En Sinaloa hablar de narcotráfico es un tema obligado. Indudablemente está empoderado en los altos del Estado debido a la situación socioeconómica que prevalece en ellos, a las condiciones de su suelo y clima, y a que los principales líderes de los grupos que han controlado esta actividad ilícita son originarios del municipio de Badiraguato. Este fenómeno se ha extendido a todos los municipios de la entidad y se puede decir que el 100% del territorio sinaloense está contaminado y es dominado por el crimen organizado a pesar de que se quiera negar esta realidad.
En Sinaloa, el narcotráfico ha logrado hacerse de un liderazgo basado en la violencia, pero también ha recibido los beneficios económicos de esta actividad lo cual hace muy complicado su combate y control. Sobre todo cuando se tiene el mando a través de algunas autoridades municipales, cuerpos policiacos y algunos disque empresarios que blanquean sus recursos.
La sociedad sinaloense ha tenido que soportar los impactos que genera este fenómeno y desgraciadamente ya se ve como algo normal, debido a intereses muy particulares de funcionarios públicos, organismos sociales y despachos de profesionales que se prestan para la impunidad, protección y lavado de dinero, y lo que es peor familias enteras callan ante hijos que forman parte de estos grupos.
Narcotráfico, violencia, impunidad y corrupción, son temas candentes que tendrá que enfrentar el gobernador, RUBÉN ROCHA MOYA, aquí se encuentra la fibra más sensible de los sinaloenses y es además donde las anteriores administraciones han fallado. El narcotráfico y la inseguridad pública son herencias que se arrastran de muchos años atrás, y sus efectos hoy están dimensionando el crimen violento, ubicándose en parámetros muy peligrosos por el uso de tecnología y armas sofisticadas. Es necesario sumar ideas y generar propuestas que
ayuden a cambiar el estigma de un Estado violento.
La sociedad sinaloense se encuentra injuriada, utilizada y llena de temor ante los altos índices de inseguridad pública y la corrupción del pasado. Por ello, el gobierno de la 4T en Sinaloa, debe ser un gobierno con rendición de cuentas, cercano a la gente, que invierta en la sociedad y no en obras faraónicas. Tolerancia, visión, propuestas, estrategias y manos limpias son el mejor conducto para lograr buenos resultados.
Sinaloa quiere tranquilidad en sus calles, no soldados; quiere buenas escuelas y hospitales, no cuarteles; quiere becas para sus estudiantes, no patrullas policiacas; quiere resultados de gobierno, no cifras maquilladas; transparencia en las cuentas públicas y no negociaciones políticas que son signo de impunidad; pide austeridad en sus servidores públicos, no simulación; hechos, no promesas; entendimiento en la clase gobernante y no disputas por el poder.
La fibra familiar demanda mejores condiciones de vida, no admite demoras en el desarrollo ni retrocesos en educación y salud. En materia política no tolera equivocaciones mucho menos engaños, simulaciones o mentiras.
REVOLTURA POLÍTICA
El repunte de casos de Covid-19 refleja que el virus se quedó sin ser nuestro invitado, por lo que hay que cuidarnos y seguir las recomendaciones del sector salud… MANUEL GUILLERMO CHAPMAN MORENO, se alejó de grillas de café y brilla en la tribuna legislativa, demostrando que tiene mucho camino por andar en estas actividades donde se deciden leyes y presupuestos nacionales…En el caso ESTRADA FERREIRO (donde se ha involucrado al Gobernador ROCHA MOYA, al DIP. FELICIANO CASTRO MELÉNDREZ, al Secretario General de Gobierno RICARDO INZUNZA y otros) aun ganando todos salen perdiendo, tanto en lo político como en lo social. Los actores políticos no deben olvidar que cualquier elección se gana con votos, no con gritos, amenazas o injurias. La política es como una rueda de la fortuna, a veces se está arriba y otras veces se está abajo.