El presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, supuestamente entregó el bastón de mando de MORENA, más no el poder, a CLAUDIA SHEIBAUM, y con ello inicia un nuevo capítulo de un sexenio donde ha habido de todo: sumas, restas y exhibición de corrupciones pasadas que tristemente continúan vigentes.
El presidente no solo quiere imitar a PLUTARCO ELIAS CALLES, quien mantuvo el poder presidencial más tiempo del que marca la constitución, sino que busca trascender más allá de LAZARO CÁRDENAS. AMLO tiene como prioridad dejar en palacio nacional a quien refleje sumisión y lealtad a su persona. Sin embargo, de ganar la elección, CLAUDIA SHEIBAUM le podría dar una sorpresa y pintar su raya para demostrar que el poder presidencial no se comparte.
Hombres de la talla del presidente AMLO difícilmente se derrumban al entregar la banda presidencial. Sin embargo, pareciera que AMLO no está preparado psicológicamente para ese momento. No hay remedios caseros ni medicamentos capaces de acabar con la soledad ni con la sensación de perder el poder. Un hombre que ha sido dueño de todo el poder, que nombra y despide a Secretarios de Estado, que palomea o bloquea candidaturas y que dispone del presupuesto nacional difícilmente podría verse sin poder reflejado en el espejo de los expresidentes SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA NIETO.
En México, el poder es como una llave maestra que abre todas las puertas, pero estas “llaves” son provisionales. Se les permite escoger y en muchos casos hasta imponer a su sucesor, pero al entregar la banda presidencial encaminan sus pasos al cementerio del olvido, mientras que su sucesor empieza a desprender rayos de esperanza. ¡Muerto el rey, viva el rey!
CLAUDIA SHEIBAUM difícilmente ganaría la elección del 2024 sin el apoyo de AMLO, así que por el momento tendrá que seguirle rindiendo tributo al presidente que es el dueño del poder y quien tiene influencia con gobernadores, diputados y senadores. Pero si quiere ganar la elección y también demostrar que no será un títere del presidente, tendrá que convencer al electorado de que posee la preparación académica necesaria para gobernar, que tiene sobrada calidad moral, el carácter suficiente para llevar a México a un mejor destino y guardar sana distancia de palacio nacional.
Por su parte, XOCHITL GALVEZ (Coalición Fuerza por México), ha demostrado que es buena en el manejo de redes sociales, que sabe atraer las notas publicitarias y en poco tiempo se convirtió en una figura política de mucho peso. Sin embargo, para ganar una elección presidencial se requiere de mucho más.
En este proceso por venir, no se descarta un tercero en discordia como instrumento para dividir el voto, que al igual que “la chiquillada”, representada por partidos políticos satélites como el PRD, PT, VERDE y MC cumplen esa función.
Debemos avanzar paso a paso para impedir que el país siga siendo víctima de la embriaguez del poder o se convierta en un campo de batalla. El voto es un instrumento ciudadano que debe evitar que el poder ejecutivo subordine a los otros poderes. Actualmente la mayoría de los legisladores pertenecen a MORENA y aliados, mismos que consideran que AMLO es su jefe por lo que aprueban las medidas que este desee. Si se rebelan, lo más probable es que terminen en el congelador político o tengan que emigrar a otro partido toda vez que el presidente es el dispensador de los puestos en la administración pública. Tristemente, los gobernadores emanados de MORENA también son marionetas del poder presidencial.
La reciente visita de CLAUDIA SHEIBAUM a Sinaloa, generó muchas esperanzas pero también grandes dudas al sumar a varios expriistas y otros personajes que no gozan de prestigio ni calidad moral. Las palabras de SHEIBAUM aun retumban en los oídos de los Sinaloenses cuando aseguró que “no importa de dónde vienen, sino a dónde vamos”. ¿Dónde está el cambio prometido?, ¿Dónde la añorada transformación? ¿Será que solo es un simple reciclaje para ganar la elección? Si CLAUDIA SHEIBAUM quiere convencer y ganar la presidencia tendrá que cuidar sus compañías, valorar sus palabras y mandar buenos candidatos para el senado, diputaciones, alcaldías, etc.