El comediante HÉCTOR SUÁREZ, llevó con mucho éxito al cine y a la Televisión dramas de la vida real que no pasan de moda. “El mil usos y ¿Qué nos pasa?” eran programas llenos de vivencias y problemas muy acordes a la realidad actual que nos mostraban lo que era (y sigue siendo) vivir de promesas, de sueños, con una clase política ambiciosa, llena de mañas, corrupta, antidemocrática y soberbia. La realidad también nos muestra una sociedad apática que como pasajeros de la 4T se dejan conducir sin seguro del viajero y sin destino alguno.
En este viaje se olvida el pasado del tren revolucionario y de la locomotora del neoliberalismo que fueron conducidas por el PRI y el PAN, mismos que por sus resultados dejaron millones de ciudadanos varados en estaciones de trenes, con promesas incumplidas y un cúmulo de problemas que seguimos arrastrando. ¿Cuál será el resultado sexenal del tren de la 4T? ¿Qué nos deparará el destino en el tramo 2024-2030?
Si queremos un mejor país, es necesario empezar a cambiar como sociedad y para ello debemos vernos en nuestro propio espejo, accionar con responsabilidad, ser buenos ciudadanos, respetar la ley, cuidar el medio ambiente, decirle adiós al soborno, acabar con la violencia, reflexionar nuestro voto y dejar de ser carne de cañón de los partidos políticos. Es tiempo de pensar en grande, abandonar la sumisión al poder y dejar de ser “sirvientes” de aquellos que deberían ser servidores públicos de la nación.
¿Cuándo levantaremos la voz para exigir a los servidores públicos el cumplimiento fiel a lo que marca la constitución? ¿Cuál será el futuro de la sociedad, si los índices de inseguridad siguen creciendo? Más de 150 mil homicidios dolosos registrados en lo que va del gobierno de la 4T no es cualquier cosa, aunque no debemos olvidar que las cifras del pasado también reflejaron un gran fracaso.
En materia económica, la SHYCP reconoció que la deuda pública de México creció 53% en el primer cuatrimestre del presente año, teniendo que destinarse 11 mil 057 millones de pesos adicionales para cubrir intereses. Los ingresos fiscales se vieron mermados en 155, 913 millones de pesos respecto a lo programado y eso debe de preocuparnos, hay que abrocharnos el cinturón y cuidarnos del SAT.
En tema político es complejo, de doble cara, en él se ubican altos intereses que a veces están unidos o encontrados entre sí. Por ello es interesante desnudar la simulación, el engaño y la manipulación que como energético ayuda a ganar elecciones. Lo que sucedió en el Estado de Coahuila y en el Estado de México durante el proceso electoral que habrá de culminar en los próximos días, refleja la carencia de liderazgos y el incumplimiento de la ley electoral como una burla constante a la democracia. Candidatos a la gubernatura carentes de civismo, ausentes de propuestas, partidos políticos sin ideologías claras. En fin, una elección de Estado, que refleja lo que viene para el 2024.
“Las corcholatas” del presidente AMLO toman oxígeno, aumentan su velocidad, se dan con todo y se dicen listos en el arrancadero ante una autoridad electoral (INE) que es sordo, mudo y sin autoridad para poner orden en unas precampañas convertidas en campañas electorales. CLAUDIA SHEIBAUM, comparte la idea que el candidato presidencial de MORENA sea elegido a través del método de encuestas que representa “la voluntad del pueblo”; MARCELO EBRARD, pide piso parejo, desconfía del método de encuestas manejadas por la dirigencia de MORENA y recibe el apoyo PIO LÓPEZ OBRADOR, quien llamó a la ciudadanía a sumarse al proyecto que encabeza el aún Secretario de Relaciones Exteriores; ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, sin mucho escandalo atrae el respaldo de gobernadores emanados de la 4T, quienes sin respeto a la pluralidad política de sus gobernados, han arropado, a quien según ellos, será el próximo presidente de México.
Ante tanta simulación y desorden en materia política, nos preguntamos ¿Cuándo entenderemos que para avanzar como país debemos rechazar las posiciones simplistas que nos ofrecen candidatos, partidos políticos y gobernantes en cada elección constitucional? ¿Cuándo exigiremos que el Estado cumpla su función de equidad y solidaridad, fortalezca los servicios básicos, mejore la vida urbana y reconozca que las estrategias de seguridad pública implementadas no han funcionado?