El México actual sigue apostando a su proyecto histórico: el nacionalismo heredado de grandes hombres y mujeres, determinado por la inquietud de avanzar con libertad e igualdad, secundado por nuevas generaciones que buscan desarrollo y bienestar familiar. Esto nos invita a reflexionar y preguntarnos ¿qué debemos hacer para mejorar en todos los sentidos?
Las condiciones internas y externas que se viven en la actualidad preocupan. La realidad de los mexicanos debe ser convertida en una alianza de clases con un objetivo específico, lograr el cambio social y el progreso económico soberano y distributivo en presupuesto para beneficiar equitativamente a Estados y Municipios.
La negatividad y el fanatismo son malos consejeros que solo llevan al odio. Un proyecto de nación no es una abstracción retórica, sino un programa que se hace dentro de la historia, en el marco de la participación colectiva, respondiendo a premisas nacionales diferenciadas entre sí por el grado de desarrollo, la aportación y experiencia de la sociedad, así como la memoria histórica del pueblo.
Un proyecto transformador no es la expresión de minorías proféticas, grupos autoritarios o de poderes fácticos, es la voluntad de cambio de un pueblo entero donde las mayorías otorgaron su voto buscando un estilo diferente de gobernar. Por ello minorías y mayorías deben aportar su parte, señalando, cuestionando y vigilando a sus gobiernos. No hay que olvidar que México es el barco donde viajamos todos, donde el capitán debe cuidar los equilibrios para evitar que se amotine la tripulación y el barco se vaya a la deriva.
El poder público no puede ser abstracto, resultado solo de esquemas hipotéticos, sino de la participación libre y crítica del cuerpo social. Estamos viviendo un período de intensa acción, la sociedad busca en su líder valores públicos. El Presidente LÓPEZ OBRADOR, ha revolucionado al país y eso lo tenemos claro. El movimiento que se generó obedece, sin duda, al resentimiento en contra de gobiernos del pasado y debe encausarse con responsabilidad y no como bandera electoral.
El Presidente de la República, al acceder al cargo generó muchas expectativas de solución a graves problemas que se arrastran del pasado y a dos años de administración, sigue generando polémica, cae fácilmente en confrontaciones y no se deja de nadie. Sin embargo, debe entender que la ideología que encuadra su movimiento liberador debe ser en beneficio de la sociedad en general, respetando libertades y escuchando a las minorías. Las ideas no tienen fronteras, hay que pensarlas, practicarlas y no solo platicarlas.
Lo que pasa en la actualidad, es un recordatorio de los grandes frutos logrados con nuestra independencia, que nos invitan a orientar el camino a seguir. La Revolución Mexicana como fenómeno original, no es posible comprenderla fuera de nuestra historia, al dar como fruto la primera constitución social del mundo después de una larga lucha por la independencia, una guerra civil por las libertades individuales y una dolorosa explosión popular por la justicia distributiva. En estos jalones se fueron deslindando los principios de este lindo país, para dejar profundamente grabada en nuestra conciencia colectiva la voluntad de autonomía entre poderes, la creencia en la libertad y, finalmente, la convicción de que la base de la coexistencia es la equidad en el disfrute del producto general y la igualdad de oportunidades para todos.
El sexenio que gobernó el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, estuvo plagado de actos de corrupción, prueba inequívoca de que su elección no fue la correcta. La próxima legislatura debe ser representada por hombres y mujeres representativos de la sociedad, y no como los actuales que llegaron al Congreso gracias a una ola de malestar ciudadano encausada a favor del candidato presidencial de MORENA ¿Quiénes son nuestros diputados y que beneficios han generado en los distritos que dicen representar?
En vísperas del grito de independencia, la lotería nacional se viste de gala por la rifa del avión presidencial. También el portador de la tómbola política y huésped de palacio nacional, se prepara para decidir a través de MORENA, a quien le otorgará la candidatura al gobierno de Sinaloa.
Los senadores de la república, RUBÉN ROCHA MOYA e IMELDA CASTRO, traen cachito y cuentan con experiencia electoral y de políticas públicas; JESÚS ESTRADA FERREIRO y LUIS GUILLERMO BENITEZ, se dicen listos para la contienda del 2021, ambos abalados por la amistad que dicen tener con el Presidente de la República. Solo nos falta esperar para ver si LOPÉZ OBRADOR otorga la candidatura por amistad, por lo que más le convenga al Estado o simplemente gira la tómbola esperando que el premio caiga donde marque su dedo presidencial.