El reloj político marca los tiempos electorales así como las pasiones y acciones de los partidos y de todos los aspirantes a algún puesto de elección popular. En Sinaloa, los tiempos políticos actuales son ya a muy corto plazo, por lo que no se pueden construir candidaturas de un día para otro, mucho menos jugar con supuestos tapados. El covid-19 cambió hasta la forma de hacer política, por lo que las campañas del año entrante serán de mucha tecnología y contacto por redes sociales.
Por lo pronto, el calendario electoral de Sinaloa 2020-2021, fija como fecha límite el 23 de diciembre para registrar convenios de coalición; 7 de marzo para separarse de diputaciones y presidencias municipales con la intención de reelección; el 31 de marzo es la fecha límite para resolver aprobaciones de registro de candidaturas y del 4 de abril al 2 de junio será el periodo de campañas en busca del voto que deberá ejercerse el 6 de junio del 2021.
Llegó la hora cero para que los partidos políticos entren a la fase final de los procesos internos para definir coaliciones y seleccionar a sus candidatos. Los partidos chicos están a la espera de que sean invitados a coaligarse para no desaparecer o quedarse fuera del reparto electoral; por lo pronto el PRI, PAN y PRD todavía están desojando la margarita y discutiendo quien será el candidato que representará a la coalición por la gubernatura.
El PRI sabe que si va solo difícilmente podrá lograr el triunfo electoral, su baraja es pobre y estuvo amarrada políticamente a quien gobierna el Estado; por su parte el PAN se quedó sin cartas rentables y su caballada está muy flaca, le brota la duda de ir solo o en coalición con quien fue su enemigo electoral por muchos años; el PRD, sigue cacaraqueando un huevo que tendrá que cuidar y no le queda de otra más que buscar ir en alianza con el PRI y el PAN; aquí entra el reto para el PAS, decidir si va en alianza con el PRI y sus aliados, juega solo o se va a los brazos de MORENA, parece ser que ese es su juego, venderse al mejor postor.
En MORENA la situación es muy diferente, según las encuestas parece que fueran en caballo de hacienda, tiene una amplia baraja con dos senadores de la república, tres alcaldes y un ex secretario de gobierno, sin embargo, están sujetos al designio presidencial. Ha trascendido que la terna final ya está concesionada y cada quien la interpreta como mejor le conviene. Otros consideran que habrá la necesidad de que se analice a todos y nadie sea descalificado antes de tiempo. Guste o no, la equidad de género movió el tapete político generando pasiones y aspiraciones.
Por lo pronto, los partidos políticos tendrán que auscultar con lupa a cada uno de sus aspirantes si no quieren hacer el ridículo electoral. Sus candidatos deberán tener buena fama pública, garantía de unidad, ser potenciales ganadores de las elecciones y capacidad para ejercer un buen gobierno. Con el primer punto se puede descartar a varios; algunos otros cumplen con ciertos requisitos, pero no con todos y aquí es donde a algunos partidos se les puede “engüerar el huevo” con la designación de candidatos por la gubernatura de Sinaloa, a pesar de tenerlos en la incubadora política. MARIO DELGADO de MORENA; ALEJANDRO MORENO del PRI; MARKO CORTÉS del PAN, DANTE DELGADO de Movimiento Ciudadano, entre otros. Se juegan el todo por el todo en el proceso electoral del 2021, donde importa más ganar la elección que ofrecer buenos gobiernos.
De acuerdo a algunas encuestas de opinión los mejores posicionados actualmente son: RUBÉN ROCHA MOYA, JESÚS VALDES, GERARDO VARGAS, JUAN ALFONSO MEJIA, MARIO ZAMORA E IMELDA CASTRO. Cualquier otro candidato sería una sorpresa, pero tampoco se descarta, ya que en la política juegan circunstancias, pactos, alianzas, recursos económicos, perfiles, especulaciones y necesidades partidistas.
Las candidaturas independientes son otro tema, ellos navegan contra corriente, enfrentando muchos requisitos burocráticos y leyes que no permiten un piso parejo y generan condiciones que dificultan la participación social. Ojala se pudieran eliminar estos obstáculos para lograr la democracia plena, lo cual serviría de lectura para partidos y organizaciones políticas que nacen en vísperas de los procesos electorales y se convierten en mafias de poder.
En los últimos días las encuestas políticas han proliferado en la entidad. Es cierto que sirven para medir las preferencias electorales, pero también para manipular y chantajear políticamente. Existen empresas muy profesionales, pero también hay encuestadoras “patito” que se venden al mejor postor y juegan al lado de quien las pida y las pague. Tan mal andamos en México que la democracia se sigue manipulando y el INE permanece ciego y mudo ante estas empresas encuestadoras que son un fraude.