En México, el desarrollo de la democracia va de la mano de la autoridad electoral, qué tiene bajo su responsabilidad sacar adelante los procesos electorales. No hace mucho tiempo qué el registro de electores y organismos electorales dependían del Gobierno. Es decir, era juez y parte porque el PRI partido casi único estaba en el poder. Las reformas políticas fueron acotando poco a poco la influencia gubernamental sobre las elecciones en todos sus niveles. Hoy es distinto pero no imposible que el gobierno siga metiendo mano.
El Instituto Federal Electoral tenía bajo su responsabilidad la organización de las elecciones federales. Es decir, para las cámaras y presidencia de la república era juez y parte. Con el cambio a Instituto Nacional Electoral (INE) tiene la facultad de la coordinación y ejecución de las elecciones de todo tipo, aun así, el INE deja pasar muchos goles, ante leyes y falta de voluntad para fiscalizar campañas electorales. Partidos y candidatos gastan mucho más de lo autorizado por la ley en las campañas electorales; publicidad y espectaculares se cuentan a montones a pesar que las campañas aún no inician.
Sí bien es cierto que el organismo nació autónomo en sus decisiones y manejo presupuestal, adolece de aprobación legislativa que lo blinde de los intereses perversos de algunos partidos políticos. En cambio lo debilitan por la negociación para repartirse las posiciones de sus consejeros; es decir, ahora las elecciones están manos de los partidos a pesar de que se pregone que el INE tiene autonomía propia. Una gran parte del electorado no tiene confianza en los procesos electorales y hace que el abstencionismo crezca, además quiérase o no, la mano del presidente de la república o de los gobernadores se hace presente.
Actualmente el INE a través del Instituto Estatal Electoral de Sinaloa, tiene el reto de organizar de manera excelente el proceso electoral para que se recobre la confianza ciudadana. Con esta nueva denominación se realizará este proceso, dónde La amplia participación de partidos más los independientes hace crecer el presupuesto y trabajo organizativo. ¿Hasta dónde podrán garantizar eficiencia y eficacia para sacar limpio el proceso electoral por venir? ¿Se tendrá la voluntad y medios para evitar vicios del pasado y que los procesos no terminen judicializados?
Mientras los partidos políticos están inmersos en sus procesos internos y el INE prepara la elección, es conveniente analizar algunas elecciones estatales pasadas: En la elección de ANTONIO TOLEDO CORRO, se registró una real competencia, pero también poco entusiasmo de la ciudadanía porque solo era conocido en el sur del Estado. Ganó la gubernatura con 217 mil votos. En esta administración fue cuando creció y se fortaleció el PAN, principalmente en el municipio de Culiacán y Mazatlán.
Con este antecedente vino la lucha por la gubernatura de FRANCISCO LABASTIDA OCHOA por el PRI y MANUEL J. CLOUTHIER por el PAN. Este último partido albergó grandes esperanzas de triunfo con un candidato que había crecido en imagen por su liderazgo en organismos empresariales cúpula, además porque visualizaban a LABASTIDA como un sinaloense desarraigado. Fue una campaña de toma y daca donde se privilegió la guerra sucia y violencia en algunos casos. El resultado final fue de 360 mil para el PRI y 165 mil para el PAN.
La siguiente contienda sexenal se dio entre RENATO VEGA por el PRI y EMILIO GOICOECHEA por el PAN. Fue una elección tranquila pero desangelada por el triunfo fácil del candidato tricolor. El proceso electoral de 1998 fue diferente y le puso mucho sabor al caldo, al transitar JUAN S. MILLAN de una contienda interna para participar en la constitucional teniendo como contrincantes a EMILIO GOICOCHEA y RUBEN ROCHA MOYA. Logrando JSM una votación de 397 mil 233 votos; El candidato del PAN 273 mil 314, y ROCHA MOYA 160 mil 538 votos.
Después vino la madre de todas las elecciones entre JESUS AGUILAR PADILLA (PRI) y HERIBERTO FELIX GUERRA por el PAN, cuyo resultado oficial reportó el triunfo del PRI por tan solo 11,000 votos equivalente a medio punto porcentual.
La modalidad política de la supuesta democracia que tenemos se dio en el proceso electoral del 2010, donde MARIO LÓPEZ VALDEZ, candidato por la coalición de 5 partidos políticos, derrotó a JESÚS VIZCARRA CALDERÓN, un candidato fuerte en todos los sentidos, la diferencia fue de 61 mil votos.
La historia política-electoral del actual gobernador QUIRINO ORDAZ COPPEL, tiene también sus altas y bajas, compitiendo por la gubernatura contra MARTÍN HEREDIA del PAN; MARIANO GÓMEZ AGUIRRE PRD; LEOBARDO ALCANTAR MARTINEZ del PT; HECTOR MELESIO CUEN OJEDA entre otros. Una caballada muy flaca. Logrando el triunfo con una votación de 427 mil 887 votos, seguido por CUEN OJEDA, quien captó 267, O29 votos.
El turno al bate le corresponde a RUBEN ROCHA MOYA, MARIO ZAMORA, HECTOR MELESIO CUEN y SERGIO TORRES ¿quién de ellos bateará jonrón y le dará el triunfo tan buscado a su equipo y seguidores? En esta elección CUEN OJEDA, será la clave para hacer ganar o perder a cualquiera de los dos primeros mencionados.