En un parto político muy complicado, las coaliciones “Frente Amplio por México (PRI-PAN-PRD) y el “Movimiento de Regeneración Nacional” (MORENA y aliados) dieron a luz a dos mujeres que medirán su fuerza en las urnas, en junio del 2024: XOCHITL GÁLVEZ RUIZ, quien de la noche a la mañana se convirtió en una estrella política y CLAUDIA SHEINBAUM, candidata oficial del partido en el poder.
Los dirigentes partidistas y sus equipos tendrán que iniciar la operación cicatriz para sumar a quienes quedaron inconformes por un proceso que no convenció del todo. Se dicen listos y a la espera de lo que marca la ley electoral para iniciar sus recorridos por el país como precandidatos y posteriormente como candidatos. CLAUDIA buscará retener el poder, mientras que XÓCHITL tratará de sacar de Palacio Nacional a MORENA y sus aliados.
A pesar de la prisa que se tiene por saber quién será el ganador de la elección presidencial del 24, debemos ser fríos, reflexivos, objetivos y prudentes. Se viven tiempos de gran polarización en un escenario electoral inédito donde todo puede pasar. Faltan 9 meses para la elección constitucional, en este tramo las circunstancias pueden cambiar y con ello modificar la conducta de un electorado sediento de mejores resultados. También hay que estar pendientes del tramo que le falta al gobierno del presidente AMLO, para saber a ciencia cierta las condiciones en que dejará al país en materia política, económica y social.
No hay que olvidar que cualquier gobierno, sin que importe ideología o color, sufre un desgaste natural, y el actual no es la excepción. El gobierno del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, suma pero también resta. Es indiscutible que AMLO mantiene altos niveles de aprobación, pero él no estará en las boletas electorales por lo que tiene que cuidar lo que dice y hace. Además, existen grupos al interior de MORENA que están enfrentados y generan división; y si bien es cierto que los gobernadores surgidos de este partido, tienen bastos recursos económicos, muchos de ellos carecen de solvencia moral y liderazgo social.
Lo que haga, diga o deje de hacer AMLO y la Coordinadora de Los Comités de Regeneración Nacional de aquí a que se realice la próxima jornada electoral, será determinante para que MORENA se mantenga en el poder. Por lo pronto el proceso interno de este partido para elegir al candidato presidencial, generó división e inconformidad que puede afectar la supuesta unidad que pregonan. Como guion cinematográfico, se está repitiendo una vieja historia del 2012 de un proceso interno de este partido.
También hay que esperar el parto político-electoral de las dos coaliciones en la designación de candidaturas al senado, diputaciones federales y locales, alcaldías y 9 gubernaturas que estarán en juego. Todo esto cuenta y cuenta mucho, en un proceso donde no hay tregua.
Por el bien de México, esperamos que el proceso electoral por venir sea ejemplo de civilidad política, planeación democrática, y que la persona que resulte ganadora se convierta en factor de unidad y ejemplo de honestidad y trabajo.
REVOLTURA POLÍTICA
Una reordenación económica basada en la austeridad y la honestidad, constituye la mejor respuesta estratégica de cualquier gobierno que se diga diferente a los demás. Los 18 alcaldes de Sinaloa se preparan para rendir sus informes de gobierno. La realidad es que no hay mucha diferencia con las administraciones pasadas: abunda la publicidad, se carece de obras que impulsen el desarrollo, la seguridad no es su fuerte y servicios como alumbrado, recolección de basura, drenaje, etc. están reprobados. . . El conflicto entre algunas instancias del gobierno de Sinaloa con autoridades de la UAS es un cuento de nunca acabar, es una medición de fuerzas. Ambos lados se desgastan políticamente, pierden confianza ciudadana y desmerecen como servidores públicos ¿Dónde queda la civilidad política, la ley y los ejemplos de honestidad?. . . Al alcalde de Ahome, GERARDO VARGAS LANDEROS, su afán de llamar la atención, lo hace ver como un hombre carente de principios y muy ambicioso. . . Por el sur del Estado, ALEJANDRO HIGUERA, sigue sin entender que la forma y estilo de hacer política ha cambiado.