El mundo está en plena transformación, vivimos una nueva conciencia global, el cambio es inevitable, pero en nuestro país es necesario conducirlo con unidad y responsabilidad. La sociedad sabe que la apatía, la indiferencia, la pasividad, la ignorancia o el temor traen como consecuencia abusos de poder o ser gobernados por un mesías que se cree rey.
La seguridad que nos dio nuestro pasado, la solidez institucional del Estado mexicano, la unidad que nos heredaron nuestros padres y abuelos y la pluralidad social que debería ser sustento para lograr un país mejor, parece que cambió de ruta y se perdió en la lucha por el poder.
En nuestro país cada fin de sexenio aflora, cual drenaje colapsado, todo aquello que se oculta y se maquilla en los archivos del poder en materia económica, política y social. Aun así, estamos listos para aclamar al nuevo rey, quien antes de llegar al poder ofrecerá resolver todos nuestros problemas.
¿De qué sirvió el sacrificio, la valentía y sagacidad de IGNACIO ZARAGOZA y la culminación victoriosa que hiciera MARIANO ESCOBEDO en Querétaro, con la habilidad y la entereza de JOSÉ LUIS MORA ante las potencias europeas? ¿De qué sirvió la erudición diplomática y paciente labor de MATIAS ROMERO y la destreza de MANUEL DOBLADO en Orizaba, para desactivar una destructiva intervención militar?
Hoy la soberanía no sólo implica la defensa de la integridad territorial. El ejercicio moderno de la soberanía también debe asegurar de manera efectiva y permanente la existencia política del Estado nacional frente a la competencia de los demás Estados, la vigencia del derecho, base de la justicia, y la seguridad de todos nosotros. La lucha actual no es contra invasiones extranjeras, nuestra lucha está entre los propios mexicanos que hemos sido divididos y enfrentados por quien tiene en sus manos el destino de la nación.
Por lo pronto hay que ajustarse los cinturones porque se anuncian vientos huracanados: el presidente AMLO mantiene su postura de seguir desmantelando organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, entre otras más más; continua atacando a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por no doblegarse a sus intereses; el poder legislativo, sin pudor alguno, se encuentra bajo su mando; la DEA fijó su atención en personajes del crimen organizado, pero también en algunos gobernantes; mientras que en Tamaulipas la inseguridad pública está imparable y los narco bloqueos continúan a pesar de tener nuevo gobernador en la figura de AMÉRICO VILLAREAL, quien como candidato ofreció solucionar este problema.
En materia económica las cosas no ven de lo mejor. La Secretaría de Hacienda, anunció que no se logrará la meta prevista en la ley de ingresos para 2023, los ingresos presupuestarios totales del sector público cayeron 18.9%, los ingresos tributarios reportan su mayor contracción en seis años con 16.2%, en tanto que los recursos obtenidos por la actividad petrolera se derrumbaron un 38.7%. Y para cerrar con broche de oro, el presidente LOPEZ OBRADOR anunció que puede haber una crisis financiera en el 2025 que impacte a México por factores externos. En pocas palabras “se puso el huarache antes de espinarse”, por la forma irresponsable de administrar las finanzas del país, sin planeación en sus ingresos y egresos, sin confianza en la inversión y por la división existente. En esta fiesta de restas y sumas SINALOA también sufrirá recortes en el gasto público.
En materia política es tanta la revoltura, que la guerra entre los aspirantes por la candidatura presidencial no da tregua: Por el momento, en MORENA se observa a una CLAUDIA SHEIBAUM imparable, seguida por ADÁN AUGUSTO y no porque lo digan las encuestas, sino por los apoyos que ambos reciben de Palacio Nacional. En esta carrera no hay más, cualquiera de los dos que llegue al mes de octubre mejor librado será quien represente a MORENA como candidato presidencial. MARCELO EBRAD, refleja desesperación e inseguridad a sabiendas que no tiene nada asegurado y RICARDO MONREAL cedió y se puso en manos de AMLO. Habrá que seguir pendientes.