A la mayoría de los candidatos y partidos políticos de Sinaloa que estarán mañana en las boletas electorales les faltó ser más eficaces en el contacto ciudadano, convencer al electorado, cumplir con las medidas sanitarias y austeridad en sus gastos publicitarios. Para algunos de ellos solo quedará el recuerdo de haber participado, mientras que los ganadores tendrán que tomar energía y prepararse para lo que viene.
Independientemente de quienes ganen los puestos de elección en disputa y del curso que tomen las políticas públicas nacionales y sus impactos en Sinaloa, en la entidad se tiene una expectativa de mejor nivel de vida producto de las potencialidades existentes como once ríos y sus doce presas; 960 mil hectáreas de riego, con altos índices de productividad, que hacen de Sinaloa un Estado productor de alimentos de primer orden; sus 632 kilómetros de litoral e infraestructura turística de primer nivel; una excelente comunicaciones con 3 aeropuertos internacionales, 2 puertos adecuados para carga y pasaje e infraestructura ferroviaria en los mismos puntos de conexión.
Además existe suficiente infraestructura educativa con universidades, tecnológicos públicos y privados, instituciones de nivel medio y superior; 125 mil negocios de todos los niveles y giros destacando empresas con presencia nacional e internacional como SuKarne, Mazatún, Alimentos del Fuerte, la Costeña, Chata, Café el Marino, Cervecería Pacifico, Salsas Guacamaya, Coppel, Casa Ley, Cadena de hoteles el Cid, diferentes cadenas de restaurantes y un importante grupo de empresas que producen y distribuyen hortalizas y frutas. Todo esto un orgullo sinaloense.
El PIB de Sinaloa en el año 2019 fue por el orden de 399 mil 413 millones de pesos, el crecimiento nominal fue de un 5% y el anual de 3.1%. Por ello, quien gobierne la entidad para los próximos 6 años, tiene la oportunidad de lograr un buen desarrollo en diversas actividades productivas y agropecuarias para darle el empuje industrial que requiere el Estado.
El Gasoducto puede ser el detonante para la creación de parques industriales y se pueden desarrollar la agroindustria, la petroquímica y la eléctrica, solo falta voluntad, creatividad, disposición y recursos económicos. Esto puede generar mayores inversiones empresariales y unos 55 mil nuevos empleos bien remunerados. También está la oportunidad de reordenar la minería, la pesca y terminar la carretera Badiraguato-Parral y Choix-Chihuahua.
El puerto de Topolobampo es una opción potencial para el transporte de las regiones centro y sureste de los Estados Unidos hacia los países de La Cuenca del Pacifico, al tener una posición privilegiada para el intercambio comercial con mercados orientales. Topolobampo cuenta con una amplia infraestructura ferroviaria y carreteras que lo comunican con el resto del país y el sureste de los Estados Unidos. Ofrece servicios para nuevas instalaciones portuarias y establecimientos industriales.
Hoy la inversión privada toca las puertas de Topolobampo buscando la instalación de una planta de amoniaco, tema que se ha politizado y actualmente se encuentra paralizada por amparos judiciales, y la falta de voluntad de los gobiernos para definir si se queda o se va.
Sinaloa también requiere la construcción de nuevos hospitales y modernización de los ya existentes, apoyos financieros a pequeños y medianos empresarios, estabilidad en los empleos, baja las tarifas de energía eléctrica, gasolina y gas. Y sobre todo lograr mayores apoyos para actividades productivas como la agricultura, pesca, ganadería, etc.
Es necesario que exista mayor civilidad política, que gobernabilidad y función legislativa vayan de la mano para impulsar el cambio que reclama Sinaloa. Estos son los retos del próximo gobernador de Sinaloa, alcaldes, legisladores, partidos políticos y sociedad en su conjunto.
Un proyecto de cambio se hace dentro de la historia, en un marco de participación colectiva. Un proyecto transformador no debe ser la expresión de minorías proféticas, grupos autoritarios o de sectas pasionales que todo miran mal, debe ser la voluntad de cambio de un pueblo entero que con su voto decidirá quién se queda y quién se va.
Es tiempo de avanzar con capacidad, creatividad y decisión. El desarrollo se logra con la participación de todos y con dirigentes seleccionados por el pueblo en las urnas electorales. Hay que votar, el hacerlo nos da derecho a pedir y exigir.
Es momento de mirar a nuestro alrededor y reflexionar que la pandemia del covid-19 sigue presente, esa no respeta convivios, vedas electorales ni elecciones. En el municipio de Ahome menos del 25% de la población está vacunada. El resto corre un mayor riesgo de infectarse, por ello hay que cuidarnos siguiendo los protocolos de salud, lavándonos las manos, usando cubre bocas y guardando la sana distancia. La salud no tiene precio y la vida no retorna. ¡Todos a votar este domingo 6 de junio y que gane el mejor!