien planeados, siempre encaminados a mejorar lo que se tiene y no a destruir lo que se construyó en el pasado. El sistema educativo debe considerarse como prioridad nacional y buscar los mecanismos para reconstruir el tejido educativo y revalorizar al magisterio mexicano buscando calidad en un área indispensable para formar una sociedad más prepara y capaz de competir con otras naciones del mundo.
En el ámbito de la política social, los nuevos tiempos reclaman articular y fortalecer la red de servicios básicos que presta el Estado, particularmente en materia de abasto, salud, vivienda, caminos, alumbrado público, agua potable y drenaje. Un real federalismo donde los Estados sean realmente autónomos y no feudos de la federación; municipios con capacidad de respuesta a la población, con recursos suficientes para abatir rezagos y darle solución definitiva a problemas añejos.
La próxima Presidenta de la República, debe ser punto de equilibrio entre fabricantes, productores y consumidores en una forma de garantizar la oferta y la demanda de productos, evitar aumentos excesivos de precios, fortalecer el consumo de los grupos de menores ingresos, elevar la productividad y confianza en la inversión privada tanto interna como externa. La cantidad y la calidad de la comida, vestido, vivienda con seguridad son punto de partida para lograr un genuino bienestar de la población.
El campo mexicano posee un potencial productivo considerable y en este punto Sinaloa es orgullo nacional. La política rural del próximo gobierno, debe buscar y proponer alternativas que ayuden a resolver el problema de la soberanía alimentaria, con programas y planeación al campo, para dar certidumbre a la comercialización de las cosechas, con apoyos crediticios, cuidado del agua y medio ambiente. El campo mexicano debe dejar de ser carnada política, y tener certidumbre en la comercialización de sus cosechas, ya es tiempo de que los “coyotes” o intermediarios dejen de ser los que se llevan la mejor rebanada del pastel. Si bien es cierto que no se puede, ni se debe, volver a la corrupta política de subsidios del pasado donde era imposible conocer con certeza a los verdaderos beneficiarios, tampoco se les debe dejar en la orfandad.
En materia de salud, educación y seguridad pública, hay mucha tela de donde cortar. Se puede iniciar revisando la eficacia con que se usan los recursos públicos destinados a estos sectores, sacudiendo sus estructuras, planeando con visión de futuro, sin maquillaje ni tintes políticos. En pocas palabras, las próximas candidatas presidenciales tendrán que recorrer el país, escuchar a la población, proponer y comprometer su palabra. Posteriormente habrá que ganar la elección de junio del 24.